Retos y oportunidades ESG para despachos y asesorías jurídicas

Por Jordi Estalella
TWITTER @jordiestalella

Revisando el informe El abogado del Futuro (Wolters Kluwer, 2022) captaron mi atención los datos relativos a la temática de ESG a la que últimamente estoy dedicando parte de mi tiempo. Lo que algunos consideran una prolongación sofisticada de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y otros equiparan con la “sostenibilidad”, los criterios ESG (siglas en inglés de Environmental, Social, Governance) están incorporándose a pasos agigantados a la actividad de las empresas y despachos profesionales.

El objetivo de este artículo no es adentrarse en el ovillo normativo del ESG, materia intrusa en un blog que versa sobre tendencias e innovación en la abogacía, sino abordar los retos y oportunidades que presenta ESG para el negocio de los despachos y los departamentos legales de las empresas.

El citado informe concluye que la demanda de asesoramiento sobre ESG aumentó durante el 2021, aunque el 45% de los abogados de las firmas legales y el 56% de los in-house confirma que su organización no está preparada para responder a dicha demanda. Por añadidura, el 77% de los abogados reconoce la importancia creciente de áreas de práctica relacionadas con ESG. Un abogado mínimamente informado es consciente de la relevancia que están adquiriendo temas como el cambio climático, las energías verdes, la inclusión y diversidad o la ética y comportamiento de los órganos de dirección, todos encuadrados en el marco ESG, y los datos del informe corroboran esa realidad.

En la práctica, las asesorías jurídicas deben asegurar el cumplimiento de la incesante normativa que afecta a sus empresas sobre aquellos temas y de los acuerdos que de forma voluntaria suscriben comprometiéndose a desarrollar iniciativas medioambientales, sociales y de buen gobierno. Esas normas y convenios suponen oportunidades de negocio para un despacho de abogados de las cuales aquí solo enumeramos algunas:

• Evaluar el cumplimiento de los criterios ESG de las empresas.
• Definir planes de cumplimiento y códigos de conducta.
• Definir parámetros de riesgo ESG en los contratos, transacciones y litigios.
• Representar y defender a las empresas en litigios relacionados con el incumplimiento de obligaciones ESG.
• Prestar asesoramiento en los proyectos de financiación asociados a las energías renovables (por ejemplo, bonos verdes).

Desde la perspectiva interna de las asesorías jurídicas, la Agenda 2030 y los criterios ESG también llevan aparejadas oportunidades interesantes:

• Reforzar su protagonismo ante el Consejo de Administración.
• Facilitar el cumplimiento de ESG de las áreas de negocio.
• Establecer protocolos de selección de firmas legales incorporando los criterios ESG.
• Visibilizar su trabajo ante el resto de las divisiones funcionales y los stakeholders.

En cuanto a los despachos de abogados, no cabe duda de que ESG presenta numerosas oportunidades para ampliar sus servicios. Sin embargo, también hay que considerar algunos interrogantes a los que el despacho deberá encontrar solución. Uno de ellos es la conveniencia de crear un área de práctica específica o, por el contrario, que las áreas actuales del despacho ofrezcan, dentro de su respectiva especialidad, servicios ESG. Un segundo reto de calado es que el despacho que preste este tipo de servicios inexorablemente debe cumplir en su actividad con los criterios ESG. Resultaría temerario ofrecer asesoramiento ESG y comprobar que el propio despacho es su principal infractor.

Salvados esos retos, el recorrido de los servicios legales asociados a ESG parece que será largo y fructífero.

Jordi Estalella
Socio de LoisCounsel
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