20 octubre 2015

Abogados en Linkedin: Cómo rentabilizar tu presencia en esta red (I)

Susana González  Por Susana González
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Linkedin Marketing y Abogacía Española Si los cuentos comienzan por “Erasé una vez”, cualquier post sobre Linkedin que se precie comienza con “LinkedIn es la red social profesional por excelencia”.
Al mes de ser lanzada en mayo de 2003 alcanzó los 4500 usuarios y en algo más de 12 años ha consolidado 380 millones de usuarios (a fecha 30/07/2015 * DMR Formerly Digital Marketing Ramblings).
Pretendo compartir recomendaciones para optimizar su uso del modo más práctico que me sea posible, pero por más que lo comprimo no soy capaz de hacerlo en una entrada corta en este blog, por lo que hemos decidido dividir todo lo que queremos contaros de esta red, en tres partes.
En esta primera parte trataremos las ventajas que para los abogados tiene trabajar LinkedIn con eficacia e interacción y aportaremos recomendaciones en el diseño de perfiles, en la forma de comunicar y en nuestra actitud a la hora de compartir información propia y de terceros. Seguiremos en una segunda parte en la que trataremos algunos ejemplos de errores comunes, es decir aquello de lo que es recomendable alejarse o no realizar en esta red profesional, y cerraremos el círculo con una tercera parte destinada a recomendaciones para las cuentas de empresa para nuestros despachos profesionales.

Diseña con LinkedIn gran parte de tu identidad digital profesional

Como recomendación general, antes de abrir un perfil en cualquier red social conviene estudiar su potencial, su público objetivo, sus ventajas, y su usabilidad. Tener un perfil de Linkedin sin tener claro por qué, para qué, qué vamos a hacer y con qué objetivos, además de no aportar de nosotros una buena imagen profesional será una completa pérdida de tiempo.

Es importante siempre reflexionar y marcarnos unos objetivos a corto-medio plazo en la configuración, gestión y actualización de nuestros perfiles.

LinkedIn es mucho más que un currículum online. Si lo diseñamos a conciencia y actualizamos a menudo, LinkedIn aportará una visión completa de nuestra trayectoria profesional a la par que la oportunidad de generar confianza y consolidar nuestra reputación profesional online.

Os animo a descubrir las muchísimas ventajas de esta red profesional.

5 Ventajas de LinkedIn

  1. Linkedin Marketing. Abogacía EspañolaConsolidar nuestra imagen profesional: nos proporciona un espacio personal donde ofrecer una presentación seria de nuestro perfil, así como la oportunidad de visualizar nuestra especialidad, con contenido propio compartido en la red y solventando, en debates de opinión, cuestiones sobre las que tengamos conocimiento técnico especializado.
  1. Crear contactos profesionales e interactuar sin ser invasivos: es una excelente herramienta para crear una red de contactos con profesionales de nuestro sector con quienes compartir información, a quienes valorar y de quienes aprender; así como con profesionales de otras empresas, potenciales clientes y proveedores, que puedan percibir cierto nivel de confianza consolidada gracias a las recomendaciones que obtenemos a los contenidos que compartimos.
  1. Comunicarnos, generar conocimiento y oportunidades, así como impulsar nuestra formación constante: esta red es una buena vía de comunicación con nuestros contactos de forma personalizada por mensajes individualizados (los mensajes masivos y automáticos suelen producir un enorme rechazo) o para concertar y preparar visitas o entrevistas. La información que aportamos en nuestros perfiles de LinkedIn arroja datos significativos que, bien estudiados, nos pueden ayudar a “conocer” mejor a la persona con la que vamos a reunirnos.

Es cierto que LinkedIn sugiere puestos de trabajo con relación a nuestra preparación, experiencia o actividad y, también es cierto que puede servir para esa toma de contacto e incluso para iniciarnos en algún proceso de selección. Sin embargo, veo mucha más ventaja a esta red para quien quiere contratar a un profesional, siendo una muy buena plataforma para localizar y evaluar candidatos (recruiting).

  1. Información actualizada: es una muy buena fuente de información de la actualidad en el sector.
  2. Obtener apoyo financiero a proyectos: uno de los usos más desconocidos de LinkedIn es la posibilidad de encontrar en la red posibilidades de financiación e inversores para proyectos.

La gran pregunta siempre suele ser ¿cómo?, así que aquí van algunas recomendaciones.

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Una cosa es cuidar nuestra intimidad y otra, bien distinta, saber que, en la actualidad, estamos en internet aunque no tengamos web o cuenta en ninguna red social, o aún si teniéndola, no la trabajamos. Hasta nuestros resultados de búsquedas o historial de navegación aporta datos sobre nuestra vida digital, ¿Por qué dejar que la red hable de nosotros pudiendo decirle exactamente qué es lo que queremos transmitir cuando alguien nos localice en Internet?

1. Dedica tiempo a completar y actualizar tu perfil.

La propia red nos va posicionando de principiante a experto conforme vamos avanzando en la configuración de nuestro perfil y compartiendo contenidos.

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Imagen: En todas las redes sociales la imagen de nuestro perfil da una idea de lo que queremos transmitir. Al ser Linkedin una red destinada al desarrollo profesional y a la creación de una red de contactos tanto profesionales como empresariales, elegir bien la foto nos ayudará a aportar una imagen acorde y coherente con nuestro nivel de experiencia en el sector. Lo sensato es evitar fotos que no interesen a nuestros contactos profesionales (de fiesta, de copas, en la playa o con el torso descubierto, con los niños o con la mascota, recortadas dejando ver que en la foto original hay más gente, borrosas o pixeladas, las selfies, etc).

La recomendación es que se nos vea bien la cara, en una pose cómoda, afable, tranquila y sin necesidad de entornos, ni paisajes.

Nombre y apellidos: En LinkedIn los nicks o apodos no nos proporcionan nada. Lo conveniente es utilizar nuestro nombre y apellidos reales. De hecho, cuando lo tengamos bien configurado podemos hacer una prueba en buscadores indicando nuestro nombre y apellidos y será nuestro perfil en LinkedIn lo que aparezca en los primeros resultados, generalmente. Luego, una buena tarjeta de visita virtual por nuestra trayectoria profesional, directamente vinculada a nosotros, no a un pseudónimo.

Nuestro “titular” profesional es la parte más importante de nuestro perfil. Aparece justo debajo de nuestro nombre. Contamos con tan sólo 120 caracteres, espacios incluidos, para resumir con concisión nuestra especialidad y experiencia para que pueda ser identificada al primer golpe de vista de quienes visiten nuestro perfil.

Es conveniente utilizar en el titular palabras clave (ej. abogado mercantil, patentes y marcas) ya que LinkedIn consigue posicionar en los primeros puestos de las búsquedas por nuestro nombre y nuestra especialidad. Por lo tanto cuanto mejor la reflejemos, mejor visualizada aparecerá en los buscadores. Como en todo, lo positivo es que sea en su justa medida, y no por pretender posicionar nuestro perfil de LinkedIn caigamos en la tentación de hacer “keyword stuffing” repitiéndolas con desorbitada frecuencia.

Entre esas palabras clave que pongamos en primera persona no recomiendo auto-posicionarnos como “expertos”. Podemos indicar nuestras competencias certificadas y acreditada experiencia sin necesidad de decir que somos expertos. Estar al día de temas de actualidad en nuestra especialidad, para poder opinar con criterio, así como compartir habitualmente información veraz, útil y de interés, propia o de nuestros contactos, podrá ayudarnos a ser valorados por nuestros contactos como referentes en esas materias.

Entre las personas que se encuentran buscando trabajo, es habitual encontrar en el titular la frase típica de “en búsqueda activa de empleo”. Yo recomiendo no gastar caracteres en ello en este titular y sí definirnos como profesionales. Estar buscando trabajo no es un resumen profesional sino una situación, seguramente temporal que, puesto en el titular, a muchas personas les invita a no conectar pensando que vamos a coserles a mensajes pidiendo trabajo, audiencia o enviarles el CV. Sin embargo es cierto que en dicha situación es interesante mostrar la disponibilidad inmediata y la implicación en la búsqueda de trabajo o nuevos proyectos, lo que podemos incluir en el apartado correspondiente al extracto del perfil o bien en el apartado “proyectos”.

El “extracto” es recomendable redactarlo de forma personal y en primera persona (no es una redundancia). Contamos con 2.000 caracteres para resumir nuestra trayectoria profesional y es importante expresar qué podemos aportar a aquellos que visiten nuestro perfil de forma diferenciadora.

“Información adicional”: En este apartado podemos destacar nuestra experiencia en el sector, que no es lo mismo que todo el dosier de cursos, máster y jornadas a las que hemos asistido, lo que podremos – en su caso – relacionar en el apartado “Educación”.

Al respecto, muchos decididamente no relacionamos todas las formaciones complementarias recibidas e impartidas, basando la red en la experiencia consolidada. Sin embargo, para los que destacar estas cuestiones sea relevante, la recomendación es incluir sólo aquellas que verdaderamente den respaldo a nuestra especialidad actual. Yo hice un curso de todo un año de derecho agrario comunitario en la facultad allá por el año 92. Si mi especialidad es el derecho digital, ¿qué aporta en mi perfil de LinkedIn indicar que me certifiqué en su día y por eso sabía cómo se negociaba el precio del maíz en Bruselas o hasta qué punto conozco los entresijos de la política agraria común?

Linkedin Marketing y Abogacía Española No nos olvidemos de configurar el apartado “Aptitudes”. Clasificarnos no es fácil, aunque habitualmente sabemos bien cuáles son nuestras aptitudes profesionales especializadas. Con ello nuestros contactos, una vez comprueben que verdaderamente controlamos del tema, pueden decidir libremente validarlas. Eso sí, como en toda red social, prima la reciprocidad. No podemos esperar recibir sin dar, de tal modo que invertir algo de nuestro tiempo en impulsar aptitudes de nuestros contactos nos mantendrá, a su vez, presentes en sus perfiles y consolidará en buena medida nuestras relaciones.El apartado “Recomendaciones” es casi la parte intocable de nuestro perfil. Es el lugar donde voluntariamente quien quiera puede expresar una recomendación sobre nosotros. En honor a la verdad, suelen producirse cuando realmente hemos colaborado con alguien o hemos compartido una experiencia profesional en la que nuestra experiencia profesional ha podido ser destacable. No pidamos recomendaciones… la voluntariedad aporta total credibilidad.

Aceptar un contacto y que a los segundos recibas un mensaje automático solicitándote que le recomiendes es uno de los errores que incluiremos en la siguiente parte. ¿Cómo recomendar a alguien a quien acabo de conectar y con quien jamás he compartido trabajo ni experiencia? Pues pasa…

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Linkedin Marketing y Abogacía Española Cómo contactar: Finalmente, dentro del perfil es muy importante el “take it easy”: hagamos fácil que nos contacten en realidad. Estamos para ello, ¿no? Es por tanto recomendable poder decir dónde trabajamos, y a qué correo y teléfonos pueden dirigirse a nosotros si se nos precisa, además de aprovechar a indicar nuestro sitio web, blog o el del despacho o empresa para la que trabajamos.

  1. Actualiza tus contenidos con frecuencia.

Como en todas las redes sociales, trabajarlas con eficacia e interacción requiere compartir información de interés, ya sea mediante contenido propio (publicaciones de nuestro blog que además podemos incluir en el apartado “publicaciones” de nuestro perfil) o de terceros que recomendamos a nuestra red de contactos por temática de interés o en los grupos en los que participamos.

La recomendación de mínimos es hacer una actualización diaria. Si no hacemos esto estaremos teniendo una red que no nos reportará ningún beneficio y hablará de nosotros en negativo. Recordemos que LinkedIn nos califica como principiantes o expertos en función de lo completo y actualizado que tengamos nuestro perfil; del tiempo que permanezcamos en activo en la red; de si realizamos o no publicaciones, de si obtenemos o no recomendaciones y validaciones a nuestras aptitudes, etc. Nos mantendremos como principiantes si no compartimos prácticamente contenido y sólo utilizamos LinkedIn como canal de información.

  1. Personaliza la URL de tu perfil.

Linkedin Marketing y Abogacía Española Cuando creamos nuestro perfil se nos asigna por defecto una URL llena de letras y números, algo así como es.linkedin.com/susana-gonzalez-ruisanchez/9a/c15/d83. Personalizar la URL refuerza nuestra marca personal en las búsquedas en Google, facilitando que nuestro perfil en LinkedIn salga en las primeras posiciones de las búsquedas por nombre y apellidos.

Para ello, basta con acceder a Cuenta y configuración/ Privacidad y Configuración/ tu URL de perfil público y editarla con nuestro nombre y apellidos.

  1. Desactiva la difusión de actividad.

Si no la desactivamos, cada cambio que hagamos en nuestro perfil, tanto si añadimos algo en nuestra descripción, como si cambiamos algo en nuestro extracto, como si seguimos a un nuevo contacto o empresa, como si incorporamos una publicación o cambiamos la foto, etc. se lo estaremos contando a nuestra red de contactos. Desde mi punto de vista se trata de una información que carece de relevancia y que, a nada que seamos un poco activos en la red, podemos cargar a nuestros contactos informándoles de cada paso que damos. Creo que los contactos de LinkedIn agradecemos no recibir notificaciones de cada uno de estos cambios.

Para ello, vamos a Perfil/Editar perfil/¿Notificar a tu red? No. O bien, a Gestionar Privacidad y Configuración/controles de privacidad/activar/desactivar la difusión de tu feed de actividad y de esta forma conseguiremos ser menos invasivos.

con Linkedin Marketing y Abogacía Española

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  1. Localiza a tus contactos de calidad.

La segunda gran frase que caracteriza cualquier texto relacionado con LinkedIn es que se trata de una “red de contactos de calidad”. Pero, ¿Por dónde empezamos a tejer esta red?

Un dato importante es que LinkedIn nos permite realizar un máximo de 3.000 invitaciones. Parecen muchas, pero la recomendación es ser prudentes.

con Linkedin Marketing y Abogacía Española Podemos empezar invitando a los contactos de interés de los que ya tengamos el correo electrónico. LinkedIn nos permite importar contactos de correo electrónico e invitar por tanto a personas de interés que ya conozcamos (compañeros, otros profesionales del sector, clientes reales, etc).

Para ello, iremos al menú superior/Red/Añadir contactos y elije tu proveedor de correo entre los que aparecen en la lista:

Al cargar nuestra lista de contactos, LinkedIn nos muestra quiénes de ellos tienen abierto perfil. Como todo, configurar bien nuestras cuentas nos llevará más tiempo que si le damos a todo a aceptar, pero tiene sus consecuencias si queremos optimizar su uso y rentabilizar nuestra presencia en la red.

No se trata de invitar a todos sino de hacer una selección de aquellos perfiles que creamos que puedan aportarnos valor. De hecho, aparecerán algunos perfiles sin foto y sin descripción que quizás tengan la cuenta medio abandonada, lo que no suele ser un contacto de gran calidad. No olvidemos, además, que nuestros contactos van a decir mucho de nosotros a LinkedIn quien habitualmente nos recomendará contactar con otras personas por afinidad a los perfiles de contactos seleccionados a funcionalidad “gente que podrías conocer”.

Tras la selección de los contactos, bastará con darle a “añadir” para enviar las invitaciones a los contactos seleccionados.

Del mismo modo, hemos de ser generosos y a la vez selectivos al aceptar invitaciones a conectar para controlar la calidad de nuestra red de contactos. Cada quien tendrá sus objetivos, su plan o sus propias normas de organización de su cuenta, si bien es importante seguir algún tipo de criterio.

Solicitar participación en grupos de interés es una excelente forma de obtener información relevante, participar en debates y obtener contactos de calidad en LinkedIn.

Otro dato a tener en cuenta en esta red es que podemos participar en un máximo de 50 grupos y que los participantes de cada grupo en el que participamos se consideran contactos (de segundo nivel) de nuestra red, con lo que es importante realizar una buena selección en aquellos en los que no sólo vayamos a obtener información de interés, sino que también podamos debatir y aportar, considerando además que sólo contamos con 3000 invitaciones.

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Además, si nos incluimos en más grupos de los que realmente estamos dispuestos a consultar e interactuar, recibiremos demasiadas notificaciones. Y si no queremos recibir notificaciones, ¿para qué solicitamos invitación a grupos en los que no vamos a participar? De no ser que estemos muy pendientes, sin notificaciones de los grupos no solemos entrar a revisar a diario qué ha podido compartirse de interés.

Lamentablemente no todos los grupos de LinkedIn son gestionados con eficacia, muchos de ellos están repletos de spam o no tienen unas normas claras que impidan la auto-propaganda de sus miembros. Tener un grupo en el que constantemente compartir nuestros post podrá ser positivo si, a la recíproca, compartimos post de otros o recomendamos lo que publican otros miembros del grupo. Si sólo publicamos nuestros post y nos marchamos de allí sin generar más interacción estaremos spameando al grupo a la par que dejando bien claros nuestros particulares intereses nada cercanos al debate, a la interacción ni a la generación de comunidad.

Este tema es válido para los grupos de Facebook, donde deberían tenerse claras las pautas de publicación, ya que algunos son monopolizados siempre por los mismos miembros auto-publicitándose y además entre compañeros, lo que no sé qué rentabilidad podrá aportar más allá de generar visitas al blog o web. Resulta poco eficaz y hasta desagradable.

En estos casos, siempre podemos abandonar el grupo, o bien desactivar la actividad. Para esto último, hemos de ir a privacidad y configuración/grupos, empresas y aplicaciones/ establece la frecuencia de los extractos por correo electrónico de grupos/ningún correo electrónico.

Cuando se acepta nuestra entrada a un grupo, podremos ver en la parte superior derecha, sobre el número de miembros, quiénes son los miembros del grupo. Cuando llegamos a los miembros de segundo grado podemos enviarles un mensaje o conectarles:

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También hemos de conocer que en la parte superior de nuestro perfil de LinkedIn, tenemos la caja del buscador y a su derecha, la búsqueda “avanzada” en la que podemos seleccionar contactos en función del cargo, universidad, empresa en la que trabaja, concretos intereses, por palabras clave, etc., revisar sus perfiles e invitar a conectar a aquellos que sean de nuestro interés.

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  1. Configura la seguridad y privacidad de tu cuenta.

Por último, creo importante recordar que es nuestra responsabilidad como usuarios configurar nuestras cuentas de forma consciente, tanto en los apartados de privacidad y seguridad como en el resto de ajustes que encontraremos en “Privacidad y Configuración” en la parte superior derecha de la página.

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Estar es fácil, lo difícil es mantenerse y poner la red al servicio de todos.

Os espero pronto por aquí con una segunda parte en la que analizaremos los errores y prácticas molestas más comunes en LinkedIn.

Susana González

WEB: Susana González Ruisánchez
TWITTER: @SuDigitalLawyer

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