Justicia en tiempos de pandemia: tecnología, creatividad y valentía

Por Laura Fauqueur
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Hace unos cuantos años ya que un sequito de profesionales, entre los cuales varios grandes amigos (que echo mucho de menos), y servidora, nos esforzábamos para mostrar al sector jurídico los beneficios de la legaltech, sus posibilidades, pero también sus limitaciones, sus riesgos y sus carencias. Queríamos dar a conocer la tecnología a los juristas y el derecho a los tecnólogos.

Había que haberlo hablado más, pensado más, discutido más, probado más, creado más, pero llegó la pandemia. Lo que nosotros apenas estábamos empezando a conseguir tras años de travesía del desierto, soledad, toma de riesgos, noches sin dormir, luchas varias, lo ha conseguido la pandemia en apenas unos días, de forma global.

Los despachos y los profesionales, bien que mal, se han trasformado a la velocidad de la luz. Con el propósito de sobrevivir y seguir sirviendo a sus clientes a pesar de luchar contra los mismísimos elementos, los abogados se han movilizado, animado, envalentonado, arriesgado, y aquí estamos, sin saber que nos depara el futuro, incluso el más cercano.

Teorizar sobre gestión del cambio, transformación digital y adopción tecnológica no sirve ya de nada.

Tampoco sirve hablar de la legaltech de urgencia que debe adoptar un despacho (y/o un abogado) para sobrevivir en tiempos de pandemia, pues han pasado ya semanas y cada uno ya ha ido adoptando, espero, lo que necesitaba.

Cada cual se habrá hecho su peculiar mix de herramientas tecnológicas, empezando por el hardware y continuando con el software, para gestionar su comunicación interna (con equipo y colaboradores), externa (con clientes), y si no lo hubiese hecho antes, se habrá interesado por las herramientas existentes para cubrir necesidades de gestión documental, de expedientes, de contratos, de firma digital, de secretariado corporativo, etc. Todo ello mirando con lupa, espero, la privacidad y la ciberseguridad vinculadas a estas soluciones.

El Consejo General de la Abogacía Española y los Colegios de Abogados españoles ofrecen ya muchas de estas soluciones para sus colegiados y además, varias soluciones legaltech han decidido ayudar al colectivo en esta difícil situación (y hacerse un poco de merecida publicidad) facilitando un acceso gratuito a su herramienta para los abogados que lo deseen.

Pero hoy es tiempo de acción, no solo de reacción.

Sí, esta pandemia pasará, volveremos a salir a la calle, a abrazar a nuestra gente, a celebrar juicios ordinarios, a tomarnos cañas en el bar, a velar a nuestros muertos. Pero no seamos ingenuos. Nada volverá a ser como antes. Cual espada de Damocles, existirá para siempre la posibilidad de tener que permanecer nuevamente confinados durante un periodo indefinido de tiempo.

Y para estar “a prueba de futuro” o al menos, a prueba de pandemias, tenemos que aprender a mantener nuestros cuerpos en casa mientras nuestras mentes y almas se siguen desplazando y dando lo mejor de si.

Tenemos que seguir generando valor. Trabajando. Criando. Ayudando. Amando. Cuidando. Aprendamos de las luchas (internas) por las que estamos pasando todos durante este confinamiento: inmediatez vs paciencia; consumo vs sostenibilidad; saturación vs escasez, etc. e integremos este impulso de solidaridad y de creatividad que estamos demostrando como pueblo.

Con estas nuevas cartas en la mano, pensemos entre todos y hagamos que la justicia se adapte a esta nueva era. Es imperioso que la justicia logre pasar de forma “seamless”, sin costuras, de la modalidad analógica a la virtual.

No debemos permitir que la transformación digital que los abogados sí están llevando a cabo a marchas forzosas deje fuera a las instituciones. La pandemia no puede ser motivo para dejar aún más desprotegidos a los más vulnerables, un colectivo que, por desgracia, está creciendo y seguirá haciéndolo en las próximas semanas.

Leamos, pensemos, intercambiemos, creemos, y aprovechemos este parón planetario para inventar y construir una justicia más cercana y humana, aunque más digital. Es el momento de olvidarnos de antagonismos y protagonismos para ponernos todos al servicio de lo justo.Es tiempo de valientes y de creativos.

Laura Fauqueur
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