Legaltech: una oportunidad para reducir costes durante la crisis del coronavirus

Por Pau Mestre, director del Departamento Legal de Signaturit

Dijo Winston Churchill en el año 1953 que “Las dificultades dominadas son oportunidades ganadas”, y es ahora más que nunca cuando esta frase cobra sentido en el ecosistema emprendedor.  La pandemia del Covid-19 es una crisis global que tendrá repercusiones a corto y largo plazo, y lo que deben plantearse las empresas en estos momentos es cómo adaptarse a la situación actual y tomar medidas de reducción de costes que les sirvan para equilibrar el balance de resultados y protegerse.

Y aquí es donde el sector legaltech puede aprender de la experiencia del fintech para finalmente inclinar la balanza de la transformación tecnológica e implantar soluciones que reemplacen las tareas humanas repetitivas e improductivas y reduzcan costes.

UNA OPORTUNIDAD PARA LA INNOVACIÓN

En las situaciones de crisis desaparecen algunas limitaciones y se crean aceleradores de la innovación. No hay duda de que, aunque la crisis del Covid-19 va a poner en apuros a muchas organizaciones, también va a abrir la puerta a la innovación en todos los sectores. En momentos en los que el mayor riesgo consiste en quedarse de brazos cruzados, las dinámicas tradicionales lastradas por el miedo a fallar quedan invalidadas.

Tradicionalmente, las firmas de abogados han sido más reticentes a adoptar la transformación tecnológica. Con un modelo basado en el número de horas facturadas, no ha habido mucha motivación para optimizar las tareas más repetitivas y aumentar la eficiencia. Además, el sector legal ha expresado repetidas veces su preocupación por el impacto de las nuevas tecnologías  en los aspectos relacionados con el cumplimiento normativo y la seguridad.

El sector financiero tardó también en confiar en las soluciones que le ofrecían las startups de fintech e invirtió al principio mucho esfuerzo y dinero en desarrollar soluciones propias. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que resultaba más rentable utilizar tecnologías y herramientas desarrolladas por terceros que ya eran expertos en la materia.

En un momento en el que resulta imperativo establecer prioridades en el uso de los recursos propios, el sector legal puede seguir los pasos del fintech y dirigir la mirada al extenso catálogo de soluciones legaltech que se han desarrollado en los últimos años. Si se pierde la desconfianza y el miedo al cambio, la crisis del Covid-19 puede suponer un empuje para implantar de forma definitiva innovaciones y soluciones eficaces que, además de resolver los problemas de ahora mismo, transformen la eficiencia y el coste de los procesos a medio y largo plazo.

ESTABLECER PRIORIDADES

En una situación normal, lo habitual es que las empresas tengan establecidas prioridades encontradas, una estrategia que no deja de tener ventajas puesto que permite un crecimiento equilibrado, en el que se tienen en cuenta todas las áreas de operación. Sin embargo, esta situación suele perjudicar al área de innovación que, frente a una distribución más ecuánime de los recursos, no recibe todos los que necesitaría para poder crear un impacto significativo.

Este planteamiento se ve también afectado en tiempos de crisis, cuando hay que fijar la prioridad o las prioridades necesarias para la supervivencia y dirigir los esfuerzos en una sola dirección. Ahora se trata de priorizar la innovación y la transformación tecnológica, que es la que va a permitir reducir el impacto de la situación actual.

En este sentido, existen dos objetivos urgentes que no se pueden eludir: por un lado, la innovación en los procesos internos y, por otro, la aplicación de soluciones tecnológicas a la relación con los clientes.

Hasta ahora, la implantación de nuevas tecnologías en el sector legal ha estado orientada principalmente a mejorar la eficiencia y el coste de las operaciones propias de la firma, con la utilización de herramientas de análisis, aprendizaje automático e inteligencia artificial para automatizar procesos, realizar búsquedas legales o gestionar y analizar los contratos. De forma similar, el sector del fintech se dirigió en una primera fase a ofrecer soluciones, como la firma electrónica para el sector financiero, que mejoraran la eficiencia de los procedimientos en el seno de las organizaciones.

Sin tiempo para evolucionar gradualmente, el legaltech debe ahora desplazarse de forma acelerada hasta la segunda fase de la transformación y pasar a ofrecer soluciones legales de última tecnología a sus clientes: servicios a demanda, bots de asistencia y herramientas de automatización o de obtención de evidencias digitales como la firma electrónica.

En definitiva, todo tipo de soluciones automáticas e instantáneas que permitan ofrecer un servicio a distancia las 24 horas, dando autonomía a los clientes y reduciendo los recursos dedicados al trato directo con los mismos y los costes relacionados.

EL ANTES Y DESPUÉS DE ESTA CRISIS

Para avanzar realmente por el camino de la innovación va a ser necesario tomar decisiones arriesgadas y difíciles para las que no todo el mundo está preparado. En una coyuntura normal se priman los resultados y no siempre se recompensa a los que asumen riesgos. Ahora, sin embargo, se trata de estar a la altura de las circunstancias: las empresas deben encontrar dejar el miedo al cambio e ignorar las barreras que lastraban las estrategias tradicionales.
El impacto de los cambios producidos por la crisis de Covid-19 va a seguir afectando a todos los sectores durante mucho tiempo, en algunos casos, transformando radicalmente los procesos. En el caso de las nuevas tecnologías, muchos de estos cambios ya no van a tener vuelta atrás. Por eso, en lugar de centrarse en los fallos o posibles riesgos, las empresas del sector legal van a tener que aprovechar esta oportunidad histórica para introducir nuevas herramientas tecnológicas y soluciones online que les permitan seguir a la cabeza de su sector. Cuanto antes empiecen a adaptarse a esta nueva realidad, antes podrán convertirla en una oportunidad y protegerse ante la crisis global.