La Inteligencia Artificial se asoma a la fase de consolidación en el sector legal

Por Sara Molina
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La implantación de la Inteligencia Artificial (IA) en los despachos de abogados es un proceso lento (si se hace bien) que parte de un cambio de cultura y de los procesos de trabajo adaptados a los valores de la firma.

Una vez casi superada “la fase del abismo de desilusión” según el ciclo de Gartner de tecnologías disruptivas y el denominado “Hype de la Inteligencia artificial” durante el año pasado, son muchos los despachos que al ver que se trata de una tecnología viable esperan a ver el éxito que tiene en otros para aplicarlo en el suyo. En la actualidad (en el círculo que aparece en el gráfico inferior), son los grandes despachos los que lideran la implantación de desarrollos propios de la Inteligencia Artificial en los procesos, y son éstos los que arrastraran al resto de despachos de abogados.

En cuanto al resto de los despachos más pequeños tienen la posibilidad de usar software con desarrollos en el mercado sin ser necesario llevar a cabo desarrollos propios. A modo de ejemplo os dejo mi entrada en este blog relativa a diferentes opciones existentes en el mercado.

A punto de finalizar este año 2018 podemos identificar a día de hoy tres “megatendencias” en tecnologías disruptivas en el Ciclo de Gartner como resumía recientemente:

• La consolidación de la Inteligencia Artificial(desde la actualidad hasta el 2025) por medio del desarrollo para su uso en la mejora toma de decisiones, reinvención de modelos de negocios y ecosistemas, y rehaciendo la experiencia del cliente.

Según un reciente estudio de Gartner, el 59% de las organizaciones aún están recopilando información para construir sus estrategias de IA, mientras que el resto ya ha avanzado en la experimentación o la adopción de soluciones.

• Aplicaciones y análisis inteligentes con el uso de la IAagregando así valor al software (incluidos los ERPS) por medio de análisis avanzados, procesos inteligentes y experiencias de usuario avanzadas. Tendrá una especial repercursión en el denominado HR Analytics siendo capaz de transformar la forma de trabajar y la estructuras y el uso de asistentes virtuales o bots…
• Cosas inteligentesbasadas en el aprendizaje automático de las personas y el entorno. Su evolución llevará a modelos basados en aprendizajes colaborativos.

Así lo desarrolla la consultora en el siguiente cuadro:

El uso de la IA y su correcta implementación tiene un impacto profundo en la forma en la que trabajamos, en la que gestionamos a las personas, los clientes, los socios… Consiguiendo así conectar con nuevos ecosistemas y siendo más competitivos en el mercado.

Cuando se habla de digitalización debemos hablar de tres capas: personas, procesos y tecnología. En contra de los que muchos piensan, la tecnología, tan solo es una herramienta que está al servicio de la estructura de la firma. No debemos dejar fuera ninguna de las tres capas, ya que se complementan una con otra. La implantación de una capa tecnológica necesita de una reflexión previa sobre las personas y sobre la estructura de la empresa.

El objetivo al embarcarse en un proceso de transformación digital debe centrarse en el último eslabón de la cadena: el cliente y en el que debe repercutir toda la digitalización, bien en forma de una mayor calidad, de una reducción de costes, de mejora de experiencia del servicio…

El sector legal es muy susceptible de aplicar técnicas Big Data, ya que hay mucha información disponible: contratos, formularios, resoluciones judiciales, entre muchos otros. Los datos no siempre están estructurados y además hay que tener en cuenta que muchos son elaborados en lenguaje natural, lo que indica que no pueden ser interpretados por una máquina, sino que hay que realizar un proceso de conversión. Aquí es dónde tiene especial relevancia el Procesamiento del Lenguaje Natural o PLN y el trabajo conjunto de técnicos y abogados que trabajen en línea con un control de calidad. Esta multidisciplinariedad es clave si tenemos en cuenta que el ser humano no se expresa siempre de forma unívoca por lo que el aprendizaje es fácil que pueda ser sesgado. En palabras de Jorge Morell: “el archienemigo del PLN es la ambigüedad, algo de lo que el lenguaje humano está repleto. Ya sea por el uso de la ironía, el sarcasmo, los registros informales, los errores de pronunciación o escritura, los emojis, la mezcla de idiomas y tantas otras variantes que afectan al lenguaje humano escrito y hablado”.

Algunos ejemplos en los que la IA y, concretamente, el Procesamiento de Lenguaje Natural, ayudan a mejorar el trabajo de un despacho de abogados son:

• Revisión documental. Hay procesos en los que un abogado tiene que revisar contratos u otro tipo de documentos legales. Son procesos arduos que consumen mucho tiempo. Gracias a técnicas de PLN y aprendizaje automático o Machine Learning, se pueden automatizar ciertas partes de manera que sea la máquina quién determine si existe o no una determinada cláusula, o si es errónea.
• Clasificación de documentos. Clasificar documentos como contratos, sentencias, declaraciones, etc. es una tarea que actualmente se hace de manera manual. Mediante técnicas de PLN podemos conocer qué se dice en el documento, y extraer esa información para luego poder clasificar los documentos según su tipo. Por ejemplo, se pueden clasificar las sentencias según si el fallo haya sido firme o no, según el resultado de la misma o si la sentencia es recurrible o no.
• Generación de Negocio y creación de alertas inteligentes. A través de información pública, como puede ser en Google, se pueden crear alertas con el fin de detectar temas de interés que hayan cambiado, como puede ser una norma, una ley o un recurso, que pueda ser relevante para algún caso concreto y poder tomar una nueva decisión con mayor celeridad.

En definitiva, las empresas basadas en el conocimiento como lo son los despachos, tienen en la IA y en Machine Learning un gran aliado que actúa como catalizador para hacer cosas distintas o dedicar su tiempo a realizar tareas más productivas.

Para terminar, os dejo el vídeo con el debate completo “Inteligencia Artificial en el sector legal, casos reales” moderado por José Mª Fernández Comas, director de Derecho Práctico en el que participo junto a Pablo Haya, director de Social Business Analytics del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), nuestro partner tecnológico con más de 25 años de experiencia y que cuenta con un grupo de expertos psicólogos, psicómetras, lingüistas, matemáticos, físicos, informáticos e ingenieros expertos en la creación de modelos y tecnologías Big Data.

Sara Molina
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