16 noviembre 2020

¿Qué es la transformación digital?

Eva BruchPor Eva Bruch
TWITTER @evabruch

Es probable que esta pregunta parezca fuera de lugar a estas alturas pero con tanto hablar de legaltech y tecnología muchas veces los conceptos se mezclan e incluso se llegan a utilizar de forma intercambiable.

Empecemos por lo que no es la transformación digital. Transformación digital no es:

  • Implementar un nuevo sistema de facturación.
  • Implementar un software de email marketing.
  • Cambiar el sistema de gestión de expedientes.
  • Digitalizar la documentación.
  • Pasar de guardar los archivos en el C de los ordenadores a un servidor.
  • Utilizar Google Drive o One Drive.
  • Implementar Microsoft Office 365.
  • Pretender buscar una solución tecnológica que “lo haga todo”.
  • Facilitar portátiles a los abogados para que trabajen desde casa.
  • Cambiar la página web.
  • Poner un formulario de contacto en la web.
  • Pretender hallar una aplicación que se adapte 100% a nuestra forma de trabajar (no existe).
  • Esperar que los profesionales abracen el cambio sin más sin siquiera darles tiempo para ello.

La transformación digital es un concepto mucho más amplio que pivota sobre el cliente. La transformación digital es:

  • Redefinir los procesos de prestación del servicio para eliminar cuellos de botella.
  • Reducir los tiempos de prestación del servicio.
  • Aumentar la información que se ofrece al cliente sobre asuntos en curso y facturación.
  • Adaptar la forma de facturar los servicios a las necesidades del cliente.
  • Idear nuevos servicios que los clientes quieran comprar.
  • Hablar abiertamente con los clientes para establecer relaciones de colaboración efectivas.
  • Proporcionar la máxima transparencia en la prestación del servicio.
  • Adaptar la cultura del despacho para alinearse con la del cliente.
  • Buscar aplicaciones que resuelvan nuestras necesidades adaptando y mejorando la forma en que hacemos las cosas.
  • Aceptar que deberá trabajarse con varias aplicaciones que funcionarán integradas entre sí para obtener la máxima funcionalidad en cada una de ellas.
  • Explicar, formar y acompañar a los profesionales en los cambios que requiere la organización.
  • Liderar el cambio de forma colaborativa y con apertura de mente.
  • Proporcionar herramientas y metodologías que faciliten el cambio y el crecimiento personal y profesional.
  • Buscar formas creativas de gestionar los servicios para el cliente, integrando otros proveedores como los ALSP en la cadena de producción.
  • Aplicar técnicas de legal project management, en las que se involucre al cliente, para gestionar temas complejos.
  • Avanzarse al cliente en proponer soluciones o advertir de riesgos aún cuando no lo haya solicitado.
  • Lograr que la organización adopte una actitud de mejora contínua del servicio, siendo críticos con el despacho y consigo mismos.
  • Aceptar que siempre puede hacerse mejor, que se cometen errores y que de ellos se aprende.
  • Alinear la estrategia del despacho a lograr la máxima satisfacción del cliente.
  • Dotar a los profesionales de las herramientas y el tiempo necesario para innovar, mejorar, aprender y cambiar.

La lista podría ser mucho más larga. Lo que queremos señalar con ella es la diferencia entre implementar una aplicación tecnológica, básicamente hablar de legaltech en nuestro sector, y un proceso de transformación, en este caso digital.

La transformación digital es algo mucho más global que no se logra en un corto periodo de tiempo. En realidad, tampoco se logra en uno o dos años.

La transformación digital es, y será ya para siempre, un proceso vivo a lo largo de la vida de las empresas y los despachos. Una parte de este proceso es, efectivamente, la implementación de tecnología, pero esta es una parte muy pequeña que ocurre precisamente como consecuencia del proceso de cambio. Un proceso de cambio que por supuesto es opcional, aunque a mi modo de ver, altamente recomendable y necesario.

Eva Bruch
TWITTER: @evabruch
WEB: http://alterwork.net/

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