24 junio 2022

Comentarios sobre la gestión ética de las colonias felinas. El método CER

Alicia Suárez Novau. Abogada. Diputada del Colegio de Abogados de Granollers y presidenta de la comisión en defensa de los derechos de los animales

Durante décadas, los detractores de las colonias felinas han potenciado y ejecutado su erradicación. Las motivaciones para realizar modelos de gestión letales se han basado en motivos de salud pública o medioambientales y han olvidado por completo que el principal factor de crecimiento y expansión de las poblaciones de gatos no es otro que la tenencia irresponsable y el abandono.

El resultado de estas políticas ha sido que, lejos de desaparecer, estas poblaciones han aumentado. Dado que el abandono de gatos, la tenencia irresponsable y la propia actividad humana han propiciado esta situación de crecimiento poblacional, la respuesta de gestión debe abordar todas estas materias, sin cuya resolución y ajuste no será posible el éxito de ningún programa.

Los gatos de la calle viven en organizaciones familiares llamadas colonias y se sienten muy arraigados a su territorio de origen. Las administraciones locales, que son las que tienen la competencia de los animales en la vía pública, deben coordinarse con entidades de protección animal para hacer una gestión ética de la población felina. Cumpliendo estrictamente con las normas que obligan a censar e identificar a los gatos además de esterilizar, los posibles conflictos desaparecen. Un gato no socializado teme a las personas y, aunque puede llegar a acostumbrarse a la presencia de algunas con las que mantiene relación esporádica, no es apto para vivir confinado o para ser adoptado. A pesar de todo, estos gatos no pueden sobrevivir solos, dependen de la intervención humana voluntaria o involuntaria para sobrevivir.

El método CER (Captura, Esterilización y Retorno) es un modelo de gestión integral de poblaciones felinas que reduce progresivamente su número y mejora el bienestar de los propios gatos. Según numerosas publicaciones científicas la esterilización sistematizada de los gatos impide su aumento numérico y, además, reduce las molestias para el entorno evitando gran parte de los ruidos y olores asociados a la presencia de gatos. Además, mejoramos el bienestar y salud de los propios felinos.

El CER junto a la alimentación correcta y la limpieza del entorno constituye el núcleo de la gestión ética de las poblaciones felinas. También ayuda a reducir el impacto de los gatos en la biodiversidad. Es un método óptimo porque que la reducción progresiva de las poblaciones felinas permite al entorno reajustarse adecuadamente frente a otros métodos expeditivos (cada vez peor vistos por la población general) que, al retirar de forma brusca a los gatos, generaban un vacío ecológico que era rápidamente ocupado por más gatos u otras especies, con consecuencias imprevisibles.

El objetivo del CER es, por tanto, la reducción progresiva de las colonias de gatos, la gestión sanitaria y con el entorno y la mejora de la convivencia. Sin embargo, el éxito de esta gestión depende fundamentalmente de que se mejore la tenencia responsable, se controle la reproducción de los gatos en general y se termine con el abandono.

Como profesionales de la abogacía con sensibilidad y conocimientos en Derecho Animal debemos seguir de cerca la evolución de las normativas locales, autonómicas y de bases que se configuran alrededor de una manera ética y responsable con respecto a todos los gatos incluso los que carecen de propietario.

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