09 enero 2020

¿Cómo piensa un abogad@ exitos@?

Berta SantosPor Berta Santos
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En los comienzos de año es habitual marcarse objetivos y nuevos propósitos para el despacho. No obstante, en ocasiones también es habitual que muchos de estos objetivos no lleguen a concretarse y se queden en un decálogo de buenas intenciones. Existen muchas razones por las cuales los objetivos no llegan a cumplirse, una de ellas es el modo de pensar. ¿Cómo puedes cambiar el modo de pensar en tu carrera profesional y en la marca del despacho?

  1. Está en contacto con buenas ideas y conocimiento

Para poder entrenar la mente a pensar con claridad es necesario aprender de las mejores personas. Es importante destinar tiempo no sólo a la lectura de artículos jurídicos sino también a artículos, libros, vídeos y conocer el punto de vista de personas referentes en el sector legal o en el mundo de los negocios. El objetivo de este conocimiento será crear un flujo de ideas, anotarlas y mantenerlas en un lugar visible a fin de poner estimular el pensamiento.

  1. Pasa tiempo con personas pensadoras

Estar en contacto con personas que puedan desafiarte con su modo de pensar y sus acciones y que, además, sean un desafío para aumentar tu crecimiento y aprendizaje. A este respecto, aunque hay que respetar y ser amable con todas las personas que puedas cruzarte en el camino, sí resulta importante escoger a quién deseamos destinarle nuestro preciado tiempo. En momento de dificultades personales y profesionales, no todas las personas valen, sino aquéllas que puedan aportarnos nuevas ideas y nuevas perspectivas sobre la situación que deseamos superar. Por ejemplo, puede resultar provechoso tomar un café con abogad@s con experiencia o incluso jubilad@s que pueden dedicarte su tiempo, a fin de aprender de su experiencia y conocimiento.

  1. Escoge pensar buenos pensamientos

En el proceso de pensamiento la intencionalidad juega un papel fundamental. Escoger un lugar en el despacho que pueda ser de inspiración, para generar buenos pensamientos y hacer de ello una prioridad, tendría que ser parte de las tareas del día a día del despacho. Para ello, pueda resultar útil establecer un “calendario para pensar”, por ejemplo, apartar medio día cada dos semanas, o dedicar un día entero cada mes. Sé que en medio de la vorágine del despacho puede resultar un contrasentido calendarizar un tiempo para el pensamiento. No obstante, si no lo haces es posible que puedas tener dificultades en la gestión del tiempo en el despacho y tener la sensación de ir perdiendo el rumbo, sin planificación y organización. Escoge el método y la periodicidad que te resulte más adecuada para ti y simplemente acude a tu lugar de pensar y anota en un papel las ideas principales que desees implementar.

  1. Pone en práctica buenos pensamientos

Las ideas tienen una vida breve útil. Es conveniente ponerlas en práctica antes de la fecha de caducidad. De nada sirve tener buenas ideas, si se quedan en meras intenciones y no puedes ponerlas en práctica, por sentir parálisis por el análisis. Si el despacho necesita más clientes, pon en marcha acciones comerciales para dar a conocer los servicios, o amplia alguna área del despacho, o bien contratar a nuev@s abogado@s. Define las acciones necesarias, que puedan ayudarte a poder implementar en el día a día tus ideas.

  1. Permite que las emociones creen otro buen pensamiento

Si esperas a tener ganas de hacer algo, es probable que nunca lo logres. No te dejes llevar por sentir ganas de pensar para hacerlo. Para ello, vas a necesitar cierta disciplina para buscar momentos, dentro de la agenda del despacho para pensar y analizar las situaciones.  Además de buscar maneras de incentivar el pensamiento, para ayudarte a manejar con previsión y un buen análisis todas las problemáticas que puedan darse dentro del despacho.

  1. Repite el proceso de pensamiento

Un buen pensamiento no constituye una buena carrera profesional. El éxito llega a las personas que son capaces de estar generando nuevos pensamientos y nuevas ideas a diario. Por tanto, resultará necesario seguir repitiendo el proceso de pensamiento, en aras a mejorar el funcionamiento del despacho. De esta forma, por ejemplo, el despacho podrá adaptarse a los cambios que se vayan sucediendo progresivamente, implementando pequeñas innovaciones y la tecnología necesaria adaptada a las necesidades del despacho, sin necesidad de realizar grande cambio e inversiones.

Si deseas que este año sea diferente para ti y para el despacho, te animo a que no te dejes vencer por la rutina y la exigencia del día a día y dediques tiempo a tus pensamientos, como si de un caso de un cliente se tratara. Siguiendo las palabras de James Allen “Usted está actualmente donde sus pensamientos le han situado. Mañana estará donde sus pensamientos le lleven”.

Berta Santos
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