02 abril 2019
Reforma de los derechos de autor: voto del Parlamento Europeo a favor de unas normas modernizadas adaptadas a la era digital
El Parlamento Europeo ha aprobado en su última sesión plenaria la Directiva sobre los derechos de autor, con 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones. Termina así la tramitación legislativa en el Parlamento de la propuesta, iniciada en 2016. Queda sólo pendiente la adopción formal del texto por el Consejo de la UE, y una vez publicada en el DOUE, los Estados miembros tendrán 24 meses para trasladar los cambios a su legislación nacional.
La normativa extiende la protección de los derechos de autor al entorno virtual. YouTube, Facebook y Google News son algunas de los operadores que se verán directamente afectados por esta legislación. El texto también trata de garantizar que internet siga siendo un espacio en el que reine la libertad de expresión.
La Directiva pretende facilitar a los titulares de derechos, en especial los músicos, intérpretes y guionistas, así como a los editores de noticias, la negociación de acuerdos más ventajosos de remuneración por el uso de sus obras en plataformas de Internet.
Para ello, las plataformas serán directamente responsables del contenido que alojen. Asimismo, los editores tendrán automáticamente el derecho de negociar en nombre de sus periodistas con los agregadores por la publicación de sus productos.
El texto incluye disposiciones para asegurar el respeto a la libertad de expresión en internet. Compartir fragmentos de artículos de noticias queda específicamente excluido de la Directiva, pero el acuerdo incluye disposiciones para evitar que los agregadores de noticias abusen de esta prerrogativa. Así, el “fragmento” podrá seguir apareciendo en Google News, por ejemplo, o compartirse en Facebook, siempre que sea “muy breve”.
La subida a la red de obras protegidas con objeto de citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar queda protegida, lo que garantiza que los memes y GIF seguirán disponibles y se podrán compartir en línea.
La norma especifica que las contribuciones a enciclopedias en línea sin objeto comercial, como Wikipedia, o a plataformas de software de código abierto, como GitHub, quedan exentas. Las empresas emergentes, por su parte, estarán sujetas a requisitos menos estrictos que las grandes compañías.
Los autores e intérpretes podrán reclamar una remuneración adicional al distribuidor que explota sus derechos cuando el acuerdo original les reporte unos ingresos desproporcionadamente bajos en comparación con los beneficios que obtiene el distribuidor.
En la actualidad, las compañías de internet tienen pocos incentivos para firmar acuerdos justos con los titulares de derechos por el contenido que utilizan, al no ser considerados responsables del contenido subido a la red por sus usuarios. Sólo están obligados a eliminar contenido que infringe la legislación de derechos de autor cuando el titular de los derechos lo solicita. Pero este proceso resulta complicado y no garantiza a los titulares una remuneración justa.
Responsabilizar a las empresas sobre el contenido aumentará las posibilidades de los titulares de derechos (en particular, músicos, intérpretes y guionistas, así como editores de noticias y periodistas) de asegurar acuerdos de licencia justos, obteniendo así una remuneración más justa por la explotación de sus obras en el entorno digital.