Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
19 septiembre 2019
‘Pensar sobre el pensamiento’. Desarrollo de habilidades para los abogados #forlawyers
Por Cristina Ruiz
El pensamiento, la manera de pensar de un abogado no es cualquier manera de pensar, se trata de esa forma de pensamiento que supone un esfuerzo consciente. A pesar de ello, la mayoría de nuestros pensamientos se producen con un pequeño o, al menos, sin un consciente esfuerzo. Podríamos decir que pensamos sin pensar. A media mañana, cuando salimos del despacho a tomar algo y nos pregunta el camarero si queremos un zumo de naranja o un café, no tenemos que ejercitar ninguna habilidad para contestar adecuadamente lo que queremos. De la misma manera ocurre cuando nos preguntamos o nos preguntan sobre cuestiones de hecho y conocemos la respuesta. Expresar una preferencia o exponer un hecho no son en sí mismos pensamientos hábiles. Evidentemente, ello conlleva habilidades expresivas y comunicativas, pero se podría decir que no son habilidades propiamente dichas, sino que son habilidades que solamente contribuyen en el pensamiento.
Psicólogos, filósofos y otros profesionales establecen distintas clases de pensamiento, estando de acuerdo la mayoría de ellos en que actividades como analizar, evaluar, solventar problemas o tomar decisiones –todo aquello a lo que los abogados nos enfrentamos día a día-, se presentan como retos destacados más allá del simple conocimiento, la recreación o el entendimiento de unos hechos. Los abogados damos órdenes de pensamiento de primer nivel, esto es, aplicamos conocimiento y lo adaptamos a diferentes propósitos, y esto requiere iniciativa e independencia en el pensador.
Las habilidades que necesitamos y presentamos los abogados para el ejercicio de nuestra profesión provienen de ser adquiridas y mejoradas por el desempeño, estableciéndose dos criterios para determinar una habilidad: La experiencia con la que una tarea en particular de nuestro trabajo ha sido llevada a cabo, y la dificultad que ha supuesto. Por ejemplo, una vez que hemos aprendido a leer, a reconocer las formas, lo hacemos sin esfuerzo de pensamiento y no lo llamamos como una habilidad, y no lo consideramos un esfuerzo a menos que se trate de tomar una decisión o solventar un problema en un determinado plazo –como nos suele ocurrir-.
Cuando llegamos a la misma respuesta o conclusión acerca de algo, no sabemos cómo se ha producido en cada uno de nosotros. Es posible que en un abogado se haya dado simplemente porque conociese la respuesta, o porque haya aprendido mecánicamente cómo obtenerla, o incluso puede que la respuesta se haya dado por suposición. Y puede que el otro abogado haya trabajado la cuestión de manera independiente, razonando y persistiendo, y con imaginación. Aunque la diferencia pudiera no apreciarse ante la respuesta dada, en este segundo abogado la diferencia y ventaja sobre el primero es a largo plazo porque ha tenido la habilidad de adaptarse a los diferentes retos, frente al que solo conoce, reproduce o sugiere, aunque haya sido correctamente.
El pensamiento racional
El razonamiento es la habilidad más claramente asociada con el desarrollo del hombre. Como sabemos, es frecuentemente citada como la facultad que marca la diferencia entre los humanos y los animales. El psicólogo Wolfgang Köhler mostró cómo los simios podían obtener su alimento utilizando un palo que estaba a su alcance, pero los simios del estudio descubrieron esto en base a ‘prueba y error’ y recordar para la próxima ocasión. Esto es un signo de inteligencia animal y de cierta habilidad, pero no evidencia que los simios puedan razonar en ningún momento, su pensamiento no les llevó a planteamientos como ‘no llego al alimento y necesito un palo’ o si el palo ha debe ser demasiado largo o corto.
El razonamiento es el proceso por el cual progresamos desde lo que sabemos hacia nuevos conocimientos y comprensiones. Ser racional es reconocer que tras la formación de unos hechos o creencias hay otros más, y usar esa comprensión para la toma decisiones o la formación de juicios con confianza.
El pensamiento creativo
El razonamiento no es la más grande habilidad de pensamiento, ni tampoco la única clase de racionalidad, la imaginación y la creatividad no son menos importantes en la historia del desarrollo y logros de la humanidad. Pero esto no significa que haya dos maneras diferentes de pensamiento, uno frío racional, y otro cálido creativo. De hecho, hay tanta superposición e interdependencia entre el uno el otro que es realmente difícil determinar dónde empieza o termina el uno o el otro. Ciertamente hay ocasiones en las que ante un aparentemente insolventable problema se soluciona más con imaginación que con método, en otras ocasiones la superposición del pensamiento es la inversa.
Uno de los grandes avances en ciencia ha sido la presentación frente al pensamiento racional, del pensamiento creativo como el resultado de un cuidadoso y metódico trabajo, más allá de los ‘flases de genialidad’. Las ideas nuevas y creativas han de ser explicadas para que adquieran valor, así el razonamiento es necesario para la aplicación del pensamiento creativo, y este pensamiento creativo es necesario para dar un poquito de ‘chispa’ al pensamiento racional.
El pensamiento reflexivo
Otra cualidad exclusiva del pensamiento humano es la reflexión. Reflexionar significa profundizar y concentrarse, más allá de una respuesta inmediata basada en estímulos. Cuando trabajamos bajo la reflexión no componemos impulsivamente nuestros pensamientos, sino que nos planteamos alternativas, pensamos en consecuencias, ponderamos las evidencias disponibles, establecemos conclusiones y formulamos hipótesis.
El pensamiento crítico resuelve problemas y toma decisiones. El pensador reflexivo no se focaliza solo en resolver el problema, en determinar qué decisión tomará o con qué argumento ganará, sino que además razona el proceso que le llevará a todo aquello.
¿En qué distintas medidas piensas que lo abogados utilizamos nuestro pensamiento racional, creativo y reflexivo?
Práctica puzzle: La llave de la cárcel
Tomar decisiones acertadas, resolver problemas eficientemente y construir argumentos sólidos son cualidades, no solo cotizadas en el mundo profesional en general, sino absolutamente necesarias para un sobresaliente ejercicio de la abogacía.
Ejercicios como el que a continuación presento nos ayudan a trabajar e introducirnos en esa tan necesaria, en nuestra práctica profesional, superposición del pensamiento racional, el creativo y el reflexivo.
Dos prisioneros están encerrados en un calabozo. Una noche aparece en la celda un visitante misterioso y les ofrece la oportunidad de escapar. Se trata solo de una oportunidad ya que deberán determinar si realmente les hará o no libres. Su celda está en al fondo de una larga escalera, en la cima de esta está la puerta exterior.
Sobre la mesa de la celda de los prisioneros el visitante misterioso deja tres sobres marcados con ‘X’, ‘Y’ y ‘Z’. Solo uno de los tres contiene la llave de la puerta exterior, pero solo pueden escoger un sobre para intentar salir de la celda. Si eligen erróneamente estarán encarcelados de por vida, y la oportunidad de libertad no se presentará nunca más. Es una decisión ‘Todo o nada’.
Hay seis pistas, dos escritas en cada sobre, hay también unas instrucciones generales explicativas conteniendo la siguiente frase:
“No más de una de las siguientes frases de cada sobre es falsa.”
Sobre ‘X’
Pista A l La llave es de latón macizo
Pista B l La llave no está en este sobre
Sobre ‘Y’
Pista C l La llave tampoco está en este sobre
Pista D l La llave está en el sobre Z
Sobre ‘Z’
Pista E l La llave es de plata sólida
Pista F l La llave no está en el sobre X
Los prisioneros disponen de 5 minutos para mirar dentro de los sobres antes de decidirse.
La mejor manera de realizar esta actividad es discutir con un compañero del despacho sobre qué deberían hacer los prisioneros, así como decidir qué sobre elegir preguntándonos: ¿Por qué el ‘supuesto’ sobre elegido es el correcto? ¿Por qué no puede ser el otro o el otro?
Hay distintos caminos para llegar a la solución correcta, en cualquier caso, lo realmente importante es explicar y justificar el camino para llegar a la decisión tomada. (Antes de leer la propuesta de estrategia que expongo, pensad las vuestras a fin de desarrollar las habilidades pretendidas)
Una propuesta de estrategia
Respecto de las instrucciones: ‘No más de una de las frases de cada sobre es falsa’. Consecuentemente:
- Al menos una de cada sobre debe ser verdadera. (Dice lo mismo que la frase anterior, pero en sentido positivo. Una frase en positivo expresa una información más práctica)
- Ambas frases del sobre no pueden ser falsas (Aunque su sentido es negativo, es una reformulación, lo que también ayuda a ordenar el pensamiento.)
Respecto de las pistas:
- Las pistas B y la F son las dos falsas o las dos verdaderas, puesto que dicen lo mismo.
- Las pistas A y la E no pueden ambas ser verdad, puesto que son excluyentes.
- Tomando las dos sugerencias anteriores, y si al menos una pista de cada sobre es verdadera, no podemos preguntar bajo la fórmula de cuestionamiento ¿Y SI…?: ¿y si… B y F fueran falsas las dos? Entonces A y E podrían ser verdaderas. Pero A y E no pueden ser ambas verdaderas ya que son excluyentes.
- Entonces las pistas B y F tienen que ser verdad. Por tanto, la llave no está en el sobre ‘X’, está en el ‘Y’ o en el ‘Z’.
- Usamos el cuestionamiento ¿Y si… la llave estuviera en el sobre Y? Entonces las pistas C y D podrían ser falsas las dos, pero no es posible según la instrucción. Entonces la llave tiene que estar en el sobre ‘Z’.
Solución: La llave está en el sobre Z
Las estrategias para llegar a la solución pueden ser múltiples. La fórmula de cuestionamiento ¿Y si…? es una guía de uso ante variedad de situaciones que se nos pueden presentar en el día a día del ejercicio profesional.
Darnos preguntas y respuestas, y respuestas para preguntas sobre las que discutir nos permite, a los abogados, adentrarnos en nuestro propio proceso de aprendizaje. Cuantos más procedimientos y estrategias articulemos y guardemos en nuestra ‘caja mental de herramientas lógicas’, más oportunidades tendremos de solventar efectivamente presentes y futuros situaciones profesionales.
Conclusión
‘Pensar sobre el pensamiento’, a los abogados nos ayudará a evaluar cómo de efectiva es nuestra manera de pensar, cuáles son su fortalezas, qué es lo que en ocasiones nos conduce a algo erróneo, y los más importante, cómo puedo mejorar mi pensamiento para el más excelente trabajo profesional.
Fuente: “Thinking Skills” John Butterworth y Geoff Thwaites
Abogada
Consultora en Creatividad Innovadora
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