11 diciembre 2019

¿Se puede medir el valor de la función jurídica?

Eugenia Navarro Por Eugenia Navarro
@eugenianavarros

No se puede dibujar el futuro de los servicios jurídicos sin entender lo que ocurre en nuestros clientes. El abogado in-house ha dejado de ser en las empresas un profesional al que se acude sólo cuando hay problemas y, poco a poco, están ganando terreno como directivos involucrados en la toma de decisiones estratégicas en la empresa. Digo poco a poco, porque aún no ocurre en todas las empresas y porque el abogado corporativo aún debe realizar una función didáctica para explicar el valor que aporta la función jurídica dentro de la empresa y, en algunos casos, sigue costando demasiado que lo involucren en los temas desde el principio, evitando riesgos innecesarios. No siempre es fácil luchar contra estereotipos y es difícil intentar borrar la imagen preconcebida de la figura del abogado interno como “stopper” de negocios y como el personaje que siempre pone palos a las ruedas y dice “no”.

Sinceramente, creo que los in-house tienen la batalla ganada en el largo plazo, porque es mucho el valor que pueden aportar. En un reciente estudio de la ACC (Association of Corporate Counsels- 2019, Chief Legal Officers Survey), los CLO –denominación utilizada incorporando el carácter directivo de la función-, declaraban que los problemas que más les preocupaban este año son: los posibles cambios regulatorios, la reputación de marca y cómo la tecnología disruptiva puede afectar a sus negocios. Todos estos puntos son estratégicos para la competitividad de la compañía.

Pero, ¿por qué existe este desconocimiento de la función legal? Pues creo que, en realidad, es debido a la propia formación jurídica. Los abogados están entrenados para resolver problemas de índole técnica legal, pero no para reportar, comunicar o “vender” el valor de sus servicios. Mientras otros departamentos se esfuerzan por reportar en números y datos, el servicio legal parecía que no se podía ni medir ni parametrizar. Aún más, el valor de la función jurídica se hace notar cuando existe un problema pero en el caso de realizar un buen trabajo preventivo, si se evitaban riesgos o nada sucedía como resultado de un excelente servicio, la visibilidad del área disminuye. Así pues, una de las grandes razones culpables del desconocimiento es que no se ha sabido medir esa aportación de valor con indicadores o KPI´s (Key Performace Indicators) de tal manera que se pudiese evaluar con criterios numéricos.

La transformación de los departamentos jurídicos y de sus profesionales, en mi opinión, marca el grado de evolución de la compañía. Aún existen empresas en las que la función jurídica reporta al director económico financiero. Eso es un grave error y lo que es peor, significa no entender el valor transversal que debe aportar el área a todos los departamentos. Reportar al director financiero impide la evolución del abogado reactivo al directivo, con lo que será difícil que esa situación cambie e implica que la empresa no tiene la cultura legal necesaria para minimizar riesgos en sus procesos. Y no hablo de compliance, si no determinados riesgos que se producen tanto costes como reputacionales, al no involucrar al abogado interno desde el principio en los proyectos.

Las empresas basan sus modelos en la eficiencia y eso es lo que está ocurriendo exactamente en los departamentos legales, no solo internamente, sino también en las relaciones con sus abogados externos. La eficiencia es valor en términos de tiempo y de rapidez en la toma de decisiones. Por este motivo están apareciendo nuevos profesionales que se dedican a gestionar las “operaciones legales”. Según el mismo informe de la ACC, los directores de asesorías jurídicas prevén en un 15% el aumento de contratación de profesionales de operaciones legales, nueve puntos porcentuales más que en el mismo estudio realizado en el 2015. Y es que la medición requiere de otra visión, incluso de otro tipo de formación,  para entender la diferencia entre el dato y la información necesaria de gestión para la mejora continua. El indicador debe servir para una mayor eficiencia. Los principales indicadores que se utilizan y que afectan a la empresa son litigios (número, riesgo, impacto económico, tipología…) y contratos (estratégicos, estandarizables,…) así como costes. Quiero destacar un nuevo concepto: el impacto del riesgo evitado, indicador que cuesta conceptualizar si no estás pensando en el reporting, pero que claramente demuestra el valor de manera cuantificada. Sé que no es fácil, pero la búsqueda de indicadores requiere de tiempo y tecnología para que sean útiles de verdad y no sean simplemente descriptivos si no claves para la empresa.

Pero, ¿cuáles son las principales tendencias que afectan a las asesorías jurídicas?

Fuente: 2019 Future Ready Lawyer Survey, Wolters Kluwer

Según el estudio realizado por Wolters Kluwer (resultado de 700 entrevistas en Europa y Estados Unidos), las grandes tendencias que afectan a las asesorías jurídicas vienen a corroborar este perfil de directivo del abogado interno, donde el soporte para la toma de decisiones estratégicas, el manejo de riesgos en la complejidad del entorno actual, serían los principales caballos de batalla, junto con la eficiencia y la mejora de la colaboración con sus asesores externos. En este mismo estudio, el 50% de los encuestados mencionan como primer reto el control y reducción de costes de asesores externos, por lo que la optimización de procesos afecta a todo el sector legal.

Poco se habla de la calidad técnica, pero no porque no sea relevante, si no porque se da por supuesta. Sin excelencia no se puede ya competir, el mercado lo detecta, tanto los compañeros, como los clientes, pero sin eficiencia tampoco.

Así pues, el valor de la función jurídica se puede y debe medir, no solo para demostrar su valor, sino también para mejorar los procesos y la rentabilidad (a uno y otro lado del servicio- tanto abogados externos como internos). El reto es evidente, requiere de tiempo y de dedicación, pero los beneficios ayudan a entender y colocar la función jurídica donde merece. Nuevos profesionales llegarán para ayudar a medir este valor, pero sin lugar a dudas revertirá en una mejor eficiencia en los procesos, no solo del departamento jurídico interno, si no de la empresa.

Por Eugenia Navarro
TWITTER: @eugenianavarros
EMAIL: enavarro@tamaprojects.com
WEB: www.tamaprojects.com

Comparte: