07 octubre 2019

Vicenç Villatoro, protagonista del último encuentro del club de lectura de la abogacía tarraconense

  • Su último libro Massa foc. Diàlegs extremadament apòcrifs entre Savonarola i Maquiavel recibió el premio Carles Rahola de ensayo el 2018

Después de las vacaciones de verano, el club de lectura del Colegio de la Abogacía de Tarragona  inicia sus actividades con un invitado de excepción: el escritor y periodista Vicenç Villatoro (Terrassa, 1957). Su último libro ha sido la última propuesta de este grupo en el que participan abogados y abogadas tarraconenses.

La catedral de Tarragona fue escenario del encuentro que se celebró el pasado mes de septiembre y que reunió cerca de quince personas, la convocatoria más concurrida hasta el momento. Nos acompañaron también representantes de la librería la Capona, con quien el ICAT tiene acuerdo de colaboración.

Villatoro confiesa que tardó veinte años en acabar el libro y que, inicialmente, se lo planteó como una obra de teatro.  En “Massa foc” el autor sitúa la acción a finales del siglo XV en la Florencia de los Médici, una ciudad rica y culta pero a la vez corrupta y violenta. En este contexto Villatoro construye unos diálogos imaginarios entre dos personajes arquetípicos: Savonarola, un fundamentalista religioso que instaura una república teocrática, y Maquiavelo, precursor del pensamiento político laico y defensor de una república humanista. A partir de estas dos maneras antagónicas de entender la política el escritor reflexiona sobre cuestiones universales, como el uso del poder como fin o como medio o la imprevisibilidad del futuro.

Novelista, ensayista, poeta, periodista… le preguntamos qué es en realidad. “Si tuviera que escoger, diría que escritor. Para mí ser escritor es relacionarme con la vida a través de la escritura y no al revés. Rilke, por ejemplo, renunció a vivir para escribir. Lo respeto, pero yo no soy así. Para mí vida y escritura es un todo”.

Club lectura TarragonaConversador incansable con él hablamos y -sobretodo- lo escuchamos hablar sobre literatura, arte, política, filosofía, historia y también sobre la familia y los viajes, que a menudo hace su compañera que es bibliotecaria de profesión y con quien comparte la tarea de documentarse visitando bibliotecas, librerías de viejo y archivos de aquellas ciudades protagonistas de sus proyectos. “Los lugares hablan, y por eso a menudo la literatura acaba siendo también una excusa para viajar”, dice. Como anécdota nos explica que “cuando volvimos a Florencia para documentarnos por el libro visitamos la casa de Maquiavelo. Delante había una zona de crossbooking y decidí que si acababa la novela, que hacía ya más de quince años que arrastraba, volveríamos para dejar un ejemplar; y este año lo hemos cumplido”.

De sus libros dice sentirse particularmente satisfecho con “Memòria del traidor”, “Un home que se’n va” y “La claror del juliol” de la cual se ha hecho recientemente una reedición. Apasionado del mundo judío nos explica como  a partir de un encuentro casual con Lluís Bassat acaba escribiendo las memorias sobre la familia del publicista, momento en que descubre que es pariente de figuras tan relevantes de la literatura como Albert Cohen y Elias Canetti.

Finaliza la sesión con la firma de libros y lo entrega de obsequios, que recibe agradecido de la mano de Ramon Setó, coordinador del club y miembro de la Junta de Gobierno del ICAT. Aprovechamos para preguntarle sobre su próximo libro y nos avanza que ya está trabajando y que tratará sobre la vida de su abuelo materno, Artur Lamolla. Nos despedimos agradecidos y felices de haber tenido la oportunidad de haber conocido a uno de los grandes autores de la literatura catalana contemporánea.

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