17 julio 2024

¿Qué implica ser presidente de la Abogacía?

Fachada Consejo General de la Abogacía

Las funciones del presidente de la Abogacía Española se rigen por el artículo 104 del Estatuto General de la Abogacía Española. Este puesto conlleva una serie de responsabilidades y desafíos que impactan directamente en la vida de miles de abogados y abogadas, y en la administración de justicia de nuestro país. Pero, ¿qué significa realmente ser presidente de la Abogacía Española? Descubrámoslo:

Liderazgo y Representación: la voz de 242.000 abogados
Como representante máximo del Consejo General de la Abogacía Española, el presidente se convierte en la voz de 242.000 abogadas y abogados colegiados. Su misión principal es defender los intereses de estos profesionales ante instituciones públicas y privadas, así como en foros nacionales e internacionales. Su liderazgo es esencial para mantener la cohesión y la influencia de la profesión en el ámbito legal y social.

Protección de la profesión
Tiene la tarea de proteger la profesión en varias dimensiones. Debe luchar contra el intrusismo y la competencia desleal, persiguiendo la ilegalidad y asegurando la efectividad de las normativas. Se encarga de que desde el Consejo se elaboren y se emitan informes jurídicos solicitados por la Administración, Colegios y Corporaciones oficiales, además de proponer reformas legislativas. Además, trabaja junto con los Colegios para asegurar y reforzar el amparo colegial a los profesionales de la Abogacía en el desarrollo de su labor.

Defensa de los Derechos y Libertades: un guardián de la justicia
Se erige como un firme defensor de los derechos y libertades de los ciudadanos. Su responsabilidad incluye garantizar que los abogados puedan ejercer su profesión con independencia y libertad, asegurando así el derecho a una defensa justa y eficaz. Además, tiene un papel crucial en la promoción de la justicia social y en la denuncia de cualquier vulneración de los derechos humanos, reforzando el compromiso de la Abogacía con una sociedad más equitativa y justa.

Coordinación con Colegios y Consejos: unificando la Voz de la Abogacía
Una de las responsabilidades más importantes del presidente es coordinar la actuación del Consejo General con los 83 Colegios de la Abogacía y los distintos Consejos autonómicos. Esta tarea es fundamental para garantizar una comunicación fluida y eficaz entre los miembros del Consejo. El presidente debe colaborar estrechamente con los decanos y representantes de los Colegios y Consejos para unificar, desde el consenso y el respeto a la pluralidad, la voz de la Abogacía. Esta coordinación permite abordar de manera conjunta problemas comunes, compartir mejores prácticas y fortalecer las redes de apoyo.

Formación y Desarrollo Profesional: preparando a los mejores profesionales
La formación continuada a lo largo de toda la trayectoria profesional es fundamental para el desarrollo de cualquier profesional, y los abogados no son una excepción. Así lo dice el artículo 64 del Estatuto de la Abogacía. El presidente tiene la tarea de garantizar que todos sus profesionales tengan acceso a una formación de calidad y especializada. Esto se logra mediante la organización de congresos, cursos, seminarios y colaboraciones con otras instituciones para prepararse para los desafíos del futuro.

Innovación y Modernización: a la vanguardia del cambio
En un mundo cada vez más digital, el presidente debe ser un pionero en la modernización de la profesión. Promover el uso de nuevas tecnologías en la práctica del derecho y mejorar la formación continuada de los abogados son prioridades esenciales. La transformación digital del sistema judicial no solo busca una mayor eficiencia, sino también una justicia más accesible y transparente para todos los ciudadanos.

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