20 marzo 2018
Política de visados de la UE: más sólida, eficiente y segura
La Comisión Europea propone reformar la política común de visados de la UE para adaptar la normativa a la evolución de las preocupaciones en materia de seguridad, los desafíos relacionados con la migración y las nuevas oportunidades que ofrece el progreso tecnológico.
Los cambios propuestos del Código de visados harán que sea más fácil para los viajeros legítimos obtener un visado de entrada en Europa y facilitarán el turismo, el comercio y los negocios, al tiempo que se refuerza la seguridad y se reducen los riesgos en materia de migración irregular.
El sector del turismo y los viajes representa alrededor del 10 % del PIB de la UE y desempeña por tanto un papel fundamental en la economía europea. Aunque los Estados miembros de la UE figuran entre los principales destinos turísticos del mundo, los largos y complejos procedimientos actuales pueden tener un efecto disuasorio a la hora de viajar a Europa, lo que supone el desvío de inversiones y gasto a otros países y afecta negativamente a la economía de la UE. Al mismo tiempo, a la hora de dar una respuesta adecuada a los retos actuales y futuros en materia de seguridad y migración conviene sopesar los beneficios que reporta la exigencia de visado, por un lado, y la mejora de la gestión de la migración, la seguridad y la gestión de las fronteras, por otro.
Las modificaciones propuestas al Código de visados constituyen la primera fase de la reforma de la política común de visados de la UE. En la primavera de este año se presentará una propuesta para actualizar el Sistema de Información de Visados (VIS).
Según anunciaron los dirigentes de la UE en junio de 2017, la Comisión también presenta la intensificación de los esfuerzos conjuntos de la UE en materia de retorno y readmisión haciendo un mejor uso del efecto de presión que tiene la política común de visados de la UE. La Comisión propone introducir un nuevo mecanismo al objeto de imponer condiciones más estrictas para la tramitación de los visados cuando un país socio no coopere suficientemente en la readmisión de los migrantes irregulares, incluidos los viajeros que hayan entrado regularmente con un visado pero hayan sobrepasado el periodo de estancia autorizado. La nueva normativa prevé una evaluación periódica por la Comisión de la cooperación de los terceros países en materia de retorno. En caso necesario, la Comisión, junto con los Estados miembros, podrá decidir una aplicación más restrictiva de determinadas disposiciones del Código de visados, incluido el tiempo máximo de tramitación de las solicitudes, la duración de la validez de los visados expedidos, el coste de las tasas de visado y la exención de dichas tasas para determinados viajeros, como los diplomáticos.
En la primavera de este año, la Comisión presentará una propuesta de revisión del Sistema de Información de Visados (VIS), la base de datos en la que se registran las solicitudes y los datos personales de los solicitantes. La reforma tiene por objeto facilitar unas verificaciones de antecedentes rápidas y eficaces de los solicitantes de visado para los funcionarios responsables de la tramitación de visados y los guardias fronterizos. También colmará otra laguna en materia de información a escala de la UE al permitir a las autoridades nacionales tener acceso e intercambiar información relativa a los visados de larga duración y a los documentos de residencia a efectos de la gestión de las fronteras y la seguridad.
Las disposiciones básicas incluirán controles obligatorios de las solicitudes de visado contrastando los datos con las bases de datos de migración y seguridad pertinentes y medidas para garantizar la plena interoperabilidad del VIS con las bases de datos a escala de la UE, como el recién creado Sistema de Entradas y Salidas (SES), así como el Sistema de Información de Schengen (SIS) y el Sistema Europeo de Información de Antecedentes Penales, a través de un portal único de búsqueda.
Antes de que finalice 2018, la Comisión pondrá en marcha un estudio de viabilidad y abrirá el debate con el Parlamento Europeo y los Estados miembros sobre la forma en que el proceso de solicitud de visado puede ser totalmente digitalizado.
Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-1745_es.htm