02 diciembre 2024

Por qué cada vez acudo a menos eventos del sector legal

Elen IrazabalPor Elen Irazabal

Hace unos años intentaba acudir a todos los eventos que podía del sector legal y de tecnología. A medida que iba teniendo más trabajo y tenía que economizar mi tiempo y acudía a ciertos eventos, me empecé a hacer ciertas preguntas sobre los eventos y reflexionaba sobre la utilidad de las mismas y las siguientes son algunas de mis reflexiones:

  • Pacto de intervenciones: Algo que me ha sorprendido a lo largo de los años es la práctica, cada vez más común en muchos eventos, de realizar reuniones previas para pactar las preguntas. En muchos casos, incluso se llevan por escrito las respuestas que se van a dar, eliminando cualquier posibilidad de espontaneidad o naturalidad en el momento. Esta dinámica, que parece intensificarse cuantas más empresas del sector intervienen, dificulta que las intervenciones den lugar a debates enriquecedores, convirtiéndose en simples consignas promocionales de las empresas y de sus actividades.
    Esto crea un ambiente homogéneo donde parece que todos están de acuerdo, dejando poco margen para las ideas disruptivas o para el crecimiento real del sector.

 

  • El postureo: En muchos eventos, parece que todos están llevando a cabo proyectos trascendentales, innovando sin descanso y proyectando un futuro brillante para el sector. Se habla de transformación digital, automatización y nuevas tecnologías, como si ya estuvieran revolucionando nuestro día a día. Sin embargo, esta narrativa suele quedarse en la superficie, y es aquí donde escucho con frecuencia la frase “al menos algo se mueve”.
    Aunque a primera vista puede parecer una expresión optimista, en realidad refleja una actitud conformista. Es una manera de justificar la inercia y la lentitud del sector, de contentarse con pequeños pasos que apenas desafían el statu quo. En lugar de cuestionarnos si los cambios son realmente suficientes para transformar nuestra profesión, preferimos aceptar lo mínimo como si fuera un logro significativo.
    Esta mentalidad no solo limita el potencial de avance real, sino que también perpetúa un ambiente donde el discurso reemplaza a la acción. Así, el “al menos” se convierte en una excusa para no exigir más ni tomar medidas concretas que vayan más allá de las palabras.

 

  • Siempre queda el networking: Muchas personas me dicen: “Aunque no te interese la temática de las ponencias, ven a hacer networking”, como si no asistir fuera perder una oportunidad invaluable. Es cierto que conocer gente y que te pongan cara es importante para construir relaciones profesionales y hacer negocios. Sin embargo, esto no necesariamente se traduce en oportunidades concretas. El tiempo que dedicas a estar presente e interactuar no siempre guarda proporción con los beneficios que podrías obtener.

Además, el networking efectivo no consiste solo en asistir a eventos. Es fundamental haber labrado previamente una buena reputación profesional, ya que eso es lo que realmente añade valor a las conexiones que puedas hacer. Sin una base sólida de credibilidad y experiencia, la presencia en estos espacios corre el riesgo de quedarse en meras interacciones superficiales, sin generar resultados tangibles ni relaciones duraderas. No es que rechace todos los eventos, sino que prefiero apostar por los que realmente ofrecen debates auténticos y aportes sustanciales. Al final, se trata de elegir calidad sobre cantidad y de dar valor al tiempo.

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