06 octubre 2020

Más de 260 huérfanos por violencia machista no tienen pensión de orfandad

De los 765 menores que perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia de género, 499 eran hijos o hijas de los agresores, mientras que los 266 restantes eran resultado de relaciones previas o posteriores de las víctimas. Sólo 105 de estos huérfanos reciben una prestación o pensión de orfandad, según datos aportados este 5 de octubre en la presentación del IV Informe Anual “Huérfanos de la Violencia de Género”, llevada a cabo por Joaquín García Cazorla, portavoz del Fondo de Becas Soledad Cazorla, que junto a la Fundación Mujeres auxilia a los huérfanos de la violencia de género.

“Si bien esta ayuda ha supuesto una mejora considerable para las familias más vulnerables, recordamos que no cuenta con una cobertura universal de las familias que se hacen cargo de los huérfanos y las huérfanas de la violencia de género. Fundamentalmente porque está condicionada al nivel de renta de las familias y porque el requisito de orfandad absoluta asimilable deja fuera supuestos que pueden darse de forma habitual. Por ejemplo, aquellos en los que el padre no sea el condenado por el asesinato u homicidio o los casos en los que las familias adopten a los huérfanos como consecuencia de los crímenes de violencia de género”, ha destacado García Cazorla en rueda de prensa virtual.

Desde que se contabilizan los asesinatos por violencia de género en 2003, las mil primeras mujeres asesinadas dejaron 1.494 huérfanos. Según los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, el 75% de las víctimas eran madres y la mitad tenían hijos o hijas que eran menores de edad en el momento del crimen.

El Informe destaca que esas familias, además de enfrentarse a la tragedia que supone el asesinato, a menudo pasan por dificultades económicas y personales por acoger a esos menores. Además, los propios menores sufren las secuelas psicológicas de la violencia de género que han presenciado, la falta de sus madres y la estigmatización que les puede suponer ser hijos de los asesinos.

Desde que se puso en marcha la ley 3/2019 de mejora de la situación de orfandad de hijos de víctimas de violencia de género, 28 menores han sido beneficiarios de una pensión, 36 han recibido prestaciones de orfandad y otros 41, una mejora de las pensiones previas que percibían antes de la nueva normativa. “Aunque esta ley supone una gran mejora de la situación previa, hay margen para mejorar la cobertura, que está vinculada al nivel de renta y deja fuera algunos supuestos que pueden darse de forma muy habitual”, ha señalado Joaquín García Cazorla.

La Fundación Mujeres ha pedido, por ello, que se desarrollen por completo las medidas del Pacto de Estado contra la violencia de género para proteger a menores hijos e hijas de las víctimas. También ha reclamado atender las necesidades especiales de protección de estos hijos. “Creemos que el debate en torno al Proyecto de Ley de protección a la infancia y la adolescencia contra la violencia debe considerar las especiales necesidades de protección de hijos de las mujeres víctimas de violencia de género, en particular de los huérfanos, unos casos que deberían incorporarse al debate sobre la Ley de protección a la infancia y la adolescencia”, ha reclamado Marisa Sotelo.

Para ayudar a estos huérfanos y a sus familias nació el Fondo de Becas Soledad Cazorla hace cuatro años, que en 2019 dedicó 57.000 euros para este fin. De media, cada una de las becas aprobadas el año pasado ha sido de 1.781,25 euros. Entre los beneficiarios de las mismas, ya hay cinco mayores de edad y 27 menores de edad.

Consultar el documento completo en el siguiente enlace el Resumen Ejecutivo del IV Informe Anual “Huérfan@s de la violencia de género: hacia la protección integral”.

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