10 febrero 2020

Llegan las app stores de Legaltech

Jorge MorellPor Jorge Morell

 

Los teléfonos inteligentes, primero con el iPhone de Apple y luego con los Android de Google, Samsung y otras compañías, popularizaron el concepto de “app store” o tienda de aplicaciones durante la última década.

Las tiendas de aplicaciones no dejan de ser más que plataformas digitales para la distribución de software, que como si de un bazar se tratara, ponen a disposición del usuario centenares de miles (ahora ya incluso millones) de herramientas de todo tipo. El usuario, mediante una cuenta y un dispositivo compatible, puede acceder a ese inmenso bazar de contenido y conocimiento de forma muy sencilla, instalando y desinstalando todo tipo de software con tremenda facilidad y comodidad.

Ese concepto de la tienda de aplicaciones se ha ido extendiendo a otros ámbitos más allá de los dispositivos móviles, e incluso los relojes inteligentes cuentan con ellas.

Pues bien, ahora esa concepción del acceso rápido, cómodo y veloz de herramientas llega al sector legal, y a la Legaltech en particular, de la mano de Reynen Court, la considerada primera “app store” de la Legaltech.

Si bien Reynen Court lleva en pruebas desde finales de 2018, ha sido a inicios de 2020 cuando se ha producido su lanzamiento comercial. Y de la misma forma que las tiendas de aplicaciones en dispositivos móviles querían facilitar el acceso, comodidad y seguridad a la hora de probar nuevo software por parte del usuario, ése es también en buena parte el objetivo de Reynen Court.

Reynen Court nace durante 2018 de la mano de 12 despachos del llamado “Magic Cercle” británico, concretamente Clifford Chance, Covington, Cravath, Swaine & Moore, Freshfields, Gibson Dunn, Latham & Watkins, Orrick, Linklaters, Paul Weiss, Ropes & Gray, Skadden Arps y White & Case.

De esas 12 firmas, tres han invertido directamente en la startup: Clifford Chance,  Latham & Watkins y Orrick (lo que no es muy habitual, un despacho invirtiendo en una startup).

¿Qué motiva tanto interés por parte de tantas y tan importantes firmas? Principalmente, que las firmas quieren máxima seguridad respecto a la información que comparten con las herramientas Legaltech, que cada día son más comunes y variadas. Además, desean que la implementación de las mismas sea de una forma unificada y, a ser posible, que entre unas y otras se integren y “hablen”.

Con esa finalidad nace Reynen Court, ser una plataforma abierta y de intermediación entre despachos y los cada vez más numerosos y variados proveedores Legaltech. La “app store legal” busca que los despachos adscritos puedan probar la tecnología disponible en la plataforma (por ejemplo sobre smart contracts, análisis de documentación y otras automatizaciones) de una forma estándar y segura. La idea es que la firma realice cada conexión a la herramienta de forma controlada y estancada, como si de un container se tratara. De forma que la conexión se haga siempre desde los data centers o nubes privadas de las firmas.

Con ello se intenta evitar que una firma deba proporcionar su información a cada solución Legaltech de una forma relativamente distinta, en nubes diferentes y con requisitos a nivel de seguridad y garantía muy cambiantes. Además, Reynen Court busca facilitar la integración e interoperabilidad de las herramientas Legaltech. Es decir, si todas las herramientas conectadas a la plataforma lo hacen de forma común y estandarizada, facilitar luego que «hablen» entre ellas probablemente sea más fácil.

Eso en cuanto a los consumidores de Legaltech, respecto a los proveedores de herramientas, se pretende evitar lo que ahora es muy común: que deben acercarse a las firmas casi siempre con una configuración tecnológica relativamente única, más costosa y no siempre facilitando la interoperabilidad.

En verdad la idea tiene mucha lógica y debería favorecer el uso de tecnológica con mayor agilidad y seguridad. Ahora bien, el planteamiento no está exento de problemas:

1) hoy por hoy está muy pensada para grandes firmas, y si bien lo lógico es que con el tiempo se abra a despachos más pequeños, seguramente todavía tardará en llegar;

2) la inversión e intervención tan directa de tantos despachos ha generado suspicacias sobre si interesa crear un gran mercado de Legaltech controlado mayormente por los despachos, que dictaminarían quién entra y sale de ese nuevo jardín vallado;

3) ahora mismo el coste de acceso y los requerimientos a cumplir por parte de los proveedores, pueden ser todavía altos.

Sea como sea, el concepto tiene mucha razón de ser, y basta ver el efecto generado por otras tiendas de aplicaciones en otros ámbitos para entender lo útil que pueden llegar a resultar este tipo de plataformas en el sector legal.

De hecho, Reynen Court no es la única app store legal, ya que en Francia existe desde hace algo más de un año otra. Llamada Legaltech Store y pensada para el sector legal francés, ofrece un modelo muy similar pero no está bajo el control de despachos y la relación despacho – proveedor es algo más sencilla (también ofrece niveles de integración menores).

En cualquier caso, la realidad es que ya tenemos entre nosotros tiendas de aplicaciones legales, que el modelo tiene mucha lógica y que más allá de las particularidades que vaya a seguir un modelo u otro, lo normal es que este tipo de plataformas se vaya abriendo paso y facilitando tanto a despachos como a proveedores de todo tipo, el acceso seguro a Legaltech.

Seguiremos de cerca su evolución.

Jorge Morell
Fundador de Legaltechies
TWITTER:Jorge_Morell

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