24 febrero 2021

El talento que aporta valor #FORLAWYERS

Cristina Ruiz Por Cristina Ruiz

Estarás conmigo en que un abogado excelente no lo es cualquiera.

No, no lo es, un abogado excelente solo lo es aquel cuyo talento aporta valor.

Probablemente ya sabrás que, desde el punto de vista de su evolución, podemos hablar de tres cerebros, el cerebro reptiliano, el sistema límbico, y el neocórtex. Cada uno de estos tres cerebros tiene su propia inteligencia especial, su subjetividad, sentido de tiempo y espacio, y memoria. El cerebro reptiliano es el que controla el comportamiento y el pensamiento instintivos para sobrevivir. El sistema límbico es el origen de las emociones. El neocórtex o ‘corteza cerebral’ es el responsable del pensamiento avanzado, la razón, el lenguaje y el saber. En este último, en su parte anterior, hay una zona pequeña denominada córtex prefrontal CPF, que en concreto realiza cinco funciones: Comprender, memorizar, recordar, inhibir y decidir. La combinación de estas funciones nos permite planificar, proponernos objetivos, resolver problemas, visualizar situaciones nuevas, controlar los impulsos y pensar creativamente…

Cada día sabemos mucho más sobre nuestro cerebro, consecuentemente cada día lo conocemos mucho mejor, y no solo los científicos, también nosotros, a modo de ciencia divulgativa. La verdad es que es un tema realmente apasionante. Hemos hablado ya de los tres cerebros, y estoy segura de que sabéis también sobre los dos hemisferios cerebrales, derecho e izquierdo, referidos a diferentes formas de pensamiento: el lógico y el creativo, y que ambos son compatibles y necesarios.

Pero tal vez habréis escuchado menos sobre la teoría de la división del cerebro en cuatro áreas. Es realmente interesante, y muy apropiada para ese excelente profesional del derecho al que todos aspiramos.

Pues bien, los conocidos hemisferios derecho e izquierdo se dividen a su vez en dos, resultando así:

El lado izquierdo.

  • Izquierdo superior, (cortical izquierdo) es el especializado en el pensamiento lógico y analítico. Nos permite analizar la realidad en base a hechos y datos concretos, define objetivos y planifica estrategias.
  • Izquierdo inferior, (límbico izquierdo) es el del pensamiento de lo concreto, es secuencial y controlador. Se encarga de la organización y los procesos.

El lado derecho.

  • Derecho superior, (cortical derecho) es el del pensamiento abstracto, el creativo, intuitivo y global. Nos conduce a establecer visión y a innovar.
  • Derecho inferior, (límbico derecho) es el del pensamiento emocional y relacional. Encargado de nuestra sociabilidad.

Permíteme que te preguntes a ti mismo.

PRÁCTICA   Cuál es tu talento

  • ¿Cuál es tu talento, lo tienes claro?
  • ¿Qué haces realmente bien?
  • ¿Qué aportas a tu familia, a tus amigos, a tu entorno, a la sociedad?

Más preguntas.

  • En la profesión ¿Cuál crees que es tu gran talento?
  • ¿Cómo operas más? ¿Qué parte de tu cerebro crees que tienes más activada?

Por lo general tenemos más activada, o más desarrollada, o más entrenadas unas partes que otras del cerebro. Nos centramos en aquello que consideramos nuestro gran talento, y nos olvidamos de los demás, bien porque sentimos que nos identificamos menos con ello, bien porque nos cuesta más trabajo ponerlo en acción.

Permíteme otra intervención más.

PRÁCTICA  Piensa si te identificas con ese profesional del derecho

  • Capaz de planificar su carrera profesional, consiguiendo sus objetivos propuestos tomando decisiones trascendentes.
  • Capaz de optimizar el tiempo y organizar el trabajo increíblemente bien.
  • Que su gran motivación es conseguir un gran impacto en la abogacía y en la sociedad.
  • Con esa gran chispa profesional para captar y fidelizar clientes, y gestionar adecuadamente las relaciones con el resto de profesionales con los que trabaja.

Ese profesional que acabo de describir tiene una peculiaridad, si te fijas detenidamente, pone en acción los cuatro cuadrantes del cerebro:

  • Lógico. Analiza su vida profesional y la planifica
  • Conceptual. Va a lo concreto y establece procesos
  • Creativo. Con visión global
  • Emocional. Establece conexiones

Ese perfil, en definitiva, es el de un excelente profesional del derecho, el del abogado cuyo talento aporta valor.

Pero sabías que solo un 3% de la población es capaz de usar de igual manera las cuatro áreas cerebrales. Esto es porque solemos tener un área predominante sobre las otras. Así, salvo que seamos de ese 3%, en nuestro caminar hacia la excelencia profesional tendremos que parar y plantearnos la siguiente ruta:

1 • Conocer cuál es nuestra tendencia natural.

El cuadrante Predominante natural.

2 • Conocer cuál o cuáles de los cuadrantes es el más adecuado conforme a las exigencias profesionales y personales.

El cuadrante Predominante circunstancial.

3 • Aprender cómo desarrollar los no predominantes.

Cuadrantes no Predominantes

A tales efectos, nuestros objetivos profesionales para que nuestro talento aporte valor, y así ser unos excelentes abogados, podrían ser:

  • Tender al uso óptimo del cerebro de forma integral.
  • Evitar que mis predominantes anulen a los no predominantes.
  • Ser capaz de dominar y poner en juego de forma consciente cada cuadrante según las circunstancias requieran.

Por cierto, ¿Qué es para ti la excelencia, ser excelente?  Te dejo pensar… Aristóteles lo tenía claro.

“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, es un hábito.” Aristóteles

PRÁCTICA • ¿Qué haces día a día? · Mapa de roles

  • Mapea cada uno de los roles que adoptas día a día. ¿Qué función cumple cada uno?
  • De entre ellos destaca tu rol más profesional. No te quedes solo en decir soy abogado, concreta un poco más sobre tu actuación específica como abogado.
  • ¿Qué comportamientos tienes cuando asumes ese rol? ¿Cuáles serían los comportamientos más adecuados en relación a las funciones del rol? ¿Qué porcentaje de tiempo te ocupa? ¿Qué tipo de relaciones creas a raíz de dicho rol? ¿Qué expectativas tienes en concreto? ¿Qué expectativas tienen los demás sobre tu actuación en ese rol? Pero lo más importante ¿Ejerces ese rol con auténtica motivación, sentido e implicación?…

La cuestión está en conocer cuáles son tus cuadrantes dominantes y cómo influyen en tu vida. Y conocer qué cuadrantes son más óptimos para cada uno de los distintos roles que adoptas y si coinciden con los que tú desarrollas a fin de trabajar e incidir en los demás.

‘… Bueno, sí, pero si yo si quiero soy capaz de esto, de lo otro, y de muchísimo más…’ Bien, probablemente sí, pero no es suficiente con la promesa sobre nuestro potencial, la sociedad, los clientes, no quieren compromisos de lo que haremos, sino realidades y resultados sobre lo que hacemos y hacemos realmente bien.

‘… Ya, sí, bueno, sí, si yo soy muy analítico, y es mucho mejor que ser creativo, que además son desordenados…’  No se trata de que un cuadrante sea mejor que otro en términos absolutos, sino de que unos son más efectivos para determinados tipos de tareas o trabajos, el abogado excelente es aquel capaz de moverse cómodamente por lo cuatro cuadrantes.

Los abogados, día a día, nos enfrentarnos a dos grandes restos:

  • Tomar decisiones eficientes, esto es, tratar de equivocarnos los menos posible.
  • Resolver problemas, algunos más complejos que otros, y

Te formulo una pregunta  ¿Qué parte del cerebro piensas que toma más decisiones en tu vida, la razón o la emoción?  Te dejo pensar la respuesta…

La respuesta es que las emociones son las que toman el 95% de nuestras decisiones. La razón o la lógica, sólo el 5%. Sí, está comprobado científicamente, la razón, lo único que hace es justificar la actuación de la emoción, una vez tomada la decisión. Sí, y no me refiero a decisiones como ir a tomar el café por las mañanas o dónde pasar el fin de semana, me estoy refiriendo a decisiones necesarias en nuestra profesión de abogados.

Te pongo un ejemplo para que veas claro a dónde quiero llegar. Sitúate en ese escenario y piensa: sentencia a favor, sentencia condenatoria, ¿Qué emoción es más intensa? ¿Qué emoción me dura más, la positiva o la negativa?

Las emociones positivas tienen un pico muy alto de intensidad, manifestándose esa euforia, pero duran menos en el tiempo. Al cabo de una hora ya estoy pensando en el siguiente asunto o en cualquier otra cosa que tengo que hacer. Las emociones negativas son mucho más intensas de manera inmediata, durando, además, dicha intensidad más tiempo. Al día siguiente sigo dándole vueltas a la sentencia condenatoria. Lo mismo me ocurre cuando tengo una gran tensión, una gran frustración…

¿Y qué ocurre? Cuanto más activa está la emoción, más desactivada está la razón, haciéndonos tomar peores decisiones.

Gran parte de nuestras decisiones que salen de la emoción son totalmente inconscientes, esto es obra de nuestra Inteligencia Emocional. Por tanto, cuanto más conozcamos y gestionemos nuestras emociones mejores decisiones tomaremos, y también nos relacionaremos mucho mejor con los demás. Vamos, por tanto, a trabajar ese cuadrante inferior derecho de nuestro cerebro.

Otra pregunta ¿Cómo crees que funciona el cerebro para resolver los problemas y las situaciones, de una manera más exitosa?  Te dejo pensar la respuesta…

Nuestro cerebro funciona en base a patrones preestablecidos, y en base a esos patrones se enfrenta a cualquier situación o problema. ¿Qué ocurre? Que las respuestas siempre son las mismas, consecuentemente las soluciones son limitadas.

Esto significa que, si buscamos la solución a las cuestiones, a los asuntos, a los problemas, saliendo un tanto fuera del patrón de pensamiento habitual (salir de la caja), seremos capaces de encontrar mejores respuestas y dar mejores soluciones.

En creatividad, el pensamiento lateral se refiere a esa capacidad creativa que surge de establecer conexiones, asociaciones entre experiencias o ideas antes no relacionadas para encontrar soluciones originales ante situaciones que pudieran no estar previstas. Todas aquellas ideas, cuando las dotamos de valor para la sociedad, para nuestra profesión, y para nosotros mismos, es cuando se convierten en nuevas aportaciones y en nuevas soluciones.

Me sucede, supongo que a ti también, que cuando estoy intentando buscar la solución a cualquier asunto, o a cualquier negociación me empiezo a formular a mí misma, miles de preguntas, unas aparentemente estúpidas y otras menos, para intentar encontrar posibles respuestas. Esto significa que buscamos las posibles soluciones más allá, intentando establecer conexiones entre ideas aparentemente no relacionadas, en definitiva, que los abogados trabajamos con enfoque creativo, eso sí, sin ser conscientes de ello. Por tanto, para sacarle el máximo provecho a nuestro talento, el primer paso será tomar consciencia del uso de nuestra creatividad, esto es, darnos cuenta de que la utilizamos y cuándo. Y el segundo paso, seguir trabajándola y desarrollándola, y actuar conforme a ella. No hay límite para generar ideas, y buscar nuevas y mejores soluciones. Vamos a seguir trabajando en ese cuadrante superior derecho de nuestro cerebro.

Te propongo esta práctica.

PRÁCTICA • Estimula con la acción

Búscate a alguien que tengas cerca, un compañero del despacho.

  • Bien, el ejercicio es el siguiente: Con esa pareja que te has buscado. Primera pregunta: ¿Sabéis contar? Si la respuesta es sí, vamos adelante. Vamos a hacer secuencias alternas con los números del 1 al 3. Esto es: 1, 2, 3. Tú eres A y tu compañero es B.
  • Empezamos: A dice: 1 · B dice: 2 · A dice: 3, y seguimos sin pausa, ahora B dice: 1 · A dice: 2 · B dice: 3…
  • Muy bien, vamos a introducir un pequeño cambio, ahora sustituimos el dos por una palmada, de la siguiente manera: A dice: 1 · B da una palmada · A dice: 3, y seguimos sin pausa, B dice: 1 · A da una palmada · B dice: 3…
  • Divertido, ¿eh?
  • Y un cambio más… Sustituimos el tres por agacharnos un poco en cuclillas. Vamos a ello: A dice: 1 · B da una palmada · A se agacha en cuclillas, y seguimos sin pausa, B dice: 1 · A da una palmada · B se agacha en cuclillas…

Te preguntarás que para qué te he propuesto esto y qué tiene que ver. Pues es un calentamiento mental con el que ponemos a tono ciertas habilidades como la coordinación, la atención y además, nos hemos divertido, nos hemos hecho cómplices de nuestro compañero, hemos despertado nuestras emociones, nuestro cerebro se ha puesto en marcha, especialmente el hemisferio derecho porque este hemisferio se estimula con la acción.

El hemisferio derecho es el que te va a permitir conseguir una mente más abierta, y con una mayor capacidad para entender desde distintas perspectivas, y es el que nos conecta con nosotros mismos y con los demás. El talento en la excelencia va más allá de la mera capacidad de entender y de la habilidad de hacer, no obstante, no dejes tampoco de estimular tu hemisferio izquierdo, el de la razón y lo concreto.  El talento que aporta valor necesita de los dos hemisferios, de los cuatro cuadrantes.

Todos conocemos los estereotipos fijados sobre cómo es la mente de los distintos profesionales, ya sabes: los ingenieros de mente cuadriculada, los matemáticos de mente gris, y los abogados…, sobre los abogados…. Nuestro compañero Calos León dice: ‘El perfil del abogado se caracteriza por su autonomía, por su predisposición a afrontar retos y por estar orientado al éxito y al crecimiento permanente.’ Carlos León

Última pregunta ¿Te has parado a pensar en si realmente estás poniendo el foco en tu talento, en desarrollarlo y en ponerlo en valor?

Es tu decisión comenzar desde hoy mismo a ser líder de tu talento profesional, del talento que aporta valor. Me gusta esta frase de John Moravec.

“Saltar de un acantilado conlleva una emoción extraordinaria cuando lo decides tú. Nunca sentirás esa sensación si alguien te empuja.”

Cristina M. Ruiz Pérez

Abogada · Socia directora U&C Abogados

Consultora en “Creatividad Innovadora. #forlawyers

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