01 agosto 2014
Abogados en Redes Sociales
Las nuevas tecnologías han modificado todos los ámbitos de la sociedad y la abogacía, y el derecho en general, no iba a ser menos.
Las tecnologías de la información tienen una doble vertiente en el ejercicio de la abogacía: por un lado, han configurado una nueva especialidad en el derecho; por otro, ayudan al abogado en su trabajo diario, al agilizar muchas gestionar y ahorrar determinados costes.
Consejo
Francisco Pérez Bes, vicepresidente de ENATIC (Asociación de Expertos Nacionales de la Abogacía TIC) señala que las nuevas tecnologías “crean nuevos interrogantes, nuevos conflictos y una nueva especialidad”, que hay que estudiar junto al impacto de las nuevas tecnologías en otros ámbitos del derecho. En cuanto a la digitalización de la abogacía, Pérez Bes destaca que las nuevas tecnologías aportan “plataformas y herramientas que facilitan la gestión diaria de un despacho de abogados”. Por ejemplo, es más ágil la búsqueda de legislación o la realización de algunos trámites. Además, implica una reducción de costes.
Redes sociales y página web
Las nuevas tecnologías nos ofrecen la oportunidad de posicionar nuestra marca en Internet a través de instrumentos como páginas web, redes sociales, blogs…
Según Francisco Pérez Bes, estas herramientas se pueden utilizar en dos vertientes: con un carácter puramente comercial, ofreciendo una presentación del despacho y de sus servicios, así como información para clientes. O puede servir para establecer comunicación con el cliente, aprovechando las nuevas tecnologías para crear un servicio de atención al cliente online. En opinión de este experto, “es una manera dinámica de contacto con el cliente”, que ahorra tiempo y costes a ambas partes, porque ahorra los desplazamientos.
Por su parte, Borja Martínez-Echevarría, socio de Pérez+Partners (firma de consultoría estratégica para despachos de abogados), considera que la importancia de las mismas para un despacho de abogados es “inapreciable…podría decir que no tiene ninguna importancia”. A su juicio, un despacho tiene mucho más que perder que ganar en las redes sociales. “No hay que ignorarlas”, aclara, pero la estrategia tiene que ser “buenísima” para que el despacho pueda sacar algo de rentabilidad. Y en este sentido, advierte de que la inversión necesaria para tener una buena estrategia de redes sociales posiblemente sea tan grande que no valga la pena…
Para facilitaros vuestros inicios (y no solo los inicios) con un despacho, os recomendamos visitar nuestro Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos, en el que expertos escriben semanalmente sobre planes de negocio, acciones promocionales, estrategias de comunicación, posicionamiento en el mercado o redes sociales, entre otros temas. Información y herramientas útiles, tanto para nuevos abogados como para quienes ya llevan un tiempo ejerciendo.
La Abogacía Española y las redes sociales
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A la hora de planificar el plan de negocio, debes tener en cuenta la importancia de Internet y su valor como herramienta de apoyo empresarial. En este sentido, la página web es una forma más de contacto con nuestro despacho, porque clientes potenciales buscan información en Internet sobre los distintos servicios que necesitan. A la hora de diseñar nuestra página web existen plantillas que nos facilitarán el trabajo. También puedes encargar el diseño a una empresa especializada.
La web de un despacho de abogados debe captar la atención del visitante y explicarle claramente qué le puedes ofrecer. Existen muchos tipos de web, pero algunas de las secciones que no deben faltar son:
- Página principal de entrada.
- Quiénes somos: presentación de tu despacho profesional, objetivos y valores.
- Equipo: los socios y el equipo de profesionales.
- Descripción de los servicios ofrecidos.
- Información para los clientes: especialidades del despacho, novedades legislativas, normativas, etc.
- Opción para la solicitud de servicios: solicitud de cita o consultas, por ejemplo.
- Contacto: debe incluir dirección postal, teléfono, fax y correo electrónico. Además, puedes incorporar un pequeño plano de ubicación.
- FAQ: repuestas a las preguntas más frecuentes.
- Política de privacidad.
Respecto a este tema, Borja Martínez-Echevarría señala que a un abogado no se le contrata por su página web, pero advierte que “sí pueden dejar de contratarle si está muy descuidada”. En su opinión, hay despachos que tienen páginas web corporativas sensiblemente mejorables, algo que “puede espantar al posible cliente”.
Algunas recomendaciones para tu nuevo despacho
El primer contacto de muchos clientes con mi despacho: la página web
Guía para diseñar el plan de marketing del despacho de abogados
Ya estoy en redes sociales. ¿Y ahora qué?
Abogado, en tu web predica con el cumplimiento legal
Abogados y tecnología: decálogo para trabajar en un entorno seguro
El ejercicio de la actividad profesional de la abogacía, comporta por naturaleza, tratar información muy sensible y confidencial, y debido a nuestro día a día tanto podemos trabajar en nuestro despacho, juzgados, domicilio del cliente o varias ubicaciones y con una continua movilidad. También es muy habitual que toda esta información profesional nos la llevemos “con nosotros” ya sea en soportes digitales o en soporte papel, asegura Jordi Ferrer Guillén, vocal de ENATIC.
Esta praxis profesional tiene que casar necesariamente con las evidentes necesidades de garantizar la seguridad de la información que tratamos, de acuerdo con el Reglamento de Protección de Datos de la UE y, por supuesto para poder dar la correspondiente reputación de confianza a la profesión de abogado. La Seguridad de la Información tiene como principales pilares, la garantía y protección de los siguientes conceptos:
- Confidencialidad: garantizar que la información sensible sólo se revela a los usuarios autorizados.
- Disponibilidad: garantizar que la información está disponible para ser utilizada por los procesos de negocio siempre que se necesita.
- Integridad: garantizar que la información es completa, exacta y no duplicada.
- Autenticidad: garantizar la identidad de los usuarios o procesos que tratan la información.
- No refutación: garantía que se puede demostrar qué usuarios tratan la información.