07 mayo 2019
Recomendaciones para la próxima agenda estratégica de la UE 2019-2024
La Comisión Europea ha presentado una serie de recomendaciones estratégicas sobre la forma en que Europa puede configurar su futuro en un mundo cada vez más incierto y multipolar. Con las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre los días 23 y 26 de mayo de 2019 y el cambio de liderazgo político en las instituciones de la UE que llevarán aparejado, la Comisión Europea ha decidido fijar nuevas orientaciones estratégicas y nuevas prioridades.
La Comisión Europea también hace unas sugerencias sobre la forma de mejorar la comunicación de decisiones colectivas. Tomadas en su conjunto, estas forman la contribución de la Comisión a la próxima agenda estratégica para 2019-2024.
En opinión de la Comisión, las acciones futuras deben centrarse en 5 dimensiones:
- Una Europa protectora: Deben proseguir los esfuerzos por construir una Unión Europea de la Seguridad genuina y efectiva, y avanzar hacia una auténtica Unión Europea de la Defensa, para que la cooperación en este ámbito dentro de la UE no constituya la excepción sino la regla. La UE debe ser también más proactiva a la hora de gestionar la migración. Ello requiere una acción global a todos los niveles y un auténtico enfoque de la UE basado en el reparto de responsabilidades y en la solidaridad entre los Estados miembros.
- Una Europa competitiva: Es preciso que se mejore, modernice e implemente plenamente el mercado único en sus diversos aspectos. Se ha de centrar la investigación y la innovación en las transiciones ecológica, social y económica, así como en los retos que llevan aparejados para la sociedad. Debe invertirse en capacidades digitales europeas clave y colaborar a fin de impulsar una inteligencia artificial dentro del marco europeo y centrada en el ser humano. Es preciso que se siga fomentando el crecimiento y se garantice una prosperidad sostenible mediante la profundización de la Unión Económica y Monetaria. También debe apoyarse la transformación del mercado laboral europeo, garantizando al mismo tiempo su equidad.
- Una Europa equitativa: Más resultados en lo que respecta al pilar europeo de derechos sociales. Es preciso colaborar asimismo con los Estados miembros en el logro de la inclusión social y la igualdad, en particular nivelando las disparidades regionales y dando respuesta a las necesidades de las minorías, las cuestiones de género y al reto que supone el envejecimiento de la población. Defensa y promoción con firmeza de los valores compartidos en los que se basa la Unión Europea, como por ejemplo el Estado de Derecho. Política tributaria justa y moderna, así como una asistencia sanitaria de calidad, asequible y accesible, y el acceso a una vivienda de calidad, eficiente desde el punto de vista energético y asequible para todos los ciudadanos europeos.
- Una Europa sostenible: Modernizar la economía para adoptar pautas de consumo y producción sostenibles. Es preciso que redoblar esfuerzos para luchar contra el cambio climático e invertir la degradación del medio ambiente. Paso a una economía circular más eficiente en el uso de los recursos, promoviendo el crecimiento ecológico, la bioeconomía y las innovaciones sostenibles. Maximizar el potencial de la Unión de la Energía haciendo frente a los principales retos pendientes, como por ejemplo, la seguridad energética, los costes energéticos para los hogares y las empresas y el impacto sobre el cambio climático.
- Una Europa influyente: Europa ha de ejercer un liderazgo a escala mundial a través del apoyo firme y coherente de un orden mundial multilateral basado en normas y que tenga como eje a las Naciones Unidas. La UE también debería convertir en prioridad el desarrollo de unas relaciones sólidas con los países vecinos, sobre la base de un claro equilibrio entre derechos y obligaciones. Un papel reforzado del euro a escala internacional aumentaría asimismo la soberanía económica y monetaria de Europa.
Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-19-2309_es.htm