Innovación Legal
21 marzo 2022
Cómo las grandes tecnológicas se acercan al sector legal
Por Jorge Morell
Big Tech o gigantes tecnológicos es como se ha venido a llamar a las mayores empresas en tecnología de la información de la industria en los Estados Unidos (y del mundo). A saber: Google, Apple, Meta (Facebook), Amazon y Microsoft.
Desde finales de la década de 2000 estas cinco empresas han formado parte sistemáticamente del top 10 de empresas más valiosas a nivel mundial, teniendo una capitalización de mercado máxima que oscila entre 500.000 millones de dólares y los más 2 billones de dólares.
De las Big Tech se habla mucho por el impacto que pueden tener en la competitividad de un mercado, por su potencial de monopolio (u oligopolio) en múltiples áreas económicas o por su efecto en la privacidad de miles de millones de personas, entre otras cuestiones.
¿Pero y qué hay del sector legal y en especial de todo el entorno relativo a la tecnología legal? ¿Las Big Tech también tienen interés en la Legaltech?
Excluyendo a Microsoft, ninguna de ellas tiene directamente un especial interés en el sector legal y su vertiente tecnológica, pero todas han dado o están dando pasos a través de los cuales se están introduciendo en el sector jurídico.
Microsoft es, sin duda, la más interesada en la industria legal. Como muestra un botón, en el último mes ha firmado acuerdos de colaboración con una de las grandes consultoras legales EY (en verdad lo ha renovado) y con otro de los grandes proveedores Legaltech, iManage.
Además, uno de sus fondos de inversión (M12) ha invertido en múltiples startups Legaltech (Definely, Evisort o Engine B).
Por si fuera poco, llevan colaborando con múltiples aceleradoras o incubadoras Legaltech varios años, desde MDR Lab (una de las primeras incubadoras Legaltech del mundo), la aceleradora Legaltech de PwC en Europa o Legálitas LAB en España.
A todo ello se suma que es el dueño de la tecnología más común en el sector legal, Office 365. De hecho, tiene incluso una versión específica de Office 365 para el sector legal.
Pero es que además, Microsoft entiende que la llegada de lo que llama “Inteligencia artificial legal” es ineludible a años/décadas vista. Así lo explicaba en su informe sobre el futuro de la computación en “The Future Computed”, un informe en el que llega a la conclusión que los abogados deberán sí o sí tratar la vertiente legal de la IA pero también usarla.
En definitiva, a Microsoft le interesa el sector legal.
Google es más modesto en sus iniciativas cara al sector jurídico, aunque ha realizado numerosas inversiones en startups Legaltech mediante su fondo de inversión Gradient Ventures en los últimos años (Legal OS, Define, Robin AI o Contractbook).
Ahora bien, donde Google sí ha mostrado especial interés en el sector legal es en el análisis documental a través de su nube. Desde hace varios años Google dispone de un producto denominado “Document Understanding AI” que están especialmente pensado para la extracción y análisis de documentos, por ejemplo de tipo legal.
De hecho, tal es el interés de Google en el análisis y comprensión de documentos legales como contratos, que grandes Legaltech como Ironclad ya lo usan y la propia Google ha dicho que su voluntad es trabajar con más empresas del sector.
Por tanto, seguro que podemos esperar más de Google en ese sentido.
En el caso de Amazon, al tener gran parte de su negocio basado en servicios en la nube a través de AWS, también ofrece como Google (y Microsoft) productos especializados en la extracción y análisis de documentos. Lo hace a través de “Comprehend”, un producto que inicialmente especializó en documentos del sector médico pero que también se usa ya en el entorno Legaltech, véanse los casos de Stoke Talent o Search Acumen.
Amazon también ha mostrado interés en el sector legal a través de su iniciativa “IP Accelerator”, un servicio mediante el que ayuda a la protección de marcas y otros derechos de propiedad industrial de las empresas que quieren vender sus productos en su marketplace. Para eso hace de filtro de despachos de abogados que facilitan esos servicios a las empresas interesadas.
Por su lado, Meta (Facebook) y Apple son los que menos iniciativas expresamente vinculadas al sector jurídico presentan.
Por ejemplo, Facebook adquirió una startup Legaltech como es Bloomsbury AI (especializada en el procesamiento de lenguaje natural).
Por su parte, Apple y su propuesta de crear fichas de privacidad para cada app que el usuario instale y mostrar a través de esas fichas los datos personales afectados, como si de una etiqueta alimentaria se tratara, es quizá una de las mayores iniciativas a escala global en materia de Legal Design.
De este breve resumen se podría concluir que las Big Tech no buscan en sí el sector legal (seguramente con la excepción de Microsoft), pero su alcance es tan grande que es imposible que indirectamente no vayan entrando en él (véanse muchos de los servicios en nube para analizar documentos).
Como nota final, un detalle: todas las Big Tech tienen su propio asistente de voz inteligente (ya se llame Alexa, Siri o Cortana, entre otros). Según el informe “Future Worlds 2050: images of the future worlds facing the legal profession 2020-2030” de la Law Society británica, un escenario de futuro para la abogacía es que en una o dos décadas todo el mundo lleve un abogado gratis en el bolsillo ya que se podrán hacer consultas legales a asistentes como Siri, Alexa o similar.
Dudo que ese escenario esté cercano, pero para nada suena descabellado a largo plazo. Por tanto, puede que con el tiempo las Big Tech influyan más de lo que pensamos en el sector legal y en el futuro preguntar algo así no sea tan extraño:
“Siri, ¿qué debo valorar para resolver mi contrato de alquiler?”
El tiempo y el Big Data nos dirán.
Jorge Morell
Fundador de Legaltechies
TWITTER:Jorge_Morell