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Innovación Legal
21 julio 2020
Por Bárbara Román
TWITTER @NoLegalTech
Se puede decir más alto, pero no más claro: el sector legal es uno de los más atrasados en materia de transformación digital, especialmente si lo comparamos con otros como el financiero o el asegurador. La política de papel 0 no está funcionando, faltan medios en los juzgados, la práctica profesional es muy individualista y que la inmensa mayoría de despachos sean unipersonales o muy pequeños no ayuda en absoluto a hacer crecer un oficio, mucho menos invita a reinventarse. Si sigues este blog, es imposible que no te hayas dado cuenta de la importancia que tienen las nuevas tecnologías y la innovación en el ejercicio profesional. Es imposible que no hayas cogido en ningún momento papel y lápiz y te hayas planteado la posibilidad de dibujar tu futuro.
Ahora que estamos entrando ya en época estival, aunque los días de agosto inhábiles se hayan reducido por decreto, me gustaría que hiciéramos una reflexión sobre cuál es el panorama actual respecto a la innovación y la tecnología en el sector legal, y que cada uno saque sus propias conclusiones:
No puedo evitar acordarme de mi querido Pepe Muelas, explicándome que la abogacía se balancea en precario equilibrio en un abismo. ¿Estamos tan metidos en modo supervivencia, que hemos olvidado levantar la cabeza y ver la que se nos viene encima? Alguna compañera me ha comentado en varias ocasiones que los abogados somos un mal necesario, ya presente durante el Imperio Romano, como si eso fuera garantía de pervivencia en una sociedad que va dejando atrás modelos de profesiones por pura obsolescencia, a la vez que los sustituye por máquinas más eficientes y veloces. No dudo de la capacidad de Cicerón para defender pleitos antes de que se pudiera cobrar por los servicios prestados, pero ¿de verdad queremos seguir tratando la profesión de la misma manera que en sus tiempos? Fue el emperador Claudio, por cierto, quien permitió que los abogados pudiéramos cobrar por nuestros servicios, eso sí, limitando la cuantía. Se ve que Competencia de aquella no estaba todavía vigilando.
Os tempos son chegados, que diría Eduardo Pondal. Sabemos que es necesario un cambio de paradigma en el sector legal, ya no solo por salud mental y dignidad profesional, sino por garantizar nuestra propia supervivencia como profesionales del Derecho. Se nos ha acabado ya el tiempo de la inercia, y se ha iniciado la cuenta atrás para la extinción de la abogacía tal y como la hemos venido entendiendo hasta ahora. Ni los profesionales debemos tolerar una infraestructura propia del siglo XIX, ni los ciudadanos deben tolerar una práctica profesional de más o menos la misma fecha. Citando a Replicante Legal, con su permiso, el tsunami profesional del que siempre habla en sus charlas ya ha llegado, es el momento de elegir si quieres ver como te arrasa (a ti, a tu despacho, a tus compañeras y compañeros de profesión) o si prefieres ir cogiendo una tabla para poder surfear la ola más grande de tu vida.
* Si el 30% de los abogados encuestados por el ISMA no volverían a serlo en un mundo con un DeLorean y algo de fluzo, que paren el mundo que nos bajamos de él.
Bárbara Román
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