19 junio 2018

Presupuesto de la UE: 4.800 millones de euros para la financiación de la seguridad en una Europa que protege

Para el próximo presupuesto de la UE a largo plazo para el período 2021-2027, la Comisión Europea propone incrementar sustancialmente el actual importe dedicado a la financiación de la seguridad, de 3.500 a 4.800 millones de euros.

Ante amenazas de naturaleza cada vez más compleja e internacional, los fondos de la UE pueden ayudar a construir una Unión resiliente frente a futuros retos en materia de seguridad y mejor preparada para responder a las emergencias. Los 2 500 millones de euros del Fondo de Seguridad Interior (FSI) reforzado se complementan mediante los casi 1 200 millones destinados a la clausura más segura de las actividades nucleares en algunos Estados miembros, y se suman a los 1 100 millones destinados al reforzamiento de las agencias de la UE en el ámbito de la seguridad.

Refuerzo del Fondo de Seguridad Interior (FSI)

Aunque la protección de los ciudadanos es, ante todo, una competencia nacional, la Unión Europea desempeña un papel fundamental a la hora de apoyar las iniciativas de los Estados miembros. Así pues, la Comisión propone hoy aumentar hasta más del doble la dotación del Fondo de Seguridad Interior (FSI), el instrumento financiero clave para prestar apoyo a los Estados miembros en el ámbito de la seguridad, que pasaría de 1 000 millones a 2 500 millones de euros. El nuevo fondo incluirá:

  • Un nuevo conjunto de objetivos: El FSI reforzado tendrá 3 nuevos objetivos: 1) aumentar el intercambio de información entre las autoridades policiales y judiciales de la UE; 2) intensificar las operaciones transfronterizas conjuntas; y 3) reforzar las capacidades para prevenir y combatir la delincuencia y hacer frente a la radicalización. De esta manera se prestará apoyo a los Estados miembros de manera más flexible y eficaz para conseguir los objetivos en los ámbitos de seguridad prioritarios: la lucha contra el terrorismo y la radicalización; la delincuencia grave y organizada; la ciberdelincuencia; y la protección de las víctimas de delitos.
  • Una mayor flexibilidad y una mejor respuesta ante las situaciones de emergencia: Se asignarán 500 millones de eurosdel Fondo a los Estados miembros a fin de permitirles crear resiliencia a largo plazo en materia de seguridad. Los restantes 1 000 millones de euros se reservarán para retos de seguridad imprevistos, permitiendo una rápida respuesta a las emergencias y la canalización de fondos hacia los Estados miembros que más los necesiten.
  • Una mayor coordinación entre las políticas de la UE: La seguridad es una cuestión transversal y en evolución que requiere una respuesta coordinada de la UE. El refuerzo del FSI permitirá una coordinación más eficaz con otros fondos de la Unión, incluidos los fondos de la política de cohesión y Horizonte Europa, así como el Fondo de Gestión Integrada de las Fronteras y el Fondo de Asilo y Migración, a fin de maximizar la eficacia de la respuesta de la UE a los retos en materia de seguridad en todos los frentes.
  • Una fuerte dimensión exterior:La seguridad es una cuestión de importancia mundial y nuestra seguridad interior depende de nuestras actuaciones más allá de las fronteras de la UE. El FSI seguirá prestando apoyo a medidas en países no pertenecientes a la UE, al tiempo que garantiza la plena complementariedad con las prioridades de seguridad interior de la Unión y los objetivos generales de dichos países.
  • Refuerzo de las agencias de la UE: Al margen de este Fondo, se presentarán por separado casi 1 100 millones de euros que se dedicarán a reforzar aún más las agencias de la UE en los ámbitos de la seguridad: la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), la Agencia de la Unión Europea para la Formación Policial (CEPOL) y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT).

Es fundamental alcanzar un acuerdo rápido sobre el presupuesto general de la UE a largo plazo y sus propuestas sectoriales para garantizar que los fondos de la UE empiecen a dar resultados sobre el terreno lo antes posible.

Si se produjesen retrasos similares a los sufridos al inicio del actual período presupuestario 2014-2020, ello implicaría: que 5.000 profesionales que trabajan en primera línea, incluidos profesores, monitores juveniles, agentes de policía y empleados de prisiones, no podrían compartir sus experiencias en materia de prevención de la radicalización; que la Unidad de Notificación de Contenidos de Internet (UNCI) de Europol no podría etiquetar más de 40.000 ejemplos de contenido extremista y violento en línea en plataformas de Internet; y los Estados miembros no podrían intercambiar información importante en materia de seguridad, entre otras vías mediante el Sistema de Información de Schengen (SIS), que tuvo 5.000 millones de consultas en 2017.

El logro en 2019 de un acuerdo sobre el próximo presupuesto a largo plazo permitiría una transición fluida desde el actual presupuesto a largo plazo (2014-2020) y garantizaría la previsibilidad y la continuidad de la financiación en beneficio de todos.

 

Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-4125_es.htm

 

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