02 febrero 2021
Últimas estadísticas de la migración: Impacto de la COVID-19
Las estadísticas más recientes en la UE en materia de asilo y entradas irregulares en los primeros 10 meses de 2020 muestran el efecto que la pandemia ha tenido en la migración a la UE. En su conjunto, la UE registró una disminución interanual del 33% en las solicitudes de asilo, así como el número más bajo de entradas irregulares de los últimos 6 años. No obstante, el efecto no produjo una disminución uniforme: hubo localidades que registraron un aumento súbito y significativo de llegadas, y el número total de llegadas ha seguido yendo al alza tras la marcada disminución experimentada en el mes de abril.
Las estadísticas actualizadas sobre los cambios demográficos globales estarán disponibles a lo largo de este año. Recogen la información correspondiente a la migración legal, que representa una amplia mayoría de la migración a la UE. Probablemente arrojen una considerable disminución de la migración en general debido a las restricciones actualmente en vigor. Las estadísticas correspondientes a los retornos en 2020 estarán disponibles a lo largo de este año: en este caso, también es de prever una disminución. Es intención de la Comisión Europea proporcionar actualizaciones trimestrales.
Durante los primeros diez meses de 2020, se presentaron en la UE en torno a 390.000 solicitudes de asilo (de las que 349.000 eran nuevas), lo que equivale a un 33% menos que en el mismo período de 2019. Los Estados miembros redujeron los retrasos acumulados con las solicitudes pendientes de trámite. A finales de octubre de 2020, el número de casos pendientes era de 786.000, un 15% menos que a finales de 2019. Esto quiere decir que, en toda la UE, el retraso acumulado equivale al volumen de nuevas solicitudes presentadas a lo largo de un año, con marcadas diferencias de un Estados miembro a otro. La tasa de reconocimiento o porcentaje de solicitudes de asilo resueltas positivamente en primera instancia (esto es, sin recurso), incluidas las decisiones de concesión del estatuto humanitario, se situó en el 43%.
En comparación con el mismo período de 2019, se observó una disminución del 10% en el número de cruces irregulares de las fronteras exteriores de la UE (114 300 en el período de enero a noviembre de 2020), lo que representa el nivel más bajo de los últimos seis años. Si bien se produjo un considerable descenso del número global de entradas por los países del Mediterráneo oriental (-74%), la reducción se debió sobre todo al escaso número de llegadas a Grecia desde Turquía. En este caso, es probable que la situación varíe en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en Turquía en los ámbitos político y económico.
A pesar de la tendencia generalizada a la baja, las llegadas irregulares a Italia y Malta por el Mediterráneo central aumentaron en un 154%. En 2020 se registraron más de 34.100 llegadas (en su mayoría, por Lampedusa), frente a las poco menos de 11.500 del año 2019. Si exceptuamos el mes de marzo, las llegadas superaron sistemáticamente los niveles de 2019.
El año pasado, España, y más en concreto las Islas Canarias, experimentaron un aumento significativo de las llegadas (+46 %, 35.800 personas) en comparación con 2019. En España, el efecto de las restricciones derivadas de la COVID-19 en las llegadas irregulares fue temporal: desde agosto de 2020, el número de llegadas viene siendo superior al de 2019.
En ambos casos, muchos de los recién llegados provienen de países azotados por la crisis económica, no tanto por conflictos. La disminución de las remesas a nivel mundial tal vez agudice esta tendencia. Hasta que no se contenga la pandemia y se vaya recuperando la economía, las escasas perspectivas laborales y las deficiencias sanitarias en los países de origen seguirán motivando la emigración a la UE.
El mar Mediterráneo sigue cobrándose vidas humanas. Si bien 2020 fue testigo de una disminución en el número de salidas, se notificaron el fallecimiento o la desaparición de 1.754 personas, frente a las 2.095 personas fallecidas o desaparecidas en 2019.
Fuente: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_232