Innovación Legal
15 enero 2016
Prohibido el móvil
Ya estamos acostumbrados a que se restrinja el uso de dispositivos móviles en los aviones, hospitales, centros religiosos o mientras se conduce, pero a medida que su uso se va extendiendo son más los sitios en los que su uso se ha prohibido o limitado.
Hay situaciones en las que no hace falta decir que su uso es causa de rechazo automático entre todos nosotros. Imaginaos que suena vuestro móvil durante el funeral de la Duquesa de Alba o en medio de una obra de teatro para celebrar el día del niño. La gente de alrededor, lógicamente, nos lo echaría en cara de forma inmediata.
Pero hay situaciones en las que se ha tenido que redactar una normativa, más o menos estricta, que regule el uso de dichos dispositivos en diferentes ámbitos.
Fuente: Ericsson Mobility Report
Un ejemplo lo tenemos los centros escolares. Los usuarios de los móviles son cada vez más jóvenes y los han incorporado a sus vidas como un elemento más. Aunque bien utilizados tienen muchísima utilidad, desde el punto de vista educativo los móviles se están convirtiendo en un problema de convivencia en los centros de enseñanza.
Las autoridades están empezando a tomar cartas en el asunto y ya están elaborando normativas para regular y prohibir el uso de los dispositivos móviles en las aulas.
Así, en Castilla La Mancha, Oviedo, Galicia, Bilbao o Girona ya han redactado sus normativas al respecto prohibiendo el uso no solo a los alumnos, sino incluso también a los profesores.
Estas normativas incluyen la obligación de no introducir el móvil en todo el recinto escolar o bien tenerlo totalmente apagado. Sólo se podrá utilizar el teléfono en el aula para fines exclusivamente educativos y cuando el profesor lo estime oportuno.
También en algunas empresas se ha restringido el uso del móvil a nivel personal, pues se ha comprobado que en la mayoría de casos son una fuente continua de distracciones.
Así, según un reciente estudio de Adecco, los trabajadores españoles pierden una media de 10 horas al mes comprobando las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Es decir, 13 días laborables al año.
En Estados Unidos un 68% de las empresas ya han tomado carta en el asunto para paliar los efectos de las distracciones que provoca el uso de los móviles en las empresas.
Hagamos lo imposible y tratemos de actuar por delante, antes de que tengan que redactar ninguna norma al respecto.
Basta con que todos utilicemos el sentido común fomentando el respeto y la convivencia para que no tengan que redactar tantas normas sobre este tema.