El Covid acelera la transformación tecnológica

Eva Bruch
Socia de AlterWork y Faculty Advisor de Digital Legal Exchange. Miembro de Inkietos.

La pandemia del Coronavirus ha dinamitado muchos sectores, como el turístico y el pequeño comercio minorista a pie de calle. A otros sectores les ha puesto en la primera línea de fuego, sometiéndolos a una gran presión, como el sanitario. A otros no les ha afectado tanto o incluso les ha ido bien, como a las grandes empresas de compra online y sus redes de distribución (creo que todos hemos visto ya paquetes viajando solos en el ascensor y lo hemos asumido como algo normal).

El sector jurídico, por su amplitud y diversidad, se ha visto afectado por la pandemia en mayor o menor medida, de forma desigual. En los despachos y las asesorías jurídicas de empresa, la pandemia ha introducido nuevas tecnologías que, sin lugar a dudas, han venido para quedarse. Además constituyen la punta del iceberg de las que veremos en el corto/medio plazo.

• Las videoconferencias y el teletrabajo han sido sin duda los aspectos más visibles de la pandemia en los despachos y seguramente el que más ríos de tinta está haciendo correr en estos momentos, cuando todos ellos están preparando la vuelta a las oficinas.

Muchos profesionales se han acostumbrado a trabajar desde casa o cualquier otro sitio que les permita reducir tiempos de desplazamiento, gozar de sus segundas residencias lejos del bullicio de las grandes ciudades, disfrutar de un entorno más natural y de sus familias. Esto genera sentimientos encontrados entre los responsables de los despachos, que una vez superada la situación de pandemia, la mayoría quisieran volver a la presencialidad. Solamente el tiempo dirá cuál será la solución que finalmente se adopte pero lo más seguro es que sea una solución de tipo mixto con mayor o menor grado de libertad de los profesionales para configurar su jornada laboral pero exigiendo a la vez una cierta presencialidad. Sin duda un aspecto más a tener en cuenta por parte de un abogado en el momento de elegir un despacho en el que trabajar y una potente herramienta de captación y retención del talento para las firmas.

• Transformación Digital. Este es el ámbito en el que más cambios se están produciendo pues la mayoría de despachos son ahora conscientes de sus carencias pero también de las posibilidades que la transformación digital les va a reportar. En este sentido vamos a ver como los despachos implementan sistemas de gestión integral (ERPs) avanzados, con capacidad para integrarse con otras aplicaciones más de tipo vertical. Los despachos que ya cuentan con uno de estos sistemas desde hace algún tiempo van a revisar su grado de obsolescencia y quizás sustituirlo por otros más modernos, con mayor capacidad de integración transversal y analítica de datos.
• Los CRM, el gran desconocido de los despachos y que más quebraderos de cabeza ha llevado a los departamentos de marketing, cansados de perseguir abogados para que les relacionen sus contactos o que reporten sus acciones comerciales… sin duda vamos a ver muchos más sistemas de este tipo en los despachos. Estos meses se han hecho infinidad de webinars pero las firmas conocen ¿cuál ha sido su retorno? ¿han logrado vender más servicios con ellos? ¿han captado clientes nuevos? ¿han hecho algún tipo de acción de seguimiento con los asistentes recurrentes? Ahora los despachos son más conscientes de la necesidad de poner orden en todo este esfuerzo y de analizar los resultados mediante sistemas tecnológicos como los CRM.
• Time tracking. La imputación de tiempo dedicado a los asuntos y otros temas de gestión, que no el registro de entrada y salida de los profesionales, ha preocupado mucho a los despachos y en estos meses de Covid se ha vuelto una cuestión de capital importancia, no siempre por las razones adecuadas, pero sí principalmente, para tener una idea más clara de en qué asuntos está trabajando el equipo. Las nuevas herramientas del mercado que permiten capturar esta actividad sin necesidad de que sean los abogados los que deban cumplimentar al final del día su hoja de cargabilidad, es una tendencia que se consolidará y permanecerá.
• Automatización. Esto lo estamos viendo, especialmente, en las asesorías jurídicas de empresa, quiénes reciben datos de otros departamentos por las vías más dispares (email, teléfono, intranets, verbalmente….) y muchas veces deben introducir estos datos de forma manual dentro de sus sistemas. La automatización de estas tareas supone un ahorro de tiempo muy importante que además, ahorra tiempo a los profesionales. Muchos sistemas tecnológicos llevan ya esta tecnología incorporada o puede desarrollarse internamente con relativamente poco esfuerzo. La automatización también se va a ver en mucho mayor medida en los documentos, pues aunque no lo parezca, una gran parte de los documentos jurídicos de una firma guardan una estrecha relación entre sí y comparten similitudes.

Conclusión

Este último año el sector jurídico ha avanzado más en términos tecnológicos que en los últimos diez, lo que ha contribuido a un equilibrio de fuerzas muy interesante entre los despachos y el ecosistema legaltech.

En los últimos años, el entorno legaltech había crecido mucho en número de empresas y en variedad de soluciones. Tanto es así que la inversión en startups tecnológicas del entorno legal se ha más que triplicado, pasando de los 250 millones en 2017 a cerca de 1,2 billones en 2019. No obstante, estas empresas tenían ciertas dificultades para llegar a su público, los despachos y las asesorías jurídicas de empresa, cuyo apetito tecnológico era más bien bajo y la resistencia al cambio, alta.

En la era post Covid, son los despachos los que demandan soluciones tecnológicas y exigen a las empresas soluciones diversas que se adapten a su particular forma de trabajar, soluciones que les permitan ser más eficientes y rentables, pero sin comprometer la calidad del servicio.

Un claro efecto de la pandemia ha sido la dinamización del mercado legaltech, equilibrando las fuerzas de la oferta y la demanda de soluciones tecnológicas.