El planeta necesita más abogados expertos en Justicia Climática, ¿puedes ser tú uno de ellos?

Por María Jesús González-Espejo, CEO del Instituto de Innovación Legal y Promotora de www.odesius.com

Nosotros, los abogados, abrazamos la defensa de lo justo como misión vital. Dentro de esa misión defendemos los intereses de familiares, amigos y amigos de amigos. Trabajamos para nuestros clientes y organizaciones. Llevamos la causa de la Justicia dentro de nosotros.

El cambio climático y el deterioro del planeta por fin se han convertido en una causa, posiblemente una de las más complejas y necesarias que la humanidad deberá afrontar y defender en los próximos años. La realidad inaplazable de que es cosa de todos luchar para que esto no vaya a más, es también ya aceptada por la sociedad. Y por eso, cada vez son más los abogados que incorporan a sus objetivos personales y profesionales, el de la lucha por la sostenibilidad del planeta.

Lo justo es aquello que es equitativo, correcto, apropiado, merecido y ante un ecosistema continuamente agredido y en riesgo hasta de desaparecer, surge la llamada Justicia Climática (Climate Justice). Esta disciplina se centra en apoyar que el desarrollo sea sostenible, que se respeten siempre los Derechos Fundamentales y que el ser humano esté en el centro de todas las acciones políticas y económicas. Se trata de que el impacto del cambio climático no repercuta en las personas de forma diferente según dónde vivan y de que sus consecuencias, se asuman por todos a través de medidas de impacto global, como la disminución de los combustibles fósiles o la sustitución de las fuentes de energía tradicionales, por energías renovables.

Es una realidad que los efectos del cambio climático no se distribuyen de manera uniforme entre los países en desarrollo y los desarrollados; ni entre las personas en riesgos de exclusión y las que no lo están. De ahí surge la necesidad de vigilar, denunciar las injusticias climáticas y luchar para que el cambio climático no tenga, además de los terribles efectos que ya estamos viviendo, otros que además supongan que los países pobres sean aún más pobres y las personas en riesgo de exclusión sufran aún más.

Pequeñas metas para objetivos gigantes

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Allí planteó 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las diferentes esferas: económica, social y medioambiental. Los 17 ODS de la Agenda 2030 tardaron más de dos años en ser consensuados, algo que se logró tras largas y complejas consultas públicas con todo tipo de operadores de la sociedad civil.

Aunque los destinatarios directos de esta estrategia son los estados, que se han comprometido a movilizar los medios necesarios para su implementación mediante alianzas centradas especialmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables, los operadores económicos y sociales, éstos necesitan a la sociedad para poner en práctica soluciones duraderas. Por tanto, este acuerdo, de ámbito universal, nos invita a la reflexión y a la acción.

La Agenda 2030 es un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene entre sus objetivos algunos tan jurídicos como los de fortalecer la paz universal, el acceso a la Justicia, la lucha contra la violencia, la corrupción, la discriminación o el fomento de una mayor participación de los ciudadanos en la elaboración de las normas y una Justicia más accesible.

Son muchas las acciones que podrían llevarse a cabo para hacer realidad este objetivo: unas son de carácter interno, como ofrecer un buen plan de formación a nuestros equipos, implantar un plan de igualdad o promover acciones que beneficien la salud y el bienestar de nuestros profesionales. Otras, de carácter externo como dar apoyo a ONG que luchan contra el hambre, la pobreza, la descarbonización o las desigualdades.

Los abogados no podemos olvidar la experiencia del pasado. A ella, tendremos que sumarle la LegalTech del presente y mirar hacia adelante teniendo en cuenta el grito del planeta y la sociedad. Por tanto, no podemos permanecer al margen de este cambio de paradigma. Hemos de posicionarnos y comprometernos con el cambio.

Estamos a finales de año, es tiempo de planificar y preguntarse, ¿qué puedo hacer yo para apoyar la sostenibilidad del planeta? La Justicia Climática es una buena causa que necesita más abogados que la defiendan, ¿quieres ser uno de ellos?