12 septiembre 2022

Estoy harta de ser abogada. ¿Me dedico a tecnología?

Elen IrazabalPor Elen Irazabal

 

Que la profesión del abogado puede ser dura no es nada nuevo. Largas horas de trabajo, poca conciliación laboral, salarios bajos, etc. Una de las cosas buenas que nos ha traído la tecnología es la posibilidad de cambiar de profesión sin tener que pasar por la facultad de ingeniería. No solo hay posibilidad de cambiar totalmente de profesión, sino de combinar ambas disciplinas.

En este artículo explicaré los consejos que suelo recomendar a los profesionales y alumnos de derecho que me preguntan por ello. Empezamos:

  1. Tener un propósito

El propósito puede ser diverso, desde querer un giro profesional a ganar más dinero o querer mayor conciliación laboral. También puede pasar que has descubierto que no te gusta ejercer la abogacía y quieras cambiar de aires.

Lo importante es tener claro tu propósito. ¿Por qué quiero un cambio laboral? Tener definido un propósito te va a ayudar a determinar tu camino. Por ejemplo, si lo que quieres es un trabajo con menos horas quizá te compense tener una posición con menos responsabilidad. Si por el contrario quieres un salario alto en tecnología, tendrás que identificar qué camino y formaciones tienes que seguir para alcanzarlo.

Esta primera fase del propósito también es importante para saber si lo que quieres es dar un giro radical de 180 grados o si prefieres ir hacia un perfil híbrido entre tecnología y derecho. La formación que requerirás es muy distinta. No es lo mismo ser hacker ético que consultor en ciberseguridad.

  1. Salir de la zona de confort con un objetivo

Salir de la zona de confort está de moda. Eso sí, no lo hagamos sin sentido o sin ese propósito que acabamos de nombrar, sino nunca acabarás de hacer cursos.

Aprender programación sin un objetivo puede llevar a la frustración. Empezar a formarse en algo que no sabes para qué te va a servir va a llevar un gran esfuerzo. Por lo tanto, lo más importante es saber qué y para qué. Por ejemplo, en mi caso lo primero que me llamó la atención de la Inteligencia Artificial era sus aplicaciones al mundo del derecho. También sabía que tarde o temprano iba a haber una o varias regulaciones sobre la materia, haciendo falta juristas con conocimientos de ambas disciplinas.

Ese fue mi propósito para salir de la zona de confort.

  1. Empezar con formaciones gratuitas

Hay múltiples formaciones gratuitas de diversas ramas tecnológicas en internet. Hice un listado de las plataformas que más me gustaban en este mismo medio.

¿Por qué es importante empezar con formación gratuita? Para descubrir aquello que va contigo sin haber gastado un céntimo. Si vas conociendo lo que te gusta, podrás definir ese propósito del que hemos hablado en el apartado anterior. Después ya podrás decidir si pagar una formación acorde a tus necesidades.

  1. Perfil híbrido o técnico

No es lo mismo dedicarse a analizar normas de la Inteligencia Artificial (IA) que dedicarse a hacer Inteligencia Artificial. En ambos casos siempre recomiendo conocer la lógica de la programación, pero el profesional que se dedica a IA necesita conocimientos técnicos propios en su día a día. Sin embargo, el jurista que se dedique a las normas de IA necesita conocimientos jurídicos y técnicos, pero no necesariamente al nivel de un data scientist.

Un perfil híbrido que a mí personalmente me gusta mucho es el de AI product manager. Este sería un jurista que puede diseñar productos de IA, utilizando sus conocimientos del sector legal y el técnico. Por ejemplo, este perfil sabría cómo estructurar la información jurídica para que la máquina pueda aprender.

  1. Lógica de la programación

La lógica de la programación me parece básica para cualquier profesional que se dedique a tecnología. Ya sea perfil híbrido o totalmente técnico. Conocer por qué las máquinas fallan, cuándo y por qué funcionan y sus límites es imprescindible para cualquier análisis legislativo o de aplicación tecnológica.

  1. Asistir a eventos técnicos

Tanto asistir a eventos técnicos como rodearme de ingenieros es una de las primeras cosas que hice al mudarme a Madrid. En el sector técnico hay múltiples comunidades y eventos mensuales donde se comparte información de programación y de distintas temáticas (Ciberseguridad, Inteligencia Artificial, Blockchain, etc.).

Empezar a ir a los eventos te ayuda a seguir tu camino técnico y a escuchar opiniones e impresiones de profesiones que no son jurídicas.

  1. Adquirir cierta autonomía

Uno de los aspectos que más intento trabajar en mi curso de Ciencias de la Computación es la autonomía. La autonomía de buscar en Google un error de código o nueva información que te ayude a desbloquearte de una tarea. Google no sólo está para buscar jurisprudencia o el BOE, también está para consultar dudas técnicas o buscar información técnica.

Elen Irazabal

Comparte: