Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
02 abril 2020
Pulsa la tecla reset para reiniciarte en responsabilidad y compromiso · #forlawyers
Por Cristina Ruiz
Como idea reset se refiere al regreso de las condiciones originales de un sistema.
¿Es posible en los adversos momentos actuales un reset tal que realmente nos permita volver al estado original?
Reset en estos momentos consiste, sin más dilación, en darle al botón del compromiso y de la responsabilidad con nosotros mismos, y con cada uno de los demás, de volver al estado original que nunca se debió de perder, de comprensión, de respeto, de confianza de los unos con los otros, hombres y mujeres… y, para la mujer en particular, ser nosotras mismas. Este sobrevenido reset no es otro que el de la oportunidad, más que nunca, para la mujer de liderar nuestro propio destino comenzando a recuperar, a forjar, a arbitrar y a crear nuevos horizontes para la mujer y para el hombre. Para cada uno como persona en su singularidad, y para la sociedad en su conjunto.
A modo ilustrativo, en términos informáticos, resetear significa volver al estado original, o bien un nuevo comienzo. Las acciones que se estaban ejecutando van finalizando progresivamente. Por su parte Reiniciar es la acción abrupta del corte de energía desde la fuente. Después se retomará la imprescindible conexión a la fuente de alimentación a fin de obtener la energía y tomar los necesarios impulsos eléctricos. Así, pulsamos el botón reset para reiniciar cuando el ordenador se bloquea o no responde, pero perdemos todos los trabajos que previamente no hayamos guardado en almacenamiento de datos, ya que los datos que utilizamos sin ser guardados se encuentran en RAM que es memoria volátil.
Valga la metáfora. ¿Dónde están esos imprescindibles datos almacenados, esa energía e impulsos para resetearnos y hacer regresar una sociedad que nunca debíamos haber permitido que se bloquease?
Sin duda, el regreso comienza por el trabajo en cada una de las personas, en cada de nosotros mismos, hombre o mujer, mujer u hombre, estableciendo y manteniendo valores, conociéndonos mejor, entendiendo más a los demás, cultivando un pensamiento crítico, y haciendo uso de la creatividad. Estos son los equivalentes a aquellos informatizados imprescindibles, datos, energía e impulsos que nos permitirán resetearnos para hacer regresar las condiciones originales del sistema.
Los valores son aquellos aspectos positivos y honestos, tales como el respeto o la empatía, que caracterizan a cada persona, y que nos permiten, en suma, convivir y avanzar como sociedad. Los valores definen cada uno de nuestros pensamientos y sustentan la manera en que decidimos compartir nuestras vivencias y experiencias.
Punto de partida ¿Cuáles son mis valores, mis valores esenciales?
Efectivamente, el trabajo comienza por uno mismo, por cada uno de nosotros en nuestra capacidad de liderar con compromiso y responsabilidad nuestra propia vida, inspirando a los demás creyendo con firmeza en nosotros mismos y en nuestros valores esenciales.
- Piensa en alguien cercano que admires, un familiar o un amigo y haz memoria o pregunta qué valores defienden.
- Piensa en una persona de éxito personal o profesional, o en un personaje público, lee sobre él y descubre qué valores abandera.
- Piensa cuáles crees que son tus valores conforme a tu manera de pensar y tu forma de actuar.
- Cada día piensa qué valor vas a decidir reforzar a lo largo de ese día.
Entendernos a nosotros mismos, en primer lugar. Conocernos en nuestros valores, pero también en nuestras fortalezas y debilidades, y en nuestras motivaciones.
Somos capaces de definirnos, de hablar de nuestra personalidad, y hasta de nuestra forma de ser y de nuestra forma de entender nuestra vida y el mundo. Sin embargo pocas veces nos paramos a pensar y reflexionar porqué reaccionamos de una determinada manera o cómo me influye todo aquello que me rodea, las personas, las circunstancias o el entorno. Cómo el aflorar de nuestras emociones nos hace vivir buenas y malas pasadas. Qué nos impulsa y qué nos frena, cómo afrontamos los retos que nos marcamos y los que se nos presentan. Todo ello somos nosotros mismos, o mejor dicho, lo vamos siendo, porque nos vamos enriqueciendo constantemente a lo largo de nuestra vida.
Punto de partida ¿Cómo te definirías tu yo ahora mismo?
Conocernos mejor nos dota, además, de autoestima y nos permite actuar con seguridad y confianza.
- Piensa en aquella extraña situación en la que te viste envuelto en una ocasión y cómo reaccionaste. Qué circunstancias crees que te hicieron reaccionar así. Si se volviese a producir, cómo la gestionarías ahora con aquellas circunstancias.
- Piensa en aquella situación en la que te sentiste exitoso, no dudes en reforzar esa visión positiva. Qué circunstancias crees que podrían volver a producir una situación similar.
- Piensa en momentos de hace tiempo de tu vida en los que te sentiste hundido y en aquellos en los que te sentiste magnífico, y piensa en momentos de tu vida más cercana. Cómo te definirías entonces. Cómo te definirías ahora.
Aprender a gestionar nuestro interior y trascender de lo intrapersonal a lo interpersonal para relacionarnos mejor, y escuchar y entender a las demás personas en sus particularidades.
La empatía consiste en conectar con los sentimientos de las otras personas y con su forma de entender la vida. Cada uno de nosotros tomamos nuestras decisiones en función de nuestras creencias, valores y hábitos y en función de la realidad que le rodea. En cada acción o conducta nuestra o de los demás siempre hay una intención positiva.
Punto de partida ¿Cómo puedo desarrollar mi empatía?
Desarrollar nuestras competencias sociales es fundamental tanto para entender al otro como para hacernos entender nosotros mismos. Solo de esta manera podremos mantener una conversación de calidad entendiendo lo que el otro necesita, o lo que le moviliza en un sentido determinado.
- Piensa en algún personaje de un libro que hayas leído, y relee buscando sus miedos, sus experiencias previas, sus emociones controladas y las incontroladas.
- Piensa y observa las emociones que te llegan cada día, provenientes de otras personas, e intenta conectar con esa emoción que pueda estar experimentando en el marco de su situación.
- Piensa en aquellas situaciones en las que intentas hacer valer “tu verdad” por encima de todo, con independencia que como finalmente se desarrollasen las circunstancias.
Cultivar un pensamiento crítico para analizar e interpretar desde fuera y desde distintas perspectivas las situaciones que se presentan, con el fin de alcanzar una idea justificada al respecto ignorando posibles sesgos externos subjetivos o interesados. A partir de ellos poder tomar decisiones propias siendo responsables de sus resultados.
El juicio crítico estrechamente relacionado con la creatividad, la lógica y la intuición nos ayuda a evitar el inconformismo y avanzar como personas y en sociedad, evitando ver el mundo desde un solo prisma intencionadamente o circunstancialmente preestablecido. Capacidad de reflexión, de flexibilidad mental, de visualización lógica, de duda razonable, y de motivación y curiosidad son algunas de las características
Punto de partida Reflexionar en términos abstractos.
Tener una mente crítica no es sino ser capaz de asociar la información o las situaciones que nos presentan con significado tanto superficial como profundo.
Piensa en una situación y actitudes de personas que hayas presenciado recientemente, pero sin haber sido partícipe de ellas.
- Qué actitudes son las positivas y las negativamente más destacables.
- Cómo podrías combinar algunas acciones y actitudes para obtener momentos distintos dentro de la situación.
- A qué acciones o actitudes se les podría sacar más provecho en beneficio de la situación.
- Qué eliminarías de la situación, sin que afecte al desarrollo de la misma.
- Cómo replantearías la situación en su conjunto.
Creatividad, esa capacidad de generar ideas relacionando cuestiones aparentemente inconexas para encontrar soluciones originales ante situaciones que pudieran no estar previstas. Todas aquellas ideas, cuando las dotamos de valor para la sociedad y para nosotros mismos, es cuando se convierten en innovadoras, en nuevas aportaciones y en nuevas soluciones.
La creatividad cuando se instituye como un hábito en nuestras vidas, en lo que pensamos, en lo que decimos y en lo hacemos, nos permite cuestionar lo establecido para ir más allá, nos permite desmontar estereotipos y seguir creciendo en integridad como personas y como sociedad.
Punto de partida Actitud hacia la creatividad.
Todos somos creativos y todos lo podemos ser más, simplemente necesitamos un elemento: mente abierta.
- Piensa y trae a tu mente palabras sueltas, a partir de ahí, intenta establecer conexiones entre ellas, tan absurdas como quieras. Con las mismas, busca conexiones que pudieran ser de utilidad.
- Piensa en alguna idea que tengas por ahí y le quieras dar luz. Piensa cosas buenas de esa idea, cosas malas y cosas interesantes de la misma. Reflexiona y piensa si estás experimentando algún sesgo en el anterior análisis de la idea.
- Piensa en algún concepto y en las ideas que lo componen. Pregúntate cómo podrías hacer que cada una de esas ideas pudieran quedar en entredicho, con propuestas disparatadas, divertidas o tan serias como quieras.
Concluyendo, éste es el momento para cada uno y para la sociedad, de resetearnos, de comenzar a restablecer el sistema original a partir de la recuperación y el mantenimiento de unos valores esenciales, de ir forjando sobre la base del autoconocimiento y la empatía, y de arbitrar desde el juicio crítico y la creatividad para crear nuevos horizontes.
Y cierro reiterando el inicio. Es responsabilidad y compromiso de cada uno de nosotros, hombres y mujeres, el comenzar desde hoy mismo a recuperar, a forjar, a arbitrar y a crear. No podemos pararnos, ni esperar a ver qué sucederá o qué haremos “después” de estos adversos momentos. Este es el momento de la construcción de nuevos horizontes para la sociedad, para las personas –hombres y mujeres-. No debemos dejar pasar la oportunidad, más que nunca, de liderar nuestro propio destino para hacer regresar un modelo de sociedad en valores, que nunca se debió dejar perder.
¿Será suficiente con resetearnos como sociedad, o tal vez deberíamos formatearnos? Es una duda que se mantiene presente en mi mente.
Cristina M. Ruiz Pérez
Abogada · Consultora en creatividad Innovadora
#MujerMujerTalentoFemenino