¿Cómo gestionar la incertidumbre en la abogacía?

Por Berta Santos

La llegada de las nuevas tecnologías, la robótica y otras innovaciones está provocando un aumento del miedo ante la incertidumbre en el sector. ¿Cómo puede el abogado/a vencer ese miedo a lo desconocido, ante los cambios que se están produciendo?

La abogacía es una profesión incierta. Como abogado/a has de lidiar diariamente con la incertidumbre: incertidumbre sobre el resultado del caso al que tanto tiempo has dedicado, incertidumbre hacia la facturación del despacho, incertidumbre hacia la entrada o la falta de nuevos clientes, incertidumbre sobre la destreza en la aplicación de las nuevas tecnologías y, en definitiva, incertidumbre hacia el futuro de la profesión.

La incertidumbre es la falta de certeza hacia el futuro que, en algunos casos, puede conllevar inquietud hacia ese desconocimiento. Para evitar que la incertidumbre se convierta en una preocupación es necesario que observes los siguientes aspectos:

1. Acepta la incertidumbre como inherente a la propia vida. La vida es incertidumbre, es cambio constante. No es una cuestión de ser fuerte, de luchar, sino de aceptar y adaptarse a los cambios que están por venir. No son los abogados/as más fuertes los que sobreviven sino los que más rápidamente aceptan y asumen los cambios. En esa adaptación no importa la edad, las habilidades técnicas o las habilidades informáticas, sino una actitud humilde para reconocer el miedo a lo desconocido generado en mí.
2. Ve hacia la incertidumbre. Para vencer cualquier miedo a lo desconocido es fundamental actuar. El desconocimiento puede vencerse si estás dispuesto a adentrarte en el proceso de aprendizaje, siendo capaz de confiar en tu propia evolución profesional y realizando acciones diferentes a las que sueles realizar. No puedes pretender evolucionar si sigues ejerciendo la profesión o dirigiendo el despacho de la misma forma. Si deseas resultados diferentes, actúa diferente.
3. No busques el control absoluto en todo. Déjate sorprender por la vida, por tus capacidades como abogado que desconocías, por otra manera de hacer. La confianza en ti es fundamental para vencer el miedo a la incertidumbre. Tienes muchos recursos profesionales y personales para sobrellevar cualquier situación difícil. Lo único que necesitas es descubrirlas y sobre todo
4. Sé curioso y abierto. El abogado es un profesional curioso por la propia naturaleza de la profesión. Es muy importante estar al día de novedades legislativas, leer bibliografía jurídica, tendencias de marketing y de la profesión. ¿Y tú? ¿Qué hay de saber más sobre ti? El autoconocimiento es fundamental para lidiar contra la incertidumbre. Puedes buscar mil herramientas de implementación en el despacho, pero si no te ocupas del principal activo que eres tú, cualquier herramienta a implantar será en vano.
5. Asume riesgos y sé valiente. Los riesgos forman parte de cualquier acción y evolución profesional. Si deseas convertirte en un buen profesional de la abogacía tendrás que asumir riesgos, ser valiente y ofrecer nuevas estrategias, servicios y novedades a tus clientes para diferenciarte de la competencia. Además de todo ello, resulta fundamental crear una comunicación verdadera y auténtica contigo mismo, y, para ello, es necesario ser muy valiente. 
6. Clarifica metas y objetivos. En cualquier situación de incertidumbre es necesario conocer lo que deseas y tus objetivos. Recuerda que tus objetivos han de ser específicos, asumibles, claros y determinados en el tiempo. Además de conformes a tus verdaderos de deseos que, únicamente, tú conoces cuáles son.
7. Creación de un mapa. Recorrer un camino desconocido es más fácil si cuentas con un mapa. La creación de un mapa te permitirá disminuir el riesgo y el miedo hacia lo desconocido, valorar los pros y contras ante, por ejemplo, la implementación de alguna medida tecnológica en el despacho. En la creación del mapa necesitarás:

• Determinar las acciones necesarias para el cumplimiento de tus objetivos y los del despacho.
• Definir la estrategia tomando en cuenta todo aquello que pueda afectarle (entorno, entorno, situación global de la economía, tipología de cliente, etc.)
• Establecer las oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas no únicamente las del despacho sino también las tuyas a nivel personal que, evidentemente, van a influir en todo ello.

Cuanto más realista sea la creación del mapa, mejores serán los resultados del mismo.

En definitiva, en la gestión de la incertidumbre es necesario un equilibrio entre la identificación de todo aquello que puedes controlar y la aceptación de lo que escapa a tu control. El control absoluto no es realista y desgraciadamente a lo único que puede llevarte es a poner en riesgo tu salud. Ten el valor de aceptar con humildad que muchas situaciones no dependerán de ti. No te apegues a ningún resultado y déjate sorprender por todo lo bueno que está por llegar para la profesión.

Berta Santos
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