14 abril 2020

Proteger los derechos humanos y la salud pública en la lucha contra el coronavirus

La Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) ha presentado el primero de una serie de tres informes mensuales sobre el impacto de la enfermedad por Coronavirus (COVID-19) en los 27 Estados miembros de la UE. Este primer informe de la FRA lleva por título “La pandemia de coronavirus en la UE: implicaciones de los derechos fundamentales” , y analiza las medidas que los Estados miembros de la UE utilizan para abordar la pandemia para resaltar enfoques respetuosos de los derechos de los que otros Estados miembros pueden aprender.

Las medidas de los gobiernos europeos para combatir la COVID-19 tienen profundas implicaciones para los derechos fundamentales de todos, incluido el derecho a la vida y a la salud, según lo mapeado por el informe de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA). Las respuestas de los gobiernos para detener el virus afectan particularmente los derechos de las personas ya vulnerables o en riesgo, como los ancianos, los niños, las personas con discapacidad, los romaníes o los refugiados. Respetar los derechos humanos y proteger la salud pública es lo mejor para todos: tienen que ir de la mano.

El informe se centra en cuatro cuestiones que subrayan la necesidad de evaluar cuidadosa y regularmente el impacto en los derechos fundamentales de las personas a medida que los gobiernos reaccionan ante la pandemia en constante desarrollo:

  1. Vida cotidiana: las respuestas gubernamentales han tenido un amplio impacto en los derechos fundamentales, como los derechos a la libertad de movimiento y de reunión, así como los derechos relacionados con el trabajo, la salud y la educación.
  • Medidas de distanciamiento social y físico: si bien los países ordenaron en diferentes momentos y con intensidad variable tales medidas, no deberían conducir al aislamiento social.
  1. Grupos vulnerables: algunas personas son más vulnerables que otras, por ejemplo, ancianos y niños, personas con afecciones médicas preexistentes, romaníes, refugiados, personas sin hogar, presos, personas en instituciones.
  • Mayor protección: los países de la UE deben proteger, pero no aislar a las personas en entornos institucionales, como hogares de ancianos, cárceles o centros de refugiados. Deben desarrollar medidas específicas para abordar las necesidades específicas de otros grupos vulnerables, como refugios para víctimas de violencia doméstica e información de salud accesible para aquellos a quienes no pueden llegar los mensajes regulares.
  1. Racismo: la pandemia de COVID-19 provocó un aumento de los ataques racistas y xenófobos, particularmente contra personas de origen asiático percibido.
  • Informes: los países de la UE deben seguir de cerca los incidentes racistas y xenófobos e informar, investigar y enjuiciar eficazmente dichos delitos.
  1. Desinformación y protección de datos: Casi todos los países de la UE enfrentan desinformación sobre la pandemia. Muchos recopilan datos para ayudar a frenar la propagación del virus.
  • Garantizar la protección de datos: los países de la UE deben mantenerse atentos y asegurarse de implementar todas las salvaguardas de protección de datos al proteger la salud.

 

Fuente: https://fra.europa.eu/en/news/2020/protect-human-rights-and-public-health-fighting-covid-19

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