22 octubre 2024

Claves para adquirir una mentalidad empresarial en la abogacía

Berta SantosPor Berta Santos

El ejercicio de la abogacía ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, exigiendo a los abogados, no solo el dominio de la parte técnica, sino también la necesidad de desarrollar una mentalidad empresarial.

Esta capacidad permite a los abogados gestionar sus despachos de manera eficiente, innovar en la prestación de servicios y adaptarse a las necesidades del mercado. Adoptar esta mentalidad no es solo útil, sino esencial para prosperar en un entorno cada vez más competitivo. Por ello, conviene conocer cuáles son las claves fundamentales para mejorar esta mentalidad y para gestionar de modo más eficiente y con éxito el despacho.

  1. Adoptar una Mentalidad emprendedora

Una de las principales diferencias entre los abogados tradicionales y los que adoptan una mentalidad empresarial es el crecimiento continuo. En este sentido, es importante ver los desafíos como obstáculos, sino como oportunidades para aprender y mejorar.

Esta capacidad para adaptarse es vital, especialmente cuando los cambios tecnológicos y de mercado afectan la forma en que se presta el servicio legal. Es esencial que los abogados se mantengan abiertos a nuevas ideas, como el uso de tecnología legal (LegalTech), y estén dispuestos a salir de su zona de confort para innovar en su práctica diaria.

  1. Centrarse en el Cliente: El Secreto del Éxito Empresarial

Uno de los pilares de la mentalidad empresarial es el enfoque en el cliente. Los abogados con una mentalidad empresarial reconocen que el servicio al cliente va más allá de brindar asesoramiento legal. Se trata de entender las necesidades de los clientes, anticiparse a los problemas y ofrecer soluciones personalizadas. Los clientes actuales buscan un valor añadido, no solo una solución técnica.

Según un estudio publicado en International Journal of Clinical Legal Education dirigido por en la Queen Mary University de Reino Unido, enseñar a los estudiantes de derecho a pensar como emprendedores mejora su capacidad para ofrecer un asesoramiento innovador y centrado en el cliente​. Aplicar esta mentalidad permitirá poder diferenciarse de otros despachos que siguen un enfoque más tradicional.

  1. Capacidad de Innovación: Aprovechar las Nuevas Tecnologías

El ámbito jurídico está siendo transformado por la tecnología, y aquellos despachos que no logren adaptarse a estas innovaciones corren el riesgo de quedarse atrás. Un abogado con mentalidad empresarial entiende que la tecnología no es solo una herramienta, sino un motor para la eficiencia y el crecimiento.

  1. Mentalidad Financiera

Para ser un abogado emprendedor, es crucial identificar y transformar sus creencias sobre el dinero. Muchos abogados con despachos propios suelen tener creencias limitantes respecto al dinero, tales como el miedo a la inversión, el temor al riesgo o la percepción de que preocuparse por las finanzas podría desviar el foco de su misión profesional.

Un abogado con una mentalidad financiera sana entiende que el dinero no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para crear estabilidad y posibilidades en su despacho

  1. Networking y Creación de Alianzas Estratégicas

Desarrollar una red sólida de contactos es fundamental para cualquier abogado que busque crecer su negocio. Sin embargo, los abogados con una mentalidad empresarial van más allá del simple networking; buscan alianzas estratégicas que les permitan expandir su alcance y acceder a nuevos mercados. Estas alianzas pueden incluir colaboraciones con otros despachos, consultoras, gestorías o incluso con empresas de tecnología legal.

  1. Ser Resiliente y Manejar el Riesgo

La capacidad de manejar el riesgo es otra habilidad clave que los abogados deben desarrollar para tener éxito como emprendedores. Al igual que en cualquier negocio, la práctica legal tiene sus altibajos, y los abogados deben estar preparados para enfrentar fracasos y aprender de ellos. Desarrollar una actitud resiliente permite superar estos desafíos sin perder de vista los objetivos a largo plazo, además de poder ser intencional y persistente en la búsqueda de metas.

  1. Afrontar el estrés y el fracaso

El camino en la abogacía está lleno de obstáculos y momentos de incertidumbre. Uno de los rasgos clave de un abogado con mentalidad empresarial es la capacidad para afrontar el estrés y aprender de los fracasos. Los abogados enfrentan altos niveles de estrés debido a la naturaleza de su trabajo, que involucra plazos ajustados, demandas de los clientes y decisiones de alto riesgo. La capacidad de manejar el fracaso y reponerse de los desafíos es uno de los factores que distingue a los abogados que prosperan en sus prácticas empresariales​

Una mentalidad empresarial requiere no solo enfrentar el fracaso con coraje, sino también reformularlo como una oportunidad de crecimiento. Esto significa que, en lugar de evitar el fracaso, el abogado emprendedor debe verlo como una parte inherente del proceso, aprendiendo a adaptarse y evolucionar con cada experiencia.

Adoptar una mentalidad empresarial no significa dejar de lado el conocimiento jurídico, sino complementar este con habilidades estratégicas, habilidades de liderazgo, financieras y tecnológicas que impulsen el éxito del despacho. Los abogados que logren desarrollar estas competencias no solo garantizarán la supervivencia de su negocio, sino que estarán mejor posicionados para aprovechar las oportunidades que ofrece un mercado legal en constante evolución.

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