08 enero 2025

Grado en derecho 2030: Adaptación de la formación jurídica a la revolución digital

Por Blanca Rodríguez Lainz, miembro del Área de People de Global LegalTech Hub.

Una niña con un móvil en un pueblo perdido tiene hoy la misma potencia de datos y conocimiento a su disposición que toda la administración Reagan en los 80. Eso, es una realidad. Si hacemos un paralelismo podríamos imaginarnos a una joven abogada que hace 20 años habría pasado muchas horas en una biblioteca buscando precedentes legales y jurisprudencia, sin ver mucho la luz, haciendo unos papeles casi perfectos que le devolvían una y otra vez con tachones en rojo, recibiendo instrucciones y ejecutándolas con un profundo respeto a la jerarquía. Hoy, en cuestión de segundos, Laura podría obtener la misma información gracias a la inteligencia artificial y las herramientas legaltech, que están realizando tareas que tradicionalmente realizaban los abogados más jóvenes y que eran parte de su formación.

La tecnología está cambiando la manera en que los abogados trabajan y el contexto y las diferencias generacionales la forma en que nos relacionamos y la formación jurídica tendrá que irse adaptando a la transformación del sector, incorporando nuevas metodologías de enseñanza y el uso y manejo eficaz y ético de estos instrumentos porque, quien mejor lo enseñe, mejores profesionales dará al mercado.

La conclusión de la mesa sobre el grado en derecho 2030, con las intervenciones de algunas de las principales facultades de derecho del país es clara: La formación universitaria tiene hoy un enfoque mucho más práctico y cercano al mundo profesional, las facultades ofrecen mayores oportunidades y complementan la formación jurídica con el desarrollo y aprendizaje de otro tipo de habilidades y competencias sin embargo saltan algunas alertas: esto no debería ir en detrimento de la solidez en los conocimientos jurídicos.

Durante la mesa abordamos aspectos clave en este contexto como la evolución de la formación los últimos años, el perfil del alumno, la falta de vocaciones docentes o la incorporación con sus luces y sombras de la inteligencia artificial con todo lo que supone.

LA EVOLUCIÓN DE LA FORMACIÓN:

Moots, simulaciones, método del caso, clínicas jurídicas, optativas o dobles titulaciones que permiten a los estudiantes especializarse, incorporación de contenidos acordes a las necesidades de la revolución digital y experiencias internacionales son parte hoy de una formación integral que prepara mejor a los estudiantes para los primeros pasos de su carrera profesional pero ¿a qué precio?:

“Todo ha cambiado pero nada ha cambiado” afirmaba Abel Veiga, decano de Derecho de Icade. Bolonia marcó un punto de inflexión y también los másteres habilitantes que abrieron una reflexión sobre el grado y el postgrado. “Con el plan del 53 se estudiaba de otra manera, con mayor profundidad, había 25 asignaturas, grandes profesores de perfil académico y el grado de exigencia y estudio era mayor. La metodología ha cambiado y también el enfoque práctico, pero nuestra responsabilidad es seguir formando buenos juristas”.

Mercedes Delgado además de esta evolución hacia una mayor practicidad ve también un gran avance los últimos años en el desarrollo de habilidades además de un foco de enseñanza “mucho más global con un alumnado mas diverso y una enseñanza más cercana a la sociedad y al mercado”.

Juan Zornoza, Director del Master de acceso de UC3M considera que la burocracia de la Aneca y el Ministerio de justicia han dificultado la posibilidad de desarrollar másteres más atractivos. “Los cambios en la metodología docente que esto ha impulsado no han sido suficientemente bien introducidos, deberíamos ser capaces de transitar a un cambio metodológico más profundo integrando teoría y práctica con una reflexión sobre qué teoría se imparte”. Fernando Llano, decano de la Universidad de Sevilla, añade que con Bolonia los másteres estaban pensados para una especialización de cara a iniciar la carrera, “sin embargo esa propuesta ha quedado a medio camino y se ha convertido en una especie de formación de fin de grado donde a veces incluso se repiten conocimientos ya adquiridos”.

Juan Arrieta pone en valor todo lo que se ha hecho los últimos años “Los estudiantes en términos generales salen mejor formados y preparados para el mercado profesional. Se dedica mucho tiempo a que lo estudiantes tengan actividades complementarias muy diversas, a que hagan prácticas en organizaciones de referencia y sin duda tiene mejores oportunidades que hace 20 o 30 años, cuando estudiabas los manuales, asistías a clases magistrales y te examinabas en junio. Personalmente preferiría el modelo actual.”

INTEGRACIÓN DEL LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA

Las facultades están incorporando a sus programas formación contenidos relacionados con el conocimiento del derecho digital y la inteligencia artificial desde distintas aproximaciones, incorporando aspectos éticos, humanísticos y empresariales.

Abel Veiga ponía de manifiesto la problemática actual en educación “tenemos muchos problemas con el plagio y con ChatGPT”, en este sentido Juan Zornoza afirmaba que queda mucho por hacer manteniendo la solidez de la formación jurídica, inculcando el estudio, la lectura, el pensamiento crítico y el esfuerzo e integrando un buen uso de la inteligencia artificial con la metodología, la formación y las habilidades necesarias para “que sea un punto de partida y no uno de llegada”.

En el máster de acceso en UC3M se ha integrado en algunos casos “les damos los materiales al inicio de curso y les pedimos que usen IA para resolverlos, dedicando las clases a criticar esas aproximaciones con el objetivo de que el alumno aprenda a discriminar y filtrar la información y desarrolle su pensamiento crítico”.

La Universidad de Sevilla inicia el próximo curso el primer master sobre derecho y ética de la inteligencia artificial, donde no sólo se forma a los futuros juristas sobre IA y Derecho sino que integra disciplinas extrajurídicas necesarias y complementarias incorporando tecnólogos, humanistas, filólogos, economistas y empresas del mundo digital.

El máster de acceso de UC3M va incorporando de forma progresiva formación especifica para el empleo de IA y nuevas tecnologías en la práctica del derecho con contenidos en asignaturas con el objetivo de que los estudiantes sepan hablar con los tecnólogos, que entiendan algo del lenguaje de programación.

Icade ha creado dos observatorios y una cátedra relacionados con las nuevas tecnologías donde a través de la investigación, colaboración con despachos y empresas y talleres se actualiza en estas materias a los alumnos.

La Universidad de Navarra cuenta con un máster en derecho digital además de optativas que complentan y permiten la especialización de los alumnos de grado. “El observatorio en regulación digital y tecnologías y las masterclass además de las sesiones dirigidas a la formación de los profesores en este campo nos permiten ir adaptándonos a los cambios” afirma Mercedes Delgado.

EL PERFIL DEL ALUMNO

Según la percepción de Abel Veiga los alumnos llegan con una formación distinta del colegio, hablan idiomas, saben trabajar colaborativamente, saben comunicar mejor y tienen otras capacidades pero ¿lee más, piensa más, copia más? El alumno tiene una visión más extensa de ciertas cosas pero la facultad debe formar desde la lógica, enseñarles a pensar y a interpretar la norma.

Mercedes Delgado cree que el perfil ha cambiado completamente, “desde la metodología docente tratamos de educarles en competencias como la empatía, la escucha, resiliencia, capacidad de esfuerzo y sacrificio y la humildad para aprender de otros. Que sepan discriminar que es lo importante, implicando a los profesores en la elaboración de nuevos materiales y trabajando desde el principio del grado para que el estudiante sea el protagonista de su formación, debe ser capaz de escuchar y de entender al otro y debe ser capaz de interrogarse y tener esa inquietud personal”.

La transformación digital y el uso de herramientas como la inteligencia artificial representan un desafío, pero también una oportunidad única para reinventar la formación jurídica. Aunque surjan inquietudes sobre cómo equilibrar la modernización con la profundidad de los conocimientos tradicionales, es evidente que las facultades de derecho están avanzando hacia un modelo educativo más global, práctico y adaptado a las necesidades de un mundo cambiante.

Este proceso exige no solo preparar a los futuros juristas para enfrentarse a nuevas tecnologías, sino también inculcarles valores como el pensamiento crítico, la ética profesional y la capacidad de adaptación. Los logros alcanzados en los últimos años, desde la integración de metodologías innovadoras hasta la creación de programas especializados, son testimonio de un compromiso claro con la excelencia académica y profesional.

 

El camino hacia 2030 está lleno de retos, pero también de grandes oportunidades. Con una visión compartida y la colaboración entre facultades, docentes, estudiantes y profesionales, estamos construyendo una formación jurídica que no solo responde a las exigencias del presente, sino que anticipa las necesidades del futuro. Al final, la verdadera meta es formar abogados completos: competentes, éticos y capaces de marcar la diferencia en una sociedad cada vez más compleja y conectada.

 

 

 

 

 

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