26 julio 2024

Decathlon y los cangrejos: Una incoherencia en la protección de los seres sintientes en España

Por Carlos Andrés Contreras López, presidente de la Comissió de Protecció dels Drets dels Animals del Col·legi de l’Advocacia de Barcelona.

El concepto de seres sintientes ha cobrado relevancia significativa en la legislación española reciente, transformándose en una consideración central para la protección de los derechos de los animales. La modificación del Código Civil español en 2021 marcó un hito al reconocer de forma general a los animales como “seres vivos dotados de sensibilidad” y como “seres sintientes”, estableciendo un nuevo paradigma en su tratamiento legal​. En España, la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, aprobada en marzo de 2023, refuerza la consideración de los animales como seres sintientes y establece medidas para asegurar su bienestar.

Por su parte, el Reino Unido incluyó de forma explícita en su Ley de Bienestar Animal de 2023, a los crustáceos y cefalópodos dentro de la categoría de seres sintientes. Esta medida se basa en un consenso científico que reconoce la capacidad de estos invertebrados para experimentar dolor y sufrimiento, lo cual ha motivado cambios en las políticas de bienestar animal del país​. Estudios han mostrado que respuestas como los “trade-offs” motivacionales en cangrejos ermitaños y la preferencia de lugar condicionada en pulpos son respuestas a lesiones que van más allá de simples reflejos.

El Caso de Decathlon y los Crustáceos Vivos

A pesar de los avances legislativos, existen prácticas comerciales que contradicen los principios establecidos en el ordenamiento jurídico español. Un ejemplo alarmante es el caso de Decathlon, que ha sido denunciado por FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) por mantener cangrejos vivos en condiciones inadecuadas para ser vendidos como cebo en la pesca.

Según FAADA, estos animales son mantenidos en pequeños recipientes de plástico, sin agua y sin las condiciones necesarias para su bienestar, lo que contraviene su naturaleza y les causa un estrés significativo. Los crustáceos, como seres sintientes, merecen un trato que respete su capacidad de sentir dolor y sufrimiento, y las prácticas de Decathlon van en contra de la coherencia jurídica del ordenamiento español.

Es fundamental que la legislación y las prácticas comerciales sean coherentes con el reconocimiento de los animales como seres sintientes. No se puede permitir que, mientras se legisla para proteger a unos animales, otros sean sometidos a condiciones de sufrimiento absolutamente innecesario y cruel. La venta de crustáceos vivos en las condiciones descritas por FAADA contradice el reconocimiento de los animales como seres sintientes en España.

La situación actual evidencia la necesidad de una revisión y una aplicación más estricta de las leyes de protección animal, asegurando que ninguna práctica comercial pueda subvertir los principios de bienestar animal establecidos. La coherencia en la aplicación de estas leyes no solo mejorará la vida de los animales, sino que también reforzará la integridad y el compromiso de España con la protección de todos los seres sintientes.

El reconocimiento de los animales como seres sintientes debe ir acompañado de acciones concretas que aseguren su bienestar en todas las áreas. El caso de Decathlon es un llamado a la acción para cerrar las brechas legales y asegurar que todas las formas de vida sean tratadas con respeto. Es tiempo de que nuestro ordenamiento jurídico refleje plenamente el reconocimiento de la sintiencia animal sin excepciones ni incoherencias.

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