17 octubre 2012
La Abogacía exige una retribución digna para el letrado de oficio del Prestige
El Consejo General de la Abogacía Española apoya al abogado Paulino Pérez Riveiro para que reciba una retribución digna por la defensa de uno de los acusados en el juicio por la catástrofe del Prestige.
A este abogado coruñés le ha correspondido por Turno de Oficio la defensa de Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas del petrolero. Esto supone la lectura de más de 100.000 páginas del sumario, la elaboración del escrito de defensa, la asistencia a juicio durante los siete meses previstos y dos desplazamientos diarios de 100 kilómetros. Por todo ello, percibirá 455 euros con 30 céntimos.
La Abogacía Española, al igual que hizo con los letrados del Turno de Oficio en el juicio por los atentados del 11M, respalda al letrado coruñés para que pueda ejercer en óptimas condiciones el derecho a la defensa de su patrocinado, en cumplimiento del mandato constitucional de que toda persona tiene derecho a obtener la tutela judicial efectiva sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
Asimismo, el Consejo General de la Abogacía se suma a todas las gestiones realizadas por el decano del Colegio de Abogados de A Coruña, Antonio Platas, para que Pérez Riveiro obtenga una remuneración conforme a la complejidad del proceso y a la dedicación que requerirá la defensa de Argyropoulos.
DEDICACIÓN EXCLUSIVA POR 455 EUROS
Un sumario de miles de folios, 7 meses de vistas judiciales y 200 kilómetros diarios al volante por 455 euros “con 30 céntimos”.
Estas son las cifras que resumen la situación laboral actual de Paulino Pérez Riveiro, el abogado de oficio de Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas del Prestige, el petrolero que provocó con su hundimiento hace 10 años la mayor catástrofe medioambiental ocurrida en España: una marea negra que inundó de chapapote 1.600 kilómetros de costa cantábrica.
Pérez Riveiro es un abogado gallego que lleva 20 años ejerciendo la abogacía en el concejo de Corcubión, en la Costa da Morte. Tiene un pequeño despacho, al que dedica casi todo su tiempo para sacar adelante casos de penal y civil. Y, como también está apuntado al Turno de Oficio, hace unos meses recayó en él la defensa de Argyropoulos.
En apenas 90 días, Paulino Pérez Riveiro tuvo que leer los 230.000 folios del sumario, elaborar el escrito de defensa y mantener varias conversaciones con su defendido.
Desde el día 16 de octubre, fecha de comienzo del juicio, y durante los próximos siete meses, además, tendrá que recorrer los 200 kilómetros diarios (100 ida y 100 vuelta) que separan su casa en Corcubión de Expocoruña, donde se celebra el juicio.
Se verá obligado también a desatender los asuntos que lleve en su despacho y trabajar únicamente en la defensa del jefe de máquinas del Prestige.
Una dedicación exclusiva, por la que percibirá 455 euros “con 30 céntimos”, recalca, una cantidad “indecente”.
Pérez Riveiro se ha dirigido al director general de Xustiza de la Xunta, se ha reunido con el decano del Colegio de Abogados de A Coruña y este a su vez con el director general, pero nada de esto ha servido para que la Consellería modifique ni un céntimo la cantidad que le ofrecen al letrado por su trabajo, ya que considera que se ajusta al baremo establecido para la justicia gratuita.
“Ante la situación en que me ha colocado la Xunta, he planteado al tribunal dos soluciones: una, la que considero menos deseable, es mi renuncia a la defensa, y la otra que la sala requiera a la Consellería para que me pague una cantidad digna. De lo contrario pediré que se dé traslado a la Fiscalía de esta situación por si pudiera constituir un delito contra las garantías constitucionales”, afirma el letrado.
“El Estado tiene la obligación de garantizar un juicio justo a mi defendido, y esto no es posible con un abogado al que le van a pagar 455 euros con 30 céntimos”, concluye.
El abogado recuerda a los abogados de oficio del 11M, a los que, tras la intervención del Consejo General de la Abogacía, se les incrementaron las retribuciones.
“En toda la historia judicial de Galicia, no ha habido un caso tan complejo como este y entiendo que esta situación excepcional requiere una revisión de las retribuciones”, argumenta Pérez Riveiro quien, la única satisfacción que ha obtenido hasta el momento con este caso ha sido “el apoyo de todos los compañeros en el juicio”