¿Cuáles son las soft skills de un abogado de éxito y que la Inteligencia Artificial nunca podrá reemplazar?

Por Berta Santos

El impacto de la integración de la inteligencia artificial en la abogacía traerá consigo nuevos desafíos y retos y una profunda transformación en la forma de ofrecer los servicios legales.

En este sentido, existen diversos estudios que reflexionan sobre cuál será el impacto de la Inteligencia Artificial en el rol tradicional de los abogados. No obstante, no los reemplazará, por cuanto seguirán siendo necesarias habilidades humanas únicas, como son: el análisis, la interpretación y la aplicación de la ley, además de habilidades centradas en la interacción con los clientes y demás agentes intervinientes en la profesión.

La influencia de la Inteligencia Artificial se desarrollará principalmente en la automatización de las tareas rutinarias y en todo lo que se refiere a la búsqueda de datos, jurisprudencia, etc.

La Inteligencia Artificial posibilitará la oportunidad de disponer de mayor tiempo para profundizar en las competencias técnicas de la abogacía, esto es, aquéllas que requieran una capacidad de discernimiento, comprensión humana y argumentación persuasiva.

Asimismo, la inteligencia artificial tampoco podrá sustituir las habilidades soft por cuanto se tratan de habilidades interpersonales y sociales, no relacionadas con conocimientos técnicos, sino centradas en la forma de interactuación, gestión de las emociones y comunicación con las personas y que, junto a las competencias técnicas marcan la verdadera diferencia entre un/a abogad@ de éxito o no.

Las habilidades soft más necesarias para la abogacía podrían resumirse en las siguientes:

a) Comunicación efectiva:
La comunicación es una parte fundamental del trabajo de la persona abogada por cuanto está permanentemente en contacto con clientes, colegas, jueces y otras partes interesadas. Para ello, será fundamental saber escuchar, conectar con las personas, mantener una escucha activa y, en definitiva, saber captar a los demás y comprender sus emociones.

b) Empatía y habilidades interpersonales:
La capacidad de empatizar con los clientes y comprender sus preocupaciones es crucial para construir relaciones sólidas y mantener la confianza del cliente. Asimismo, la persona abogada debe ser capaz de trabajar de manera efectiva en equipos, colaborar con colegas y manejar relaciones profesionales con respeto y diplomacia.

c) Capacidad de adaptación y aprendizaje continuo:
La abogacía es una profesión en constante cambio y, por tanto, es esencial actualizarse y ver cada cambio como una oportunidad de aprendizaje y de mejora, para no quedarse anclado en prácticas estáticas y obsoletas.

d) Liderazgo
La habilidad del liderazgo en la abogacía se refiere a poder influir, dirigir y tomar decisiones de forma estratégica. Así como ser capaces de poner límites a los demás, estar orientado a objetivos y liderar equipos de trabajo con altos estándares de ética e integridad.

e) Gestión del tiempo y organización
La práctica legal implica el manejo de plazos, lo cual implica priorizar tareas y administrar el tiempo de manera eficiente.

A este respecto, es importante destacar la importancia de un análisis previo de los procesos del despacho, para discernir cómo ha de ser su automatización, si es posible, y cómo adaptarla a las necesidades del despacho.

En consecuencia, es importante aprovechar la oportunidad que la Inteligencia Artificial nos brinda para reforzar la vertiente humana, social e intelectual de la abogacía, a fin de reforzar su prestigio social y reconocer su importante vocación de servicio a la sociedad.