07 abril 2022
¿Marcará Ucrania un antes y un después en las políticas de protección y asilo de la UE?
La rápida reacción de la Unión Europea al activar la Directiva de protección temporal para gestionar la llegada masiva de refugiados ucranianos tras la invasión rusa ha puesto sobre la mesa el futuro de la política de protección y asilo de la UE. ¿Podría repetirse esta respuesta con refugiados de otros países?
Para ello la UE debe resolver el gran desafío que supone el debate sobre el Pacto de Migración y Asilo, propuesto en 2015, retomado en 2019 de forma más ambiciosa y actualmente en discusión. “Lo que se decida o no se decida va a marcar el futuro de la migración y el asilo de la UE y va a afectar a todos los países miembros, porque estas políticas ya no se deciden a nivel nacional en ningún sitio”, advierte Paloma Favieres, coordinadora estatal del servicio jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Este será uno de los temas que ella y otros ponentes tratarán en las XXX Jornadas de Extranjería y Protección Internacional que se celebran en Granada el 21 y 22 de abril.
Favieres señala, no obstante, que el caso de los refugiados ucranianos tiene una particularidad respecto a situaciones anteriores, como la llegada de refugiados sirios en 2015 y 2016. “No es un procedimiento de protección internacional, sino una protección temporal en caso de afluencia masiva de personas que ya se encuentran en territorio europeo”, explica.
Con los sirios “no hubo propuesta de la Comisión Europea para que el Consejo Europeo activara ningún protocolo, y habría sido necesaria una mayoría cualificada que en ese momento no se habría alcanzado porque tampoco había voluntad”, critica. Lo único que se puso en marcha entonces fue un sistema de cupos de reubicación de los refugiados que estaban sobre todo en Italia y Grecia, algo a lo que no quisieron acogerse Hungría y Polonia -a los que se abrió un procedimiento de infracción de ley por esta causa- y que precisamente son ahora los países que más refugiados ucranianos acogen.
Una de las razones para esta diferencia de tratamiento “tiene que ver con una relación de vecindad”, señala Paloma Favieres. Los ucranianos están en territorio europeo y, tras la agresión rusa, los países fronterizos sienten que son parte de ellos, “por esa sensación de que mañana puedes ser tú el siguiente”. Además, “una vez en territorio europeo, hay libertad de circulación y se dio instrucciones a los países miembros para que no pusieran ningún control de fronteras”, apunta.
Para Ana María González, abogada y miembro de la Subcomisión de Extranjería y Protección Internacional del Consejo General de la Abogacía, que también intervendrá en las jornadas de Granada, esta crisis humanitaria “debe enseñarnos a reivindicar, visibilizar y mejorar nuestro sistema de acogida y los mecanismos de asilo y protección” para “todos los ciudadanos extranjeros que lo soliciten, sin distinción”. Por ello, aboga por “un cambio de paradigma y políticas migratorias que ofrezcan una autentica y real oportunidad de integración social basada en la igualdad de derechos”, fomentando el pleno arraigo de la población extranjera en las sociedades de acogida.