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Innovación Legal
22 julio 2021
Por Laura Fauqueur
TWITTER @laurafauq
El verano pasado escribí el post Rediseñando la justicia: menos hablar y más colaborar a la vuelta de la primera Asamblea General de Avotech a la que asistía. La llamada a la colaboración que ahí hacía sigue de plena actualidad, ¡más si cabe que hace un año!
Como también sigue vigente, entre profesionales del derecho por una parte, y entre ellos y los justiciables por otra, la necesidad de más bienveillance, un término que traduje el año pasado como “benevolencia”, aunque esta traducción siga sin convencerme. Aún no he encontrado la palabra exacta que defina en castellano esta noción de desear el bien para el otro, mirarlo con buenos ojos, cuidarlo, y si al lector se le ocurre la palabra idónea, me encantará conocerla.
En todo caso, creo que estoy a punto de convertir en tradición el hecho de dedicar el post que cada verano me toca escribir para Abogacía Española a mis experiencias “avotecheras”, pues este año también he vuelto de este evento con una inspiración y admiración renovadas por mis compañeros de asociación.
Este año, hemos tenido el privilegio de reunirnos en Montpellier, hospedados por el Colegio de Abogados de Montpellier y su activa (y muy acogedora) incubadora.
Organizamos con ellos una jornada, durante la cual los miembros de Avotech debatimos sobre algunos de nuestros temas fetiches (quien me conoce podrá adivinar fácilmente en cual de las 4 mesas redondas enumeradas a continuación he participado…).
Aquí el teaser:
En cada una de ellas, completamente ajenos a la burbuja que a menudo envuelve el término legaltech, los miembros de Avotech hablaron de sus legaltechs durante unas conversaciones conmovedoras de sinceridad y brillantez a partes iguales.
Los 4 paneles versaron sobre:
Retrasmisión de la primera mesa:
Retrasmisión de la segunda mesa:
Retrasmisión de la tercera mesa:
Retrasmisión de la cuarta mesa:
Lo primero que me llamó la atención no fue de lo que se habló, sino de los que no se habló:
En resumen:
Durante el cóctel y la cena posteriores a la jornada, tuve la oportunidad de ponerme al día con muchos de mis compañeros, pues hacía un año que no veía a la mayoría de ellos. Y descubrí que, en el intervalo de un año, muchos habían creado otras, nuevas legaltechs, otros habían levantado fondos, otros estaban internacionalizándose… Mientras muchos siguen cuestionándose los beneficios de su uso y otros se aferran a todo lo que pueden para rechazar el cambio y negarle a la legaltech el lugar que ya ocupa en la justicia, otros construyen la justicia del presente y se desviven para que se convierta en presente.
Aparte, cuando uno se aficiona al emprendimiento, detecta las oportunidades más rápidamente que otros, y como ya ha abandonado antes su zona de confort para nunca volver a ella, logra hacer las cosas con más velocidad y menos recelo que la primera vez.
Este post se lo decido a ellos, abogados intrépidos, valientes innovadores con causa. Y Aquí también hay muchos de ellos, y nuestro deber es apoyarles, con toda la bienveillance que podamos demostrar.