Outplacement en el sector legal. Un servicio que ayuda a la reputación de la firma

Por José Luis Pérez Benítez
TWITTER @jlpbenitez

Los programas de outplacement, integrados en casi todos los sectores profesionales, se abren paso en el sector de la abogacía con resultados favorecedores entre las mejores firmas de abogados.

A través de estos programas de salida, el coach, especializado en el sector legal, guía al candidato a través de un proceso que dura varios meses con el fin de que su recolocación en un nuevo puesto de trabajo sea lo más rápida y eficiente posible.

Las firmas del sector de la abogacía adquieren una reputación que viene determinada por siete elementos principales y que se nutre de diferentes fuentes. Pero no se puede olvidar que el autoanálisis, es decir, la percepción que tengan de una compañía sus empleados, es también uno de los requisitos necesarios para generar una mejor reputación frente a terceros, como clientes o competencia.

Por lo tanto, ¿qué imagen se llevan los profesionales una vez que dejan la compañía? ¿Cómo podemos influir positivamente en esa percepción una vez materializada la salida?

No olvidemos que las firmas de abogados compiten en tres mercados distintos, no sólo en el mercado de los potenciales clientes, sino también el de los potenciales y futuros socios y en el de los profesionales abogados, o mercado del “talento”, y es en éste último dónde también ha de cuidarse la reputación y dónde el outplacement impacta directamente.

El porcentaje de rotación en las compañías crece de manera exponencial, siendo igual de relevante en el sector de la abogacía.

Cuidar este proceso de salida y analizar cómo afecta a la firma y a su reputación es, por lo tanto, una realidad inevitable a la que hacer frente. En este sentido hay que analizar:

• por un lado, el propio impacto económico que suponen estos procesos para la compañía. Y,
• de otro lado, cómo puede afectar a nuestra imagen corporativa y posicionamiento en el mercado.

Un proceso de outplacement profesionalizado consigue que hasta un 75% de los abogados se incorpore en otro puesto de trabajo. Un enfoque profesionalizado en esos programas permite reducir en un 50 % el tiempo de búsqueda de un nuevo despacho o asesoría jurídica de empresa de llegada. Si el guía del plan de salida conoce el sector a la perfección y en definitiva, habla el mismo idioma, se consigue el objetivo de recolocación de forma más eficiente.

Las firmas que cuentan con este servicio ayudan a que los profesionales se sientan valorados y acompañados hasta que se materialice su salida, incidiendo así de forma muy positiva en la identidad corporativa, por lo tanto en la reputación.

Un programa de salida sectorizado beneficia, indudablemente, al candidato. Ahora bien, la entidad que contrata este servicio, consigue iguales beneficios incrementando aspectos como:

• Atractividad en el mercado de talento, al explicitar este “beneficio” en el momento inicial de la incorporación.
• Fidelización de clientes, dado que la reputación no es un compartimento estanco, y una salida ordenada afecta a terceros.
• Retención de talento en la firma, dada la imagen de cuidado y acompañamiento que este servicio aporta a los profesionales
• Orgullo e identificación con la cultura de la compañía por parte de profesionales y clientes
• Y, por último, convertir en menos “traumática” o compleja la salida de los profesionales, tanto para el abogado que abandona la firma como para la propia firma y los integrantes que han de gestionar esta tarea.

En resumen, el outplacement, -especializado en el sector legal- como último servicio o beneficio que la firma presta a los abogados que están en un proceso de salida, es beneficioso para la firma en muchos aspectos y ayuda a generar reputación en los distintos mercados en los que un despacho de abogados compite.

José Luis Pérez Benítez
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