Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
31 octubre 2018
¿Cómo lidiar con personas tóxicas en el despacho?
Por Berta Santos
El día a día en un despacho de abogados puede resultar intenso. No se trata únicamente de la exigencia propia de cada asunto, se trata también de lidiar con las personas y puede que, en algunos casos, se trate de personas con las que no congenias y con las que resulta difícil la convivencia diaria dentro del despacho.
¿Cómo lidiar con esas personas? No se trata de luchar contra ellas, sino de observar que cada una de las personas con las que compartimos nuestro trabajo puede convertirse en un excelente maestro.
En los despachos existen maestros con los que puedes aprender cuestiones técnico-jurídicas y también “maestros” que pueden poner a prueba tu valía como persona y como profesional. No sirve de nada centrar la atención en esas personas, ni realizar grandes disertaciones sobre cómo es una persona tóxica. El centrar la atención en esas personas únicamente complica la situación.
La reflexión de los siguientes puntos te ayudará a un análisis más constructivo de la situación, para que suponga un mero aprendizaje en tu carrera profesional.
- Centra la atención en ti
Resulta muy tentador realizar un juicio y criticar a la persona con la que convives en el despacho. Esa persona consigue hacerte perder la paciencia y, en definitiva, generarte una situación de estrés que, en ocasiones resulta difícil de superar, sobre todo, si esa persona tóxica resulta ser el socio del despacho o la persona con la que has de despachar los asuntos. Sea como fuere, el primer paso hacia la resolución de la situación es focalizarte en ti. En los despachos de abogados no existen las causalidades, de la misma forma que asumes las riendas de un asunto jurídico para ofrecer la mejor solución para el cliente, resulta importante tomar las riendas sobre ti. Analiza cómo te sientes hacia esa persona, qué partes de tu personalidad se están poniendo a prueba, conoce tu vulnerabilidad y aprovecha esta situación para mejorar el conocimiento sobre ti.
- No cedas el poder al otro
Un buen abogado/a no prepara una defensa centrándose en la otra parte, sino confiando en su conocimiento y experiencia. Dedicar tiempo a comentar con otros compañeros/as las particularidades de esa persona en cuestión no hará más que incrementar la intensidad sobre la situación. Nadie tiene capacidad de influencia sobre ti si no se la cedes, no te conviertas en su víctima. Tú valía profesional no puede verse cuestionada por la aparición de esa persona. No te desmerezcas y comienza a recuperar la fortaleza y la confianza en ti y en tu trabajo que, sin duda, te ayudará a convertirte en un mejor profesional. No dudes de ti y centra tu atención en dar valor a tus habilidades, ponlas en práctica para lidiar con garantías en esa situación.
- Maneja tus emociones
La parte emocional es la que se pone a prueba ante esas personas. En consecuencia, si no tienes una buena gestión te resultará muy difícil lidiar con esas personas. Un buen manejo emocional supone no ser esclavo de las propias emociones. Reaccionar ante esas personas no es la solución y tampoco lo es retener las emociones. Afronta la situación aunque esa persona tenga una jerarquía superior a la tuya en el despacho. Comunícate de forma asertiva, establece límites para evitar las faltas de respeto y, si es necesario, comunícalo formalmente a la dirección del despacho.
- Sitúate como observador
Vive la situación como parte del aprendizaje para avanzar en tu carrera como abogado/a. Cuestionarte qué es lo que la persona viene a mostrarte te ayudará a descubrir partes de tu personalidad que pueden ayudarte a avanzar en tu carrera. Asimismo, descubrir tus carencias y tu vulnerabilidad puede convertirse también en un reto a superar. Lidiar con personas difíciles puede resultar un gran aprendizaje, sobre todo si sabes aprovechar la oportunidad que te brinda esa persona para aprender sobre ti.
- Supera la situación
Huir de la persona con acciones como podría ser un cambio de despacho sin haber afrontado la situación empeorará las cosas. Todo aquello que no superas permanece y se vuelve más fuerte. Sólo es cuestión de tiempo que vuelvas a encontrarte a una persona similar o incluso peor en otro despacho. La carrera del abogado/a no se construye únicamente por la resolución de temas jurídicos, sino también con la resolución de cuestiones colaterales al ejercicio de la profesión que, sin duda, son igual de importantes en el aprendizaje de la profesión.
En definitiva, más allá de las personas tóxicas que pueden existir en cualquier despacho, se trata de ser lo suficientemente inteligentes emocionalmente para desarrollar mecanismos de regulación, que puedan ayudarte a mejorar tu autoconocimiento. Y es que cada persona que se cruza en tu camino viene a mostrarte o enseñarte algo, a veces se trata de una enseñanza jurídica y otras veces estamos ante una enseñanza vital. Sea como fuera es simplemente una oportunidad para convertirte en un mejor profesional y una persona mejor, si así decides afrontarlo.
Berta Santos
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