20 diciembre 2016
La UE aprueba nuevas normas para que los Estados miembros reduzcan drásticamente la contaminación atmosférica
El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE han sancionado la nueva Directiva sobre techos nacionales de emisión (Directiva TNE), basada en una propuesta de la Comisión que fija límites más estrictos para los cinco contaminantes principales en Europa. La Directiva entrará en vigor el 31 de diciembre de 2016.
Una vez que se haya aplicado íntegramente, la Directiva permitirá reducir en casi un 50 % en el horizonte de 2030 las negativas consecuencias para la salud de la contaminación atmosférica, tales como las enfermedades respiratorias y la muerte prematura. Pese a que los contaminantes atmosféricos son «asesinos invisibles», cada vez es mayor la concienciación y preocupación de los ciudadanos por la calidad del aire que respiran, de manera que el establecimiento de límites más estrictos en la Directiva TNE constituye un logro importante. También repercutirá muy favorablemente en la calidad del agua, el suelo y los ecosistemas y contribuirá a hacer frente a los efectos de partículas nocivas causantes del cambio climático, como el carbono negro. La Directiva constituye el núcleo del Programa «Aire Puro» para Europa de la Comisión, cuyo ámbito es más general.
A los Estados miembros les corresponde un papel muy destacado en la coordinación y aplicación de la Directiva a nivel nacional. Deben transponer la Directiva al Derecho nacional a más tardar el 30 de junio de 2018 y elaborar un programa nacional de lucha contra la contaminación atmosférica para el año 2019 donde se dispongan medidas que garanticen la reducción de las emisiones de los cinco contaminantes atmosféricos principales en los porcentajes acordados para 2020 y 2030. También deben establecer una coordinación con los planes existentes en los ámbitos del transporte, la agricultura, la energía y el clima. Ello requerirá la realización de inversiones, pero los costes quedarán holgadamente compensados por las economías de costes que se obtendrán, especialmente en lo que concierne a la asistencia sanitaria y las bajas laborales por enfermedad. La Comisión ha publicado recientemente una propuesta de Reglamento de gobernanza de la Unión de la Energía que pone de relieve la importancia de las sinergias entre la calidad del aire y las políticas climáticas y energéticas y la nueva Directiva TNE.
La Comisión colaborará con los Estados miembros para velar por una aplicación adecuada, a través de iniciativas como la creación, en otoño de 2017, de un nuevo Foro del «Aire Puro» donde se darán cita las partes interesadas para intercambiar experiencias y buenas prácticas. La Comisión facilitará asimismo el acceso a los instrumentos de financiación de la UE.
Por último, la Directiva sentará las bases para la ratificación del Protocolo de Gotemburgo revisado, que fue acordado a nivel internacional por los Estados miembros en 2012 en el marco de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas. De este modo se reducirá la contaminación en estados de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central, lo que beneficiará tanto a los propios países como a los ciudadanos de la UE que se ven más directamente expuestos a la contaminación transfronteriza.
Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-16-4358_es.htm