31 julio 2020

¿Pueden las mascotas contagiar el coronavirus a los humanos? ¿Tiene el consumo de animales relación con la pandemia de Covid-19?

María Girona Ayala. Presidenta de la Sección de Derecho de los animales del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM); Presidenta de la Asociación Para la Defensa de Víctimas de Injusticias (APADEVI) y del Santuario-Refugio para caballos maltratados SANTUARIO APADEVI.

En cuanto surge cualquier enfermedad la mayoría de las personas apuntan con el dedo de la culpabilidad a los animales, tratando como siempre de culparlos de todo tipo de contagios.

Sin embargo la realidad y la ciencia demuestra que es todo lo contrario, es decir, en la mayoría de ocasiones somos los humanos los que contagiamos a los animales, e incluso somos responsables de las pandemias más devastadoras por el hecho de consumir su carne.

La pregunta que más se ha oído en relación con los animales en los últimos meses es:

“¿Pueden los animales contagiar el coronavirus a las personas?”

La respuesta es sencilla: su mascota no le transmitirá el coronavirus.

No hay evidencia de que los coronavirus de nuestras mascotas más comunes hayan infectado a los humanos en el pasado reciente.

Mucha gente asocia que sus mascotas podrían enfermarse y propagar el virus. Esta desinformación está llevando al miedo y resultando en abandono y sacrificio despiadado de perros y gatos.

Los estudios científicos demuestran que son los humanos los que contagian a los animales del coronavirus Covid 19 y no al contrario. He aquí algunos ejemplos de animales contagiados por humanos:

  • El 3 de marzo, los servicios sanitarios de Hong Kong realizaron pruebas a 27 perros y 15 gatos que guardaban cuarentena por haber convivido con humanos contagiados. Solamente dos perros y un gato dieron positivo a las pruebas del coronavirus.
  • El 27 de marzo, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Lieja informó que las muestras de vómito y heces de un gato habían dado positivo por SARS-CoV-2. El gato vivía con una mujer que había sido diagnosticada con COVID-19 después de regresar de Italia.
  • Respecto al tigre del zoo del Bronx de Nueva York, que apareció en la primera plana de muchos periódicos el pasado 5 de abril, el informe de los técnicos del Laboratorio Nacional Veterinario del Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) que analizaron frotis de las mucosas del animal, concluye que este tigre y otros cuatro grandes felinos del zoo enfermaron después de exponerse a un trabajador contagiado pero asintomático encargado de atenderlos. No hay evidencia de que otros animales del zoológico muestren síntomas.
  • 92.700 visones sacrificados tras ser contagiados por los trabajadores de la granja en Aragón en la que estaban confinados para utilizar sus pieles. El pasado mes de mayo, 7 de los 14 trabajadores de la explotación dieron positivo en las pruebas de coronavirus, por lo que se descartó que los transmisores del contagio hubieran sido los visones, es decir, fueron los humanos los que contagiaron a esos animales. La asociación APADEVI ha denunciado al responsable de dicha granja por no poner las medidas necesarias para evitar el contagio a los animales, dado que como se ha demostrado, el contagio fue de humanos a visones y no al revés.

El servicio de análisis clínicos de los laboratorios IDEXX ha evaluado más de cuatro mil muestras de gatos y perros con su nuevo sistema de ensayos para el virus COVID-19 y no ha obtenido resultados positivos en ninguna de ellas.

Ese análisis masivo y los casos conocidos han llevado a la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE) a concluir que hasta la fecha no hay indicio alguno de que ningún animal, incluidas las mascotas o los animales salvajes, puedan ser una fuente de infección directa por COVID-19. Tampoco se espera que tal cosa ocurra. Por lo tanto, no hay justificación para tomar medidas contra los animales de compañía que puedan comprometer su bienestar.

El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (PANAFTOSA-OPS/OMS) y Protección Animal Mundial (World Animal Protection) se han unido para comunicar al público los aspectos referentes a la COVID-19 y la relación con las mascotas (perros y gatos) en el sentido de que no hay riesgo de que las mascotas contagien dicha enfermedad.

Por tanto, a pesar de los intentos de algunos de culpabilizar a los animales, los estudios científicos de todo el mundo concluyen que respecto al Covid 19: los animales de compañía son inocentes.

El abandono de perros y gatos es inadmisible, y no es, bajo ningún concepto, la solución a la pandemia del COVID-19. Tampoco lo es el sacrificio de animales. Esta pandemia no es, ni puede llegar a usarse, bajo ningún concepto, como una justificación para practicar la matanza despiadada de ningún tipo de animales.

Como decía anteriormente, es todo lo contrario, los humanos somos responsables de muchas pandemias por la falta de respeto hacia el mundo animal.

De hecho existen también estudios científicos que acreditan que la causa de esta pandemia de coronavirus Covid-19 es el especismo: la explotación, el hacinamiento, la tortura y la canibalización masiva de animales no humanos.

Existen precedentes como el síndrome de las vacas locas, la gripe aviar o la peste porcina que deberían hacernos reflexionar acerca de la responsabilidad de los humanos por estas pandemias.

La industria cárnica es una de las principales responsables de la deforestación y el cambio climático;  el especismo es una aberración ética y un suicidio colectivo desde el punto de vista ecológico y sanitario.

Las vacas, los cerdos y los pollos son las tres especies más explotadas y más despiadadamente tratadas por la industria alimentaria, y por ello cada una de ellas haya dado lugar a una catástrofe sanitaria reciente.

Los biólogos llevan años advirtiendo de que un animal estresado es un vehículo idóneo para todo tipo de patógenos. El estrés deprime el sistema inmunológico, lo que facilita la proliferación de virus y bacterias, así como la aparición de mutaciones.

Los expertos consideran muy improbable que el virus pasara directamente de los murciélagos a los humanos y creen que, con toda probabilidad, fue algún animal de los animales que hacinamos, matamos y devoramos de forma sistemática el intermediario entre el murciélago y el humano.

Por ello y aunque sea por puro egoísmo, es absolutamente imprescindible dejar de esclavizar, hacinar, torturar, matar y devorar a los animales no humanos si no queremos seguir siendo víctimas de pandemias con sus terribles consecuencias humanas y económicas.

Basándonos en los estudios científicos, hay que aceptar que el consumo de productos de origen animal es una de las principales causas de la deforestación, del cambio climático y de las catástrofes sanitarias. Esta conclusión es un hecho objetivo, comprobado por los científicos y no una afirmación fruto de la locura de los amantes de los animales.

Aunque solo sea por evitar nuevas pandemias, es imprescindible concienciarnos de que el trato que se da a los animales previo a su muerte para el consumo de su carne, está acabando con la especie humana.

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