Blog de Derecho de los Animales
16 febrero 2024
La intersección invisible: violencia de género y crueldad animal
Por Roger Subirana, abogado y diputado de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Granollers.
En el intrincado tejido de la sociedad, la violencia se manifiesta de formas diversas, a menudo invisibles para quienes no buscan ver más allá de la superficie. Dentro de esta red de agresión y opresión, dos realidades, en apariencia dispar, convergen en una alarmante intersección: la violencia de género y la crueldad hacia los animales.
En primer lugar, es crucial comprender que la violencia no existe en un vacío; está intrínsecamente vinculada a las relaciones de poder y dominación. En el contexto de la violencia de género, las mujeres son sistemáticamente subyugadas y victimizadas, sometidas a formas variadas de abuso físico, emocional y económico. Sin embargo, esta opresión no se limita al ámbito humano. Los animales, especialmente aquellos considerados “domésticos” o criados para consumo humano, también son objeto de explotación y abuso a manos de aquellos que ejercen control sobre ellos.
La relación entre la violencia de género y la crueldad hacia los animales es compleja y multifacética. Por un lado, numerosos estudios han demostrado una correlación significativa entre la violencia hacia los animales en el hogar y la violencia doméstica dirigida hacia los seres humanos. Los perpetradores de violencia de género a menudo también abusan física y emocionalmente de las mascotas de sus víctimas como una táctica de control y coerción adicional. La amenaza de dañar a un animal querido puede ser utilizada para mantener a las víctimas en un estado de miedo y sumisión, impidiéndoles escapar de situaciones abusivas.
Por otro lado, la violencia hacia los animales puede servir como un predictor temprano de comportamiento violento hacia otros seres humanos. Los estudios han demostrado consistentemente que aquellos que cometen actos de crueldad animal tienen más probabilidades de perpetrar violencia interpersonal en el futuro. Esta conexión subraya la importancia de abordar la crueldad animal no solo por el sufrimiento que inflige a los animales en sí mismos, sino también como un indicador preocupante de problemas más amplios de violencia y disfunción social.
En la lucha contra la violencia de género y la crueldad hacia los animales, es fundamental adoptar un enfoque interseccional que reconozca y aborde las interrelaciones entre estas formas de opresión. Esto implica no solo proporcionar recursos y apoyo a las víctimas de violencia de género y sus animales de compañía, sino también abogar por políticas y leyes que reconozcan la violencia hacia los animales como un problema de justicia social que merece atención y acción.
En última instancia, poner fin al abuso hacia los animales domésticos como táctica de control en la violencia de género requiere un esfuerzo concertado y coordinado por parte de la sociedad en su conjunto. Solo al reconocer y abordar esta forma insidiosa de violencia podemos crear un mundo donde todas las formas de abuso, ya sea hacia seres humanos o animales, sean intolerables y abordadas con la seriedad y urgencia que merecen.