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Innovación Legal
27 noviembre 2015
Por estas fechas nos empiezan a aflorar los sentimientos de solidaridad, amor, buenos deseos para los demás, intercambiamos regalos para expresar nuestra gratitud y, cómo no, aprovechamos ésta época para degustar los productos típicos de ésta época: turrones, polvorones, mazapanes y el famoso pudin de Navidad.
Pues haciendo homenaje al pudin con el título de este artículo vamos a tratar un tema que está de plena actualidad y que está haciendo mella en las relaciones personales y profesionales. Apunta este nuevo palabro: phubbing.
¿En qué consiste el phubbing? El phubbing es un término nuevo que apareció en el año 2007 justo cuando empezaron a venderse los primeros teléfonos inteligentes. La palabra es el producto de la unión de phone (teléfono) y snubbing (despreciar, desairar). Se utiliza dicho término para definir el acto que realiza una persona al ignorar o menospreciar a quien en ese momento le acompaña, prestando más atención al dispositivo móvil que al acompañante.
Seguro que la mayoría de vosotros os habréis quedado con cara de circunstancias mientras estás dando una charla o asistiendo a una reunión y compruebas que hay gente que no despega el ojo de su móvil y parece que estás hablando a las paredes.
También os habrá pasado estar comiendo en un restaurante y no poder iniciar una conversación porque la mayoría de comensales están más atentos a sus móviles que a la gente que está comiendo con ellos.
Y ya en casa, al acabar el día, ¿no os habéis sentido solos cuando vuestra pareja no despega el móvil de la mano?
Pensaréis que a lo mejor están sin despegarse del móvil por temas profesionales o urgentes, pero la mayoría de personas utiliza el móvil para actualizar el estado de su red social, hacer check-in en el restaurante, ver los chistes que han enviado al grupo de amigos de WhatsApp o para jugar a ese juego tan adictivo y subir de nivel para seguir liderando el ranking de entre todos los amigos que juegan a ese juego.
Se calcula que un 71% de los usuarios de smartphones de entre 18 y 45 años tiene nomofobia (es decir, adicción al móvil) elevándose este porcentaje al 83% entre los adolescentes.
Atentos a estos datos:
¿Qué podemos hacer para acabar con esta lacra social?
Que disfrutéis de esta época.
¡Felices Fiestas! (Por anticipado ;)