Innovación Legal
27 diciembre 2016
A la rica anchoa
No vamos a hablar esta vez de ese preciado manjar del Cantábrico, sino de un tema de rabiosa actualidad.
Este mes se ha hecho viral un vídeo que incluso ha llegado a convertirse, desgraciadamente, en trending topic en Twitter. El vídeo en cuestión es de un youtuber cuyo canal de vídeos se centra, básicamente, en realizar bromas con cámara oculta de dudoso gusto en los que aborda a gente en la calle y les insulta gratuitamente para grabar sus reacciones.
El vídeo que se ha hecho viral ha sido uno en el que una de sus víctimas reacciona violentamente, propinándole una sonora bofetada, tras insultarle indicándole su parecido con el famoso manjar de Santoña.
No es el primer caso, ni desgraciadamente el último en el que gente sube contenido de dudoso contenido ético y moral y cuyos vídeos tienen muchas visualizaciones. Creo que es el momento de pararnos y hacer una pequeña reflexión. Esta reflexión también podría extenderse tanto a la gente que facilita la publicación de dicho contenido como a la gente que consume dicho contenido.
- ¿Por qué este tipo de canales tienen tantos suscriptores?
- ¿Por qué se permite con tanta facilidad la publicación de contenidos donde se fomentan conductas reprochables tales como la humillación, la violencia o el machismo?
- ¿Es ético que alguien se esté lucrando por la publicación de determinados tipos de vídeos?
Ahora gracias a los dispositivos móviles es muy fácil subir contenido y publicarlo inmediatamente en redes sociales y que dicho contenido sea consumido por un gran número de personas en un breve período de tiempo.
Pero tanto en la vida como en Internet no todo vale para conseguir fama (y dinero).
Si recibes un WhatsApp donde se esté fomentando cualquier actividad ética y moralmente reprochable, no contribuyas a que se siga difundiendo.
Si el fuego no tiene aire ni combustible, este al final se apaga.
Hagamos precisamente esto con la publicación y el consumo de dicho tipo de contenidos.
P.D.: ahora que se acercan las cenas de empresa ten mucho cuidado con lo que subes y compartes a través de las redes sociales. Por favor evita que seas tú, el que de la noche a la mañana, te conviertas en un fenómeno viral de internet sin quererlo.