Medios de comunicación y violencia de género

Uno de los pilares básicos para erradicar la violencia de género es la educación en valores de respeto a la dignidad de las mujeres y a la igualdad entre hombres y mujeres, tal como proclama el Título Preliminar de la Ley Orgánica 1/2004. Pero por educación no debemos limitarnos a entender solo la infantil, sino la de la sociedad en su conjunto y para ello resultan clave los medios de comunicación, tanto en el tratamiento de las noticias como en la transmisión de conocimientos que permitan comprender la complejidad del problema, sensibilizando y formando a la ciudadanía para convertirla en sujeto activo contra los violentos y en aliada de las víctimas.

Partiendo de estas premisas, resulta frustante encontrar artículos de opinión que inciden en rancios prejuicios basados en el desconocimiento más absoluto sobre la materia, en los que se culpa a las víctimas por relacionarse con “malotes” o por no ser capaces de romper la relación. Ojear los comentarios de los lectores, que si bien reflejan la opinión muy minoritaria de los que se sienten legitimados y espoleados por dichos articulistas, es desesperante. ¡Luego se extrañarán de que las mujeres no denuncien por vergüenza, como oímos a menudo de nuestras clientas y se detalla en las estadísticas oficiales! Pero es más fácil responsabilizar a la víctima que plantearse qué mensaje se le transmite a las niñas en la mayoría de los cuentos o películas infantiles, como por ejemplo “La Bella y la Bestia”, en el ámbito de la publicidad o en canciones de reguetón.

Recientemente Miguel Lorente decía en una atinadísima entrada en su blog con motivo de las declaraciones del magistrado del Tribunal Supremo, Antonio Salas, que “la opinión es libre, el desconocimiento no y cuando un profesional opina de manera contraria al conocimiento que exige el ejercicio de su profesión estamos ante una cuestión de responsabilidad, no sólo de libertad de expresión.”

En un sentido similar, con motivo de la bochornosa publicación en tres periódicos gallegos de un artículo de opinión que incurre en todo lo que debe evitarse en el tratamiento de la violencia de género, el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia emitió un comunicado de prensa declarando que “es urgente que los medios de comunicación asuman su responsabilidad en la erradicación de la violencia machista. Su compromiso tiene que ir más allá de las declaraciones de buenas intenciones; debe evidenciarse en las informaciones y textos de opinión que cada día se elaboran y publican, sin que eso suponga una renuncia a informar con veracidad. Si los medios transmiten estereotipos sexistas, frivolizan los asesinatos y culpabilizan a las víctimas, contribuyen a perpetuar las causas de la violencia”.

No se puede comprender que bajo el paraguas de la libertad de expresión se opine haciendo apología de la violencia de cualquier tipo y mucho menos de la machista. Tampoco es comprensible que se justifiquen dichas publicaciones como un “fallo de control” y no se rectifique inmediatamente publicando un editorial del medio en la que, además de pedir disculpas, se condene categóricamente la violencia. No basta lamentarse de las consecuencias solo cuando la opinión pública ejerce presión, porque demuestra que los medios que publican esas opiniones no tienen interés en respetar los derechos de las víctimas, ni en evitar agresiones. Si no hay queja, no hay problema.

Desde la abogacía no podemos más que sumarnos a las peticiones de responsabilidad y continuar desarrollando una labor de pedagogía social, explicando diariamente a nuestras clientas por qué no deben sentirse culpables y avergonzadas por presentar la denuncia, ya que el único responsable es el violento.

Agradeceríamos enormemente que los medios de comunicación colaborasen con nosotros.

Patricia López Arnoso, abogada

Vocal de la Subcomisión de Violencia de Género del Consejo General de la Abogacía Española

Réplica del magistrado Antonio Salas