06 julio 2016
Shankar Limbu, abogado nepalí: “En Nepal, o aceptas la injusticia y la tiranía o luchas contra ellas. Es una simple elección”
Por Irina Moreno. Katmandú
Shankar Limbu es uno de esos abogados que hace historia sin saberlo. Hijo de un agricultor, creció en un pueblo remoto del Himalaya bajo una casta que le condenaba al analfabetismo. Su rebeldía y su afán por cambiar el mundo le llevaron a estudiar a Katmandú, donde además de convertirse en uno de los primeros indígenas en acceder a la universidad, fundó la primera asociación que lucha por los Derechos Humanos en Nepal. Más de 20 años después, continúa hablando de igualdad como el que sueña con una quimera: “Que conversemos tú y yo de forma igualitaria es maravilloso. Esto no ocurre en Nepal”. Desde la Asociación de Abogados por los Derechos Humanos de los Indígenas Nepalíes, repasa casi con recato los logros de su organización sin parecer ser consciente del decisivo papel que está jugando para alcanzar su mayor anhelo: que algún día en Nepal haya un acceso igualitario a la Justicia.
1.- ¿Cómo describiría la práctica de la abogacía en Nepal?
Nepal tiene un sistema legal muy cercano al indio y al británico, es decir al Common Law, pero también tiene una gran influencia del sistema legal europeo. Eso en cuanto a la teoría, pero en la práctica la singularidad de nuestro sistema es que está muy influenciado por la religión, es decir, por el Derecho Hindú, que muchas veces es discriminatorio y exclusivista con la gente indígena, que supone el 40% del total de la población en Nepal, y con los llamados Dalit, la casta más baja del país y también la más marginada, a pesar de que representan un 20% de la población.
2.-¿Los tribunales no son equitativos?
En el sistema europeo los abogados pueden predecir cuál será el resultado del juicio pero aquí es muy complicado. Los tribunales no son competentes, ni democráticos, ni inclusivos. Nos enfrentamos a grandes trabas como la corrupción, uno de los mayores problemas del país, que se traduce en abuso de poder y discriminación racista. El sistema favorece a la comunidad dominante, a los hinduistas, porque se tiene la creencia de que son la raza superior, la inteligente. Además, el 99% de los jueces pertenecen a esta comunidad y realmente no entienden los problemas que tiene la gente en su día a día.
3.-¿El sistema de castas continúa condicionando a la Justicia?
Desde luego. Los abogados en los tribunales no son juzgados por su talento, sino por su apariencia, su identidad y su piel. El sistema de castas lo sigue condicionando todo. Es un sistema basado en la religión hinduista que trata de dividir a la población jerárquicamente entre puros e impuros. Exactamente igual que hizo Hitler. Los puros tienen inmunidad y ciertos privilegios y derechos con respecto al resto. Si violan a una mujer de una casta más baja o incluso si comenten un asesinato, no son castigados. En Nepal llevamos sufriendo más de 250 años de historia de represión y discriminación. Pero la discriminación, si no la padeces no la ves. Les pasa incluso a mis colegas los abogados que a veces no entienden de lo que hablo. Es algo cultural que tenemos tan interiorizado, que después de muchos años de dominación, creemos que la discriminación es algo normal y que ellos son superiores.
4.-¿La nueva Constitución perpetúa esa discriminación?
El Código Civil de Nepal de 1854 legalizó el sistema de castas y la nueva Constitución que se acaba de aprobar es una renovación de ese sistema. Es decir, que la nueva Constitución está basada en el racismo y la supremacía racial. Las dos castas dominantes llamadas puras o arias, los Brahman y los Chhetri, han sido definidas en la sección de Derechos Fundamentales de la Constitución como los grupos fundamentales en el país. En cada estamento del Estado tienen un 80% de presencia, es decir, que se continúa marginando de manera sistemática al resto de castas.
5.-La Constitución ha recibido muchas críticas tanto dentro como fuera del país. ¿Cómo está reaccionado el Gobierno al respecto?
Está siendo muy represivo. Hay líderes indígenas que están siendo perseguidos y arrestados por el mero hecho de escribir un tuit o algo en Facebook criticando la Constitución. Estamos trabajando en muchos casos de gente que está en la cárcel por esto. Un ciudadano canadiense que hizo un comentario a través de Twitter, fue deportado. También unos turistas que caminaban junto a una manifestación contra la Constitución, fueron arrestados. Otra de las etnias de Nepal, los Tharu, han sido perseguidos, les han quitado sus tierras, han quemado sus casas y han matado a sus líderes sólo por criticar la Constitución. Hemos pedido que se persigan estos crímenes y nos lo han denegado uno y otra vez. Si no podemos resolver este tipo de injusticias en los tribunales, uno se puede hacer a la idea de a qué tipo de problema nos estamos enfrentando en Nepal. Queremos igualdad, democracia, Justicia e integración, demandas válidas que la Constitución debe garantizar.
6.-¿En qué ha afectado a la Justicia el devastador terremoto que vivieron hace un año?
Ha afectado muchísimo. Hemos vivido muchos meses de parálisis judicial y de inoperancia del Gobierno. Un año después, sigue habiendo muchísima gente durmiendo en refugios y la Justicia no está respondiendo a sus demandas. La comunidad internacional está poniendo todo el dinero de las ayudas en la cesta de fondos estatal sin saber que nuestro Gobierno es realmente corrupto y se está aprovechando de ello. La capacidad del Estado en esta gran catástrofe está siendo nula. Tres horas después del terremoto, el Gobierno indio creó un gabinete de emergencia para responder al terremoto. Una semana después, el Gobierno de nuestro país no había hecho nada. Y un año después, sigue sin hacerlo.
7.-Ustedes en la asociación también trabajan en casos de tráfico de seres humanos. ¿El terremoto ha agravado este mal endémico?
Desde luego, y es uno de los problemas más difíciles a los que nos enfrentamos en el país. La mayoría de las niñas que lo sufren son indígenas y la casta Dalit. El epicentro del terremoto de 2015 se situó en tierras pobladas tradicionalmente por estas comunidades. Más del 60% de las víctimas fueron indígenas. Los niños de estas zonas que sobrevivieron están siendo objeto de tráfico de seres humanos porque están totalmente desprotegidos. Niños y mujeres indígenas que son llevados a la India y desde allí a otros países para realizar trabajos como esclavos sexuales. Muchos no tienen ni una casa ni una familia y no fueron registrados al nacer, y las mafias se están aprovechando de ello. Sus casas han sido demolidas y no han recibido ninguna ayuda. De nuevo, han sufrido la discriminación del Gobierno, que ha centrado su ayuda en las castas más altas, y que una vez más nos ha dado mil portazos cuando hemos llevado esas reclamaciones a los tribunales.
8.-¿Se siente libre practicando el Derecho en su país? ¿Se sienten apoyados por la comunidad internacional?
Para los abogados la situación en Nepal no es fácil. Recibimos amenazas constantemente, pero nos tenemos que enfrentar a esa realidad. Yo estoy seguro de que todos mis teléfonos están intervenidos; también soy consciente de que me tienen vigilado. Pero no solo a mí; todos los que luchamos por que haya Justicia en Nepal estamos sufriendo la misma situación. Al igual que le sucede a los periodistas nacionales e internacionales que deciden apoyarnos.
Recibimos apoyo pero necesitamos más ayuda. La voz de los abogados que luchan por los Derechos Humanos, Civiles y por la Justicia, podría marcar una gran diferencia en nuestro país. Necesitamos más apoyo, por ello me gustaría pedir a los abogados españoles que estén vigilantes a lo que hacemos los abogados que luchamos para garantizar la Justicia de la gente de Nepal. Tenéis un gran papel para conseguir que haya Justicia y derechos humanos en nuestro país.
9.-¿Cuál es el caso más difícil al que se ha enfrentado?
Hay muchos, pero acabamos de pasar uno realmente duro que ha afectado a más de 100.000 personas, en su mayoría indígenas. El Gobierno expropió muchísimos terrenos para construir una línea de transmisión que exportara electricidad a la India. Las personas a las que robaron sus terrenos fueron brutalmente atacadas, torturaron a los que se opusieron y finalmente lo construyeron. Llevamos el caso al Tribunal Supremo nepalí, pero perdimos la batalla. Este es el peor caso al que me he enfrentado en mucho tiempo. En algunos casos ganamos, pero en la mayoría tenemos experiencias amargas y dolorosas como esta.
10.-¿De dónde saca las fuerzas para seguir luchando?
Es un desafío, pero no hay otra manera. Mi padre era un líder indígena que trabajaba en el campo. Yo sigo su mismo camino. O aceptas la injusticia y la tiranía o luchas contra ellas. Es una simple elección.