Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
09 febrero 2017
¿Cómo pasar de trabajar para otros a dirigir tu propio despacho?
Por Berta Santos
Estás cansado de trabajar para otros y te has decidido a crear tu propio despacho. No obstante, seguramente te estarás preguntando cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta para abrir un despacho con ciertas garantías de éxito.
En los inicios de tu carrera como abogado te preocupaba adquirir los máximos conocimientos técnicos, probablemente escoger un buen despacho para hacer prácticas, quizás estudiar un máster de especialización, todo ello con el objetivo de ejercer tu profesión con excelencia. Convertirte en un abogado con suficientes conocimientos y un bagaje suficiente para afrontar la defensa de los casos. En esta nueva etapa los conocimientos técnicos por sí mismos no serán suficientes, vas a necesitar otros conocimientos distintos y que probablemente no se enseñan en ninguna facultad.
¿Qué aspectos has de tener en cuenta para comenzar esta nueva aventura?
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La gestión de la incertidumbre
El trabajar en tu propio despacho va a suponer gestionar la incertidumbre de desconocer cuánto vas a facturar cada mes. Este tema supone para muchas personas, abogados o no, el tener que lidiar con la presión que supone llegar a final de mes con una facturación suficiente como para cubrir gastos y que el despacho sea rentable. La incertidumbre es inherente a la propia vida, así que cuanto antes vivas en ella más cómodo te sentirás ante los cambios, nuevos retos y nuevos proyectos. Convierte la incertidumbre en un reto para superarte día a día.
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La venta de los servicios del despacho
Este aspecto resulta obvio. No obstante, cada vez son más los abogados a los que les cuesta vender sus servicios. Seguramente alguna vez te habrá dado apuro entregar una tarjeta, o vender tus propios servicios como abogado, ya sea debido a tu inseguridad ante el qué dirán o a no creerte lo suficientemente bueno para “venderte”. Recuerda que lo te vendes es a ti mismo, además de tus servicios, y esto supone ostentar plena confianza en ti mismo y creerte que eres un buen abogado.
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La dirección de un equipo de trabajo
Es probable que en tu despacho no trabajes tu solo, sino que tengas el apoyo de alguna secretaria o incluso la colaboración de algún becario o compañero que te ayude con algún tema. En estos casos, será imprescindible conocer técnicas de gestión del despacho. A este respecto delegar y confiar en tu equipo resulta fundamental para el éxito del caso. Todos conocemos casos de abogados técnicamente brillantes que, sin embargo, tienen una alta incapacidad para trabajar en equipo o ser buenos jefes de las personas que tienen a su cargo. Piensa en cómo fueron los jefes que tuviste en tus inicios y cuáles fueron aquéllos que dejaron mayor huella en ti, para poder poner en práctica tu experiencia en las personas que dependan de ti.
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La dirección estratégica del despacho
Los despachos, como empresas que son, necesitan unos planes estratégicos que sirvan de hoja de ruta que te ayuden a valorar el cumplimiento de la misión, visión, objetivos, los avances en la facturación, el tipo de cliente a escoger, las áreas del despacho. La gestión del despacho no puede dejarse al azar o al día a día, sino que ha de venir planificado con antelación mínima de un año. El plan estratégico te permitirá verificar el cumplimiento de objetivos del despacho y servir de brújula para conocer la marcha del despacho.
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El plan económico del despacho
¿Cuál va a ser el sistema de facturación del despacho? ¿Será un precio por hora? ¿Será un precio cerrado por caso? Todas estas decisiones son fundamentales para calcular la rentabilidad del despacho. Busca el sistema que sea más adecuado para ti, teniendo en cuenta el tipo de asesoramiento que realizas, el tipo de clientes y la especialización que realizas. En este punto, también será necesario conocer cuál deseas que sea tu posicionamiento y el del despacho. Nadie mejor que tú conoce tu negocio, por tanto es fundamental que estudies todas las posibilidades y decidas la mejor opción para tu despacho.
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La comunicación y la imagen corporativa del despacho
Actualmente la imagen y la comunicación son fundamentales, especialmente en redes sociales. Por ello, es imprescindible decidir qué tipo de comunicación seguirá el despacho y cuál va a ser su mensaje en las redes sociales. La decisión de estar o no estar en redes sociales requiere de estrategia, reflexión y dirección, según lo más conveniente para el despacho. No dejes este aspecto a lo que vaya surgiendo. Es importante planificar de antemano la línea editorial de la página web, redes sociales y en su caso blog.
Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta si te lanzas a la aventura de ejercer en solitario. Además de todo ello, recuerda que el principal activo del despacho eres tú por lo que será necesario que lleves una buena gestión de tu tiempo, para que no sientas que trabajas por y para el despacho. Un buen equilibrio entre tu vida profesional y personal será una de las claves para que puedas sentirte satisfecho con esta nueva etapa. Aprovecha las ventajas que te ofrece disponer de tu tiempo y sácale partido a esa flexibilidad.
Berta Santos
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