¿Trabaja el abogado para vivir o vive para trabajar?

Por Berta Santos

La abogacía sigue gozando de prestigio y reputación social, dada su larga tradición. Los jóvenes ambicionan ser abogados y conseguir una carrera profesional exitosa.

Sin embargo, existen también abogados desmotivados y desilusionados que ejercen una profesión que no les genera la felicidad y la satisfacción que ellos desean.

En el año 2016 la consultora inglesa Keystone Law realizó una encuesta a 300 abogados del Reino Unido, al objeto de conocer cuáles eran las principales causas de estrés de la profesión y analizar la promoción de nuevas prácticas en los despachos.

El entorno profesional del abogado es cada vez más incierto y cambiante. El abogado ha de ofrecer un servicio rápido y eficaz; lidiar con clientes con mucha información legal a su alcance, lo que aumenta su exigencia hacia el abogado e implica un aumento de estrés y presión para el profesional legal. Un 67,3% de los abogados encuestados consideran que la abogacía soporta un estrés mayor que otras profesiones.

A este respecto, el mayor factor de estrés para los abogados es la sobrecarga de trabajo, unido a las exigencias de los clientes, además de la presión por la facturación, seguido de la ausencia de apoyo y la competitividad entre ellos.

Entre las posibles soluciones propuestas para reducir el nivel de estrés, el 37,5% plantea aumentar la flexibilidad de las horas trabajadas, así como reducir la presión sobre la facturación y mejorar la gestión del despacho. El trabajo del abogado se ha de modernizar y flexibilizar aprovechando la ventaja de las nuevas tecnologías. Reducir la presencia física en el despacho, convertirlo en un espacio más dinámico, acorde a los nuevos tiempos, en el que el abogado pueda colaborar con profesionales de otros sectores y desarrollar con mayor eficiencia su trabajo.

¿Qué necesita el abogado para liberar su estrés en su día a día? Un 78% de los encuestrados utiliza el deporte como forma para desconectar, así como pasar tiempo con la familia y amigos.

En ocasiones, el estrés y la carga de trabajo provoca que el abogado pierda su equilibrio y le dedique toda su energía a su profesión. Su vida se reduce simplemente a su trabajo. Este hecho supone convertirse en un adicto al trabajo, incapaz de disfrutar de la vida. La consecuencia de ello será una carrera profesional exitosa a costa de la vida personal, lo que a la larga suele producir insatisfacción y desmotivación.

La visión de futuro de la profesión pasa por un sistema de facturación no basado en precio/ hora, sino un sistema de trabajo más ágil, aprovechando las ventajas de las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y las aplicaciones móviles.

En la medida en que aprendas a aceptar que en el equilibrio, la flexibilidad y la colaboración están la clave de tu éxito, podrás desarrollar tu trabajo de una forma más sana y feliz. El trabajo del abogado es apasionante pero de ningún modo puede poner en riesgo la salud, el descanso y las posibilidades de disfrutar de la vida. ¿Trabajas para vivir o vives trabajar? Sólo tú conoces la respuesta.

Berta Santos
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