12 septiembre 2024

Seguimos con un problema de estandarización

Jorge MorellPor Jorge Morell

Recientemente un artículo del Financial Times analizaba cómo los marketplaces jurídicos, especialmente los dedicados a departamentos legales, estaban recurriendo a la inteligencia artificial para emparejar de la mejor forma posible al abogado correcto con la tarea requerida. Todo ello de forma más rápida y precisa, en teoría.

El problema de fondo que plantea el artículo no es nuevo: si es posible encontrar sitios web comparativos que permiten localizar a un buen fontanero o la mejor taza de café, ¿cómo es tan difícil hacer lo mismo con las tareas legales, donde en ocasiones no sabemos si estamos hablando del mismo trabajo y los precios varían muy considerablemente?

Teniendo en cuenta que los abogados gestionan algunas de las decisiones más relevantes que se pueden tomar en el día a día de una persona o empresa (un divorcio, una venta, etc.), ¿cómo es que parece más fácil encontrar información sobre la taza de café que me voy a tomar que el abogado que voy a contratar?

Eso no es más que un problema de estandarización de los servicios legales, su nivel de transparencia, su nomenclatura y obviamente sus costes.

Personalmente, el tema de la estandarización del sector legal es una cuestión que me llama mucho la atención desde hace tiempo, por su clara ausencia pero relevantes beneficios si se extendiera un poco (ya no digamos en general). Por ello escribí ya en este blog en 2020 sobre “Los beneficios de estandarizar contratos y cómo hacerlo” o en 2021 al analizar “El renovado impulso por la estandarización de servicios legales”.

La inteligencia artificial parece haber relanzado de nuevo el interés por la materia, debido a la disponibilidad de más datos que tratar y la supuesta facilidad de encontrar emparejamientos entre tareas y profesionales. El objetivo es conseguir una evaluación más objetiva del potencial abogado o despacho con el que trabajar para determinada tarea, en lugar de fiarlo todo al boca -oreja o las recomendaciones personales de compañeros.

Por ejemplo, servicios como Persuit permiten que los departamentos legales establezcan el alcance de la tarea y comparen propuestas y precios de las diferentes firmas de igual a igual.

De ese modo, la herramienta recopila datos anónimos sobre los precios del trabajo legal. Por ejemplo, los clientes corporativos pueden permitir que los bufetes de abogados que utilizan Persuit vean los precios anónimos de otros bufetes de abogados que se están considerando en respuesta al asunto específico por el que han sido invitados a presentar ofertas. Una función de evaluación comparativa separada permite a los despachos ver los precios de su segmento por trabajos similares.

La estandarización de elementos legales obviamente estandarizables implica mayor transparencia y mejora un problema muy asentado en el sector legal, la falta de eficiencia y productividad.

Hence Technologies es otra de esas herramientas que busca mejorar la transparencia y estandarización de los servicios legales.

En su caso, le herramienta permite a los clientes corporativos compartir con colegas una calificación rápida y confidencial de cada interacción que tienen con abogados externos, en plan Like/Dislike de redes sociales.

La idea es que eso puede ayudar a los departamentos legales que se encuentran bajo intensa presión para mejorar los procesos, especialmente para controlar los costos y demostrar que están obteniendo una buena relación calidad-precio.

Los equipos legales de las empresas también pueden utilizar datos de otras maneras, como realizar un seguimiento de su propio conocimiento corporativo a medida que los abogados internos pasan a nuevos trabajos. De manera similar, los datos pueden ayudar a sopesar las decisiones sobre la contratación de firmas de abogados externas que se centren más en la ética que en los costos. Por ejemplo, una empresa que esté orgullosa de su historial medioambiental podría querer evitar una firma de abogados que también asesora a los grandes contaminadores.

De nuevo, estandarizar conceptos, materias o importes con el objetivo de ganar en transparencia, objetividad, eficiencia o productividad.

Por poner otro ejemplo, Priori Legal busca abogados externos que puedan trabajar en proyectos específicos, los examina y utiliza un algoritmo para hacer coincidir las solicitudes de trabajo con empresas o individuos. En su caso usan la IA generativa para entregar más información, más rápidamente, más claramente y hacerla más procesable que nunca, según indican.

A pesar de los pesares, la sensación es que los ejemplos citados más que confirmar que la estandarización de servicios legales es ya algo asentado en el sector, ponen de manifiesto que sigue siendo algo poco habitual, muy enfocado a la abogacía de negocios y donde todavía queda un largo camino por recorrer.

Eso si es que algún día interesa conseguir esa estandarización.

Comparte: